Fuente: La Opinión Coruña
La instalación a bordo de los barcos del equipo radiotelefónico de ondas métricas (que la OMI había recomendado en 1975) se convirtió en obligatoria para todos los buques de arqueo bruto igual o superior a 300 toneladas en virtud de las enmiendas de 1981 al Convenio SOLAS 1974.
ANTÓN LUACES Que la radio ha ayudado a salvar la vida a miles de personas, no lo duda nadie; pero la radio terrestre convencional presentaba inconvenientes graves que la OMI trató en su primera reunión de 1959: dificultades de recepción debidas a las condiciones de propagación; incertidumbre en cuanto a la recepción del mensaje (el alcance máximo de los equipos reglamentarios de telegrafía y telefonía no supera los 250 kilómetros); necesidad de especialización (la telegrafía Morse exige años de capacitación y práctica, por lo que la sustitución del operador radio, en el caso de que le sucediera algo, resultaba difícil) y congestión de las frecuencias.
La solución llegó en 1962 con el lanzamiento al espacio del primer satélite de comunicaciones, Telstar.
En 1973 la Asamblea de la OMI había autorizado el desarrollo de un sistema de socorro y la convocatoria de una conferencia para establecer una organización de comunicaciones marítimas por satélite. Consecuencia de todo ello fue la adopción del Convenio Constitutivo de la Organización Internacional de Telecomunicaciones Marítimas por Satélite (Inmarsat). El convenio entró en vigor en 1979 e Inmarsat comenzó a funcionar en febrero de 1982. El Sistema Inmarsat utiliza satélites geoestacionarios: 2 sobre el Atlántico y uno en el Índico y en el Pacífico, que obligan a la marcación telefónica con prefijo distinto. Desde estas cuatro posiciones, los satélites cubren virtualmente el globo terráqueo hasta los 75 grados de latitud norte y sur. Únicamente las regiones polares, de escaso tráfico marítimo, quedan sin cobertura.
En septiembre de 1978 el Subcomité de Radiocomunicaciones de la OMI inició el trabajo sobre el futuro Sistema Mundial de Socorro, que se vinculó al Convenio SOLAS de 1974, en especial al capítulo IV, que trata de las radiocomunicaciones. Este se puso en marcha en la Asamblea de la OMI de 1979.
En 1988 y con la aprobación por la Conferencia celebrada en la sede de la OMI de las enmiendas al Convenio SOLAS y su protocolo de 1978, culminó una década de arduo trabajo. Esas enmiendas pretendían introducir el SMSSM en el convenio y su entrada en vigor se produjo el 1 de febrero de 1999, dentro de unos días se cumplirán 10 años.
El concepto básico del Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítima (SMSSM) es que "las autoridades de búsqueda y salvamento en tierra, así como los buques que se encuentran en las inmediaciones de otros buques en peligro, serán rápidamente alertados para que puedan intervenir con la mínima demora en una operación coordinada de búsqueda y salvamento", según los preceptos de la OMI, obviados en muchos casos por la inobservancia actual de los mismos, especialmente en el sector pesquero y, de manera especial, entre los barcos de pesca que son habituales en la zona litoral.
El sistema pone en juego asimismo comunicaciones de urgencia y seguridad, así como la difusión de información sobre seguridad marítima, incluidos los radio avisos náuticos y meteorológicos. El objetivo no es otro que todo buque, independientemente de la zona en que opere, pueda ejecutar las funciones de comunicación que se consideran esenciales para la seguridad del propio buque y de otros que operen en la misma zona.
La instalación a bordo de los barcos del equipo radiotelefónico de ondas métricas (que la OMI había recomendado en 1975) se convirtió en obligatoria para todos los buques de arqueo bruto igual o superior a 300 toneladas en virtud de las enmiendas de 1981 al Convenio SOLAS 1974.
ANTÓN LUACES Que la radio ha ayudado a salvar la vida a miles de personas, no lo duda nadie; pero la radio terrestre convencional presentaba inconvenientes graves que la OMI trató en su primera reunión de 1959: dificultades de recepción debidas a las condiciones de propagación; incertidumbre en cuanto a la recepción del mensaje (el alcance máximo de los equipos reglamentarios de telegrafía y telefonía no supera los 250 kilómetros); necesidad de especialización (la telegrafía Morse exige años de capacitación y práctica, por lo que la sustitución del operador radio, en el caso de que le sucediera algo, resultaba difícil) y congestión de las frecuencias.
La solución llegó en 1962 con el lanzamiento al espacio del primer satélite de comunicaciones, Telstar.
En 1973 la Asamblea de la OMI había autorizado el desarrollo de un sistema de socorro y la convocatoria de una conferencia para establecer una organización de comunicaciones marítimas por satélite. Consecuencia de todo ello fue la adopción del Convenio Constitutivo de la Organización Internacional de Telecomunicaciones Marítimas por Satélite (Inmarsat). El convenio entró en vigor en 1979 e Inmarsat comenzó a funcionar en febrero de 1982. El Sistema Inmarsat utiliza satélites geoestacionarios: 2 sobre el Atlántico y uno en el Índico y en el Pacífico, que obligan a la marcación telefónica con prefijo distinto. Desde estas cuatro posiciones, los satélites cubren virtualmente el globo terráqueo hasta los 75 grados de latitud norte y sur. Únicamente las regiones polares, de escaso tráfico marítimo, quedan sin cobertura.
En septiembre de 1978 el Subcomité de Radiocomunicaciones de la OMI inició el trabajo sobre el futuro Sistema Mundial de Socorro, que se vinculó al Convenio SOLAS de 1974, en especial al capítulo IV, que trata de las radiocomunicaciones. Este se puso en marcha en la Asamblea de la OMI de 1979.
En 1988 y con la aprobación por la Conferencia celebrada en la sede de la OMI de las enmiendas al Convenio SOLAS y su protocolo de 1978, culminó una década de arduo trabajo. Esas enmiendas pretendían introducir el SMSSM en el convenio y su entrada en vigor se produjo el 1 de febrero de 1999, dentro de unos días se cumplirán 10 años.
El concepto básico del Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítima (SMSSM) es que "las autoridades de búsqueda y salvamento en tierra, así como los buques que se encuentran en las inmediaciones de otros buques en peligro, serán rápidamente alertados para que puedan intervenir con la mínima demora en una operación coordinada de búsqueda y salvamento", según los preceptos de la OMI, obviados en muchos casos por la inobservancia actual de los mismos, especialmente en el sector pesquero y, de manera especial, entre los barcos de pesca que son habituales en la zona litoral.
El sistema pone en juego asimismo comunicaciones de urgencia y seguridad, así como la difusión de información sobre seguridad marítima, incluidos los radio avisos náuticos y meteorológicos. El objetivo no es otro que todo buque, independientemente de la zona en que opere, pueda ejecutar las funciones de comunicación que se consideran esenciales para la seguridad del propio buque y de otros que operen en la misma zona.
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