Fuente: Por Esto
Información a "cuenta gotas" entrega Pemex a Semarnat. En estudio de riesgo, no informó de accidentes e incidentes durante sus operaciones en Progreso.
Petróleos Mexicanos admite, luego de 23 años, que jamás ha sabido "las condiciones reales en que se encuentran" los tres ductos submarinos instalados entre el melle fiscal y el cabezal de playa del puerto de Progreso/ Durante todo ese tiempo, la población de esa ciudad ha estado en riesgo, lo que parece no importarle a esa paraestatal
PROGRESO, Yuc., 5 de febrero.- Petróleos Mexicanos ha jugado irresponsablemente con la vida de los progreseños porque en los 23 años de operación de los tres ductos submarinos instalados entre el muelle fiscal y el cabezal de playa del puerto de Progreso nunca ha sabido "las condiciones reales en que se encuentran".
Esto demuestra, una vez más, que PEMEX mintió el 22 de junio del 2005 cuando, en respuesta a la denuncia de POR ESTO! sobre las condiciones deplorables de las tres líneas submarinas, aseguró que "en el interior (de los tubos), se conservan las especificaciones para operar con toda seguridad".
En efecto, en las conclusiones del estudio de riesgo ambiental presentado por Pemex Refinación ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para realizar la sustitución de las tres tuberías caducas, se identifica como principal riesgo "el desconocimiento de las condiciones reales en que se encuentran los ductos, ya que no se ha podido realizar corridas de "diablos" instrumentados desde que fueron construidos en 1985".
"Con el arreglo actual de la instalación, es imposible realizar corridas de "diablos" instrumentados, lo cual involucra un riesgo muy alto de que se presente un evento no deseado por la falta de prevención de situaciones, como el desgaste de las líneas", indica.
"El proyecto "Rehabilitación mediante el cambio de líneas submarinas de Pemex Refinación que van del muelle fiscal al cabezal de playa de Progreso, Yucatán", disminuye el riesgo de que se presente una fuga o derrame por desgaste de las líneas, ya que con el nuevo arreglo se podrá prever el evento, mediante la inspección", apunta.
La corrida de "diablos" instrumentados es uno de los mantenimientos preventivos y predictivos que está obligado a realizar Pemex en sus tuberías y sirve para limpiar e inspeccionar el interior, así como para detectar la corrosión interna.
La paraestatal explica que no se ha hecho este mantenimiento, porque "a partir del amarradero tres al muelle fiscal, se localizan cinco retornos vehiculares, en los cuales las líneas se introducen a mayor profundidad de su nivel de acuerdo a normativa, y estos cambios de nivel fueron hechos con conexiones estándar por las cuales no pasan los "diablos", además de que las válvulas de seccionamiento actuales no son las adecuadas para realizar dichas corridas".
"La incertidumbre que se tiene respecto a las condiciones de los ductos puede llevar a la ocurrencia de fugas o derrames, al no prever de manera oportuna el desgaste de la tubería; sus consecuencias pueden ir desde una fuga menor que puede ser controlada por el personal de la instalación hasta un derrame mayor con riesgo a que el material liberado cause daños al medio ambiente o que encuentre un punto de ignición y ocurra un incendio o deflagración", admite tardíamente la paraestatal.
Asegura que "con las corridas de "diablos", se podrá determinar, para futuros mantenimientos, las condiciones en las que se encuentran las tuberías, incluyendo las líneas que van del amarradero tres al muelle fiscal, las cuales son de instalación más antigua y su cambio no está considerado dentro del proyecto".
Difunde falsedades
El 27 de febrero del 2006, el Diario de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía acusó a Pemex Refinación de mentir en su comunicado del 22 de junio del 2005, en el que informó que "realiza de forma constante estudios para evaluar las condiciones de las líneas que transportan productos petrolíferos" y que "en el interior se conservan las especificaciones para operar con toda seguridad".
Pemex Refinación reconoció esa vez que "no se ha realizado inspección interior desde su construcción en 1983, debido a cambios de dirección y variaciones de diámetro" en los tubos instalados entre el muelle fiscal y el cabezal de playa de Progreso.
El organismo subsidiario admitió que sólo se ha hecho "inspección visual submarina, que detectó corrosión exterior" y que nunca se pudo realizar una "corrida de diablos" para detectar anomalías en los tres ductos, porque "en el cabezal de playa no se tiene trampa de recibo de diablos".
En la información no se hizo mención del estudio realizado presuntamente por la Universidad Autónoma de Puebla, que concluyó en diciembre del 2004, con el que se "verificó el estado de la protección catódica de los ductos de los muelles hasta el cabezal de playa" y que supuestamente "reveló que Pemex cumple con los estándares de mantenimiento requeridos", citado en el boletín número 018/2005, emitido por la Gerencia Corporativa de Comunicación Social de Pemex en Mérida.
En ese comunicado, emitido en respuesta a las denuncias del POR ESTO!, Petróleos Mexicanos aseguró que "hasta el momento, se ha detectado un desgaste normal en los recubrimientos mecánicos de protección exterior de las tuberías" y sostuvo que las líneas que transportan combustibles desde el muelle fiscal hasta el cabezal de playa en esta localidad son totalmente seguras.
Ahora sabemos que todo ello fue una mentira.
Cinco, no tres contingencias ambientales
Por otra parte, de acuerdo con documentos oficiales, Petróleos Mexicanos reconoce que en sus instalaciones de Progreso se han registrado cinco, no tres contingencias ambientales, aunque no informó de todas a la opinión pública.
En el apartado "Antecedentes de incidentes y accidentes ocurridos en la operación de las instalaciones" del estudio de riesgo ambiental entregado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para el cambio y rehabilitación de las tres líneas de conducción de hidrocarburos, asegura que "en general, los incidentes en las líneas de conducción de hidrocarburos han sido únicamente de goteos por poros, los cuales han sido detectados y obturados a tiempo, sin ninguna consecuencia".
Pemex Refinación sólo entregó datos del "leve" derrame (no cuantificado) de gasolina magna, ocurrido durante la descarga del buquetanque "Reforma", a través de un poro en un tramo de tubería de 10 pulgadas de diámetro de la línea número tres del buque, el 25 de junio del 2001, causado por el "represionamiento durante la descarga", y "no se presentó ningún derrame al mar".
Dio a conocer también una "pequeña" fuga en el Chalan Pemex 587, derramándose un litro de gasolina Premium, quedando contenida en el cuarto de bombas, al estar alijando el buque "Chac", el 16 de julio del 2000, causada por "fuga por sello de bomba" y tampoco "se presentó ningún derrame al mar".
El Diario de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía reveló el 27 de febrero del año pasado, que en los tres ductos instalados entre el muelle marginal y el cabezal de playa de Progreso se han registrado cuando menos tres contingencias causadas por derrames o detección de "poros".
Pemex Refinación ocultó la información de estos tres eventos suscitados en los años 2000, 2001 y 2005, a la población porteña.
La paraestatal mencionó esa vez, que "en el mes de junio de 2005, se colocaron encamisados en el tramo aéreo de la línea de turbosina, debido a presencia de un poro en esta tubería, que no ocasionó derrame de producto".
"Se tiene conocimiento que en el año 2000, se detectó presencia de producto en la playa donde corren dichas tuberías, emergencia que fue atendida de manera inmediata", agregó.
Por su parte, la Subdirección de Almacenamiento y Distribución de Pemex Refinación citó que "en el año 2001, se instaló una grapa hechiza de 12 pulgadas de diámetro por corrosión exterior" y fuga de hidrocarburos.
(Daniel Sánchez)