Barloventeando
1° de Junio, Día de la Marina. ¿Cual?
El calendario cívico de México esta lleno de efemérides que pretenden recordar acontecimientos importantes de nuestra historia, al mismo tiempo se homenajea a los individuos que se relacional social, gremial o profesionalmente con el hecho recordado. La lista es infinita, faltan días en el candelario anual para cubrir todas las celebraciones, algunas de ellas francamente absurdas y repetidas.
Los marinos militares de nuestras armada celebran, además de la festividad del Día del Marino, el Día de la Armada, la invasión de 1914, La Liberación de San Juan de Ulúa, el Día del Medico, del enfermero, también son burócratas, maestros, alumnos, pilotos aéreos, ingenieros, licenciados en Derecho, padres , madres, en fin le entran y festejan todo, al fin, hay presupuesto, tiempo y ganas de festejar; tienen razón para ello, pues la revolución ya les hizo justicia, gozan de dignos salarios, tiene servicios y prestaciones que son envidia del resto de los mexicanos; en el Puerto de Veracruz se muestra con alarde lo bien que el gobierno trata a nuestros marinos militares, en el fraccionamiento “ Faros” ocupan áreas importantes que sorprenden por su magnitud; oficinas administrativas y operativas militares, casinos, hospitales, banco, supermercado. Museo, funeraria, centro de capacitación, muelles y casi todo el fraccionamiento como estacionamiento para una gama de vehículos que sirven para todos y son envidia del Ayuntamiento; alrededor del puerto tienen fraccionamientos, cuarteles y el magnifico edificio que aloja al alumnado y clases del H. Colegio Naval Militares, Los alumnos en cantidad próxima a 1,000 estudiantes, gozan de privilegios extraordinarios, enseñanzas, libros, ropa, alojamiento, comida y dado que se les considera desde si ingreso como marinos militares, reciben un sueldo semanalmente.
En resumen todo pagado para estudiar y además un sueldo; causa envidia los privilegios que disfruta nuestra Armada, tienen toda la razón del mundo para festejar todo lo festejable, pues es con cargo al gobierno, ergo, nuestros impuestos.
En contrapartida, en el ámbito marítimo está la Marina Mercante Nacional, ningún privilegio especial existe para estos mexicanos…
Desde su formación en escuelas o centros de capacitación deben pagar y luchar para salir adelante, no hay ascensos por antigüedad sino por méritos y trabajo arduo, el rango a bordo de un barco mercante es signo de superioridad personal y los inferiores en categorías respetan o consideran el merito sin la subordinación imperativa de lo militar en que el rango tiene prioridad sobre la capacidad intelectual o experiencia profesional.
La marina mercante es creadora de riqueza, las fuerzas armadas son consumidoras de la misma, y así debe ser, pues su labor de preservación de nuestra soberanía es un costo que hemos aceptado al través de la Historia. En sus orígenes, La Marina Militar, fue creada y fomentada por la Marina Mercante, que requería protección ante el ataque de los piratas y corsos al servicio de naciones que pretendían monopolizar el comercio marítimo.
Hoy, la Marina Mercante mexicana enfrenta la mas tremenda crisis de su historia, prácticamente no existe, la neoliberal política económica de sucesivos gobiernos que perdieron el rumbo apadrinados por apátridas nacionalistas, han entregado nuestra potencial y real riqueza marítima a piratas extranjeros apadrinados por asesores de nuestros gobernantes, la dirección de la cosa marítima esta en manos de políticos golondrinos que cual saltimbanquis, brincan en diferentes posiciones de la administración gubernamental, hoy tenemos licenciados al timón de un barco que no conocen y menos lo sienten con la sensibilidad del marino profesional, antes, mal manejaron organismos públicos o empresas paraestatales sin hacer huesos viejos en ningún puesto publico, son todólogos que tienen limitado horizonte marítimo, cualquier borrasca les hace zozobrar, peor aun, están siempre dispuestos y preparados para abandonar la nave, sin importarles su tripulación.
Los enemigos de México y su Marina Mercante han desarbolado el negocio marítimo con leyes, normas e injustos o absurdos impuestos que no fomentan si no que limitan el desarrollo de la industria marítima, en consecuencia, la pagan los marinos mercantes que pasan a formar parte de las legiones de parias desocupados.
Los profesionales del mar gritan y protestan sin ser escuchados. Con argumentos técnicos exhiben elementos probatorios de los graves errores de los funcionarios, pero aran en el océano, no dejan surco para cultivar la promoción marítima que salvara el país y el negocio naviero.
La ultima maquinación de nuestros gobernantes para acabar con la Marina Mercante la están orquestando al socavar los fundamentos de toda empresa, la Educación, el negocio anda mal y de malas, no hay trabajo por que no hay barcos con bandera nacional, el joven que enfrenta la vida y se le exige adoptar área de estudios, deberá pensarlo muy detenidamente si esta pensando elegir la carrera de marino mercante, la educación que imparte el estado para formar marinos vía un fideicomiso de educación náutica es cara, tanto como cualquier universidad privada y en estos momentos de crisis deciden aumentar los aranceles para cobro de educación del joven que quiera ser oficial de marina; deberá tener un padre rico y caprichos para sostener sus estudios y después mantenerlo con subsidios mientras encuentra el cada vez mas escaso trabajo en los barcos.
La educación náutica en México debe ser tratada en lo económico con formula semejante a la educación militar, el fideicomiso de educación náutica es solo un oneroso artificio financiero que no funciona, pues es un botín político mas en manos de individuos que ignoran las necesidades de la Marina Mercante. La educación náutica es prioritaria para el desarrollo del país y por tanto se le debe dar el trato que se da a la educación superior impartida por el estado, igual que tecnológicos y universidades. dejando por su carácter normativo profesional el sistema de internado, entendámoslo, encierro a que será sometido el futuro marino y no creamos que este encierro es privilegio económico como lo sienten o creen los actuales funcionarios de la Marina Mercante que casi han suprimido el internado.
La lógica que aplica un economista ajeno al mar será:
1.- La Marina Mercante es un negocio riesgoso, dejémoslo a otros países y quedemos tranquilos.
2.- Si no hay barco, no hay trabajo para marinos.
3.- Si no hay trabajo para marinos, no tiene caso sostener las escuelas de educación náutica.
Los marinos mercantes que aman su profesión, la conocen y están convencidos de sus bondades, responden:
A.- La Marina Mercante en cualquier nación moderna es un negocio indispensable para su desarrollo, se le debe fomentar en todas sus áreas.
B.- La base del negocio marítimo es que exista la especie a transportar, esto sobra en México: petróleo, granos, carbón, carga varia de contenedores, turismo, servicios., etc.
C.- Un barco se compra en un día, un oficial de Marina requiere 5 años de formación superior y 10 años de formación en la mar, descuidar o abandonar la educación náutica mercante, es suicidio.
Debemos leer y releer el articulo 32 Constitucional, la vocación nacionalista mexicana de los constituyentes de 1917 tenia como fundamento crear una Marina Mercante prospera, mexicana, impulsora del progreso del país y que su función social, económica, financiera y tecnológica redundara en bien de los mexicanos, jamás pensaron que llegarían gobernantes con antisociales criterios económicos en que con el pretexto de globalizar la economía entregaría la riqueza nacional a piratas extranjeros, beneficiando a los gobernantes gestores de la operación y a los amos extranjeros con los que se coluden en perjuicio de los mexicanos trabajadores.
Los marinos mercantes mexicanos no tenemos nada que festejar el próximo 1° de Junio, será día de duelo y a lo mejor de borrachera para olvidar el dolor de ver como se acaba la Marina Mercante, los viejos lobos de mar deberán aullar su dolor y motivar, ilustrar a los jóvenes marinos para que luchen y protesten hasta el cansancio por lo que por derecho les corresponde, una Marina Mercante prospera, dirigida por auténticos marinos profesionales.
Para los integrantes de nuestra honorable armada, deberemos exhortarles a que retomen las ancestrales practicas de la hermandad marinera, la Armada ha sido, es y deberá seguir siendo preservadora de nuestra soberanía, la económica marítima esta en la Marina Mercante. Si esta languidece, nuestro hermanos militares no tienen por qué festejar. Hay duelo en el próximo 1° de Junio.
¡AGUAS!
Ing. Mecánico Naval Luis Martínez Wolf.
Premio Marítimo Internacional IMO NU