Fuente: Clave digital
El Imperio romano y el Imperio Chino surgieron casi al mismo tiempo, aunque ninguno de los dos tuvo conocimiento de la existencia del otro. En el año 220 antes de Cristo, época de las llamadas guerras púnicas entre Roma y Cartago, el Emperador Chin decretó la unificación de los siete Estados existentes a la fecha, surgiendo así el primer Imperio Chino. La principal y primera obra, luego de la unificación del imperio, fue el inicio de la construcción de la gran muralla del norte de China, para aislar el reino interior del reino bárbaro.
Luego surgió el Imperio Han en el 140 AC. Al comenzar la Era Cristiana contaba con más de 57 millones de súbditos chinos bajo un mismo gobierno de control interno centralizado y punitivo. Ese dominio imperial se extendía a la actual Corea, parte de Mongolia y gran parte de la región costera de la China actual.
Pero el periodo de mayor potencia y dominio imperial chino, llegó con los manchúes, especialmente con la Dinastía Ching. Antes del Siglo XVIII, era, luego de ciclos de unificación y partición como el del Imperio Han, un imperio totalmente desarrollado y con una economía y administración ejemplares, con un centro imperial rodeado de estados vasallos, que incluía a la Corea actual, Indochina, Tailandia, Birmania y Nepal.
EL Imperio Chino se extendió entonces desde el Lejano Oriente ruso a través de Siberia del sur hacia el Océano Indico, para volver hacia Oriente a través de Laos y el norte de Vietnam, siendo una compleja organización política, económica, financiera, educativa y de seguridad nacional.
China continental, con Taiwán o sin él, está llamada, por destino manifiesto, a convertirse en la próxima potencia global, posiblemente antes del 2030. La proyección de desarrollo y estabilidad política que lleva es esa. Y el descalabro que lleva Norteamérica, con ocho años en una economía de guerra, facilitara el proceso.
China es el cuarto país del mundo en extensión territorial después de Rusia, Canadá y Estados Unidos y la primera economía asiática por encima de Japón, India y Pakistán. Este ¨milagro chino¨ puede asegurarse que comenzó hará pronto 29 años, el 31 de enero de 1979, cuando el Primer Ministro chino, Deng Xiaoping visitara Washington durante la presidencia del demócrata Jimmy Carter, restableciendo relaciones diplomáticas y por ende comerciales con los Estados Unidos.
China, por estos acuerdos, abría sus mercados a las gaseosas y comida rápida norteamericana a cambio de recibir tecnología japonesa, enemigos tradicionales, pero entregada por manos norteamericanas. Esto los ayudó a mejorar notablemente su industria manufacturera, lograr una producción en masa y unos niveles de exportación sin precedentes en la historia.
Esas tecnologías importadas, unidas o combinadas a las propias chinas, hicieron la combinación perfecta y necesaria, junto a políticas y aplicación de una agenda de desarrollo diseñadas por una voluntad férrea.
China solo estuvo algo mas de diez años formando parte del bloque sino-soviético, conjunción diseñada más por afinidad ideológica que de intereses comerciales, entre China y la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, alentada por Mao Zedong y los jefes del Kremlin de finales de los años treinta, China se separó, exponiendo sus disidencias doctrinales con el comunismo soviético y redactando su propia ortodoxia comunista contenida en el llamado Libro Rojo, doctrina a la medida de su realidad y circunstancias, a la medida del proceso histórico que vivía y ajustada a sus planes y propósitos nacionales.
Mao aplicó su plan quinquenal y sus políticas del Gran Salto hacia Adelante sin preocuparse por lo que dijeran de ello los soviéticos. China se encerró a crecer. No tomó parte activa en la gran guerra europea de 1914 al 1919, tampoco en la Segunda Guerra Mundial, acaso porque conservaba frescas las heridas de la guerra chino-japonesa.
Por ese aislacionismo, que le hizo mantenerse neutrales en apariencia, a la voraz carrera armamentista entre la URSS y los Estados Unidos, pudo vadear los grandes cambios mundiales. Por esa razón el desmembramiento de la URSS no les hizo mella. Al contrario, puede decirse que les favoreció, mientras el mundo y los analistas se preguntaban y ahora qué será de la China.
Los hijos de los dragones del Emperador Chin, supieron pasar satisfactoriamente las pruebas de la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín, cara visible de la unificación alemana, y la caída de la Unión Soviética. En idioma chino mandarín, la palabra Rusia significa ¨la tierra hambrienta¨, mientras que China significa ¨reino central o reino medio¨.
Esa visión china de su centralidad ha tenido un importante peso histórico y lo seguirá teniendo en el futuro. El chino promedio tiene un callado sentido de la superioridad de su raza y nación así como una clara conciencia de su papel histórico. Nacionalismo sin aspavientos.
Mientras que a lo largo de la historia, las civilizaciones europea e islámica han originado unos 75 Estados diferentes, en guerras, anexiones y conquistas, la China ha seguido, en un tiempo casi igual, siendo un solo Estado, sin contar la disonancia de Chiang KaiShek y su huída a la isla de Formosa, actual Taiwán, modelo de Estado occidentalizado de tubo de ensayo en las narices chinas, la entrega por parte del Reino Unido de Hong Kong y el caso de Macao, colonia portuguesa de ultramar. Para 1776, año de la declaración de la independencia norteamericana, China tenía más de 200 millones de habitantes y era la principal potencia manufacturera del mundo.
En los últimos veinticinco años, China se dedicó a mejorar sustancialmente su marina mercante, desplazando a la marina Griega y los años dorados de Aristóteles Onassis y de su rival Stavros Niarchos, para poder llevar sus productos a cualquier punto del globo terrestre. También la marina de guerra china ha recibido un impulso sin precedentes en los últimos veinte años con la incorporación de acorazados y submarinos nucleares.
Además ha mejorado y fortalecido la aviación comercial y, de paso, su aviación militar dada su importancia en la defensa y seguridad nacionales, contando con arsenales estratégicos nucleares.
EL MODELO ECONOMICO CHINO
Las reformas en la política económica auspiciada desde el gobierno, para fomentar la inversión extranjera, determinó la creación de zonas económicas especiales en la zona costera, donde se concentró el desarrollo industrial proveyendo el Estado grandes inversiones en instalaciones, servicios públicos y creando centros habitacionales para trabajadores, convirtiendo a China en la mayor potencia manufacturera del mundo, sobre todo en el sector de la producción de electrodomésticos y textiles debido al bajo costo de la mano de obra, cuyo salario en las regiones industriales ronda los 70 euros mensuales. De hecho, se calcula que aproximadamente un 25% de todos los bienes manufacturados del mundo se produce en China.
Un factor determinante en el desarrollo ha sido el trato de nación más favorecida en los tratados comerciales entre China y Estados Unidos de América, los cuales permiten el ingreso de las manufacturas chinas a través de las aduanas como si estas fueran fabricadas en territorio norteamericano.
El proceso de apertura iniciado en la costa ha permitido a las regiones costeras un despegue económico vertiginoso con tasas medias de crecimiento superiores al 10%. Las regiones interiores, no obstante, han experimentado un despegue económico más moderado, con tasas de crecimiento en torno al 7%. Este despegue a dos marchas ha abierto una brecha económica entre la costa y el interior.
CHINA EN CIFRAS
Según informes de fuentes económicas, en enero de 2006, el Departamento Nacional de Estadística revisó al alza el valor total del producto interior bruto del país[] , que habría sido subestimado en estadísticas anteriores. Debido a esa revisión estadística, la República Popular China (sin incluir a Hong Kong ni a Macao) adelantó a Italia en la clasificación de países por volumen de su producto interior bruto y, una vez contabilizado el propio crecimiento del año 2005 de un 10,1%, la economía china rebasó a las de Francia y el Reino Unido convirtiéndose en la cuarta del mundo con un producto interior bruto total de 2.228.862.000.000 dólares estadounidenses[] . En el segundo cuatrimestre de 2006 se anunció una tasa de crecimiento interanual del 11,3%, la más alta desde 1994 [].
El 16 de marzo de 2007, la Asamblea Nacional Popular de China reconoció por primera vez la propiedad privada mediante una ley, ampliamente debatida durante 13 años. La medida no afectó, sin embargo, al campo y las tierras de cultivo, de propiedad colectiva y cedidas en usufructo por el Estado a los campesinos, en una especial concesión a su ortodoxia comunista, que establece la no propiedad privada de las tierras agrícolas que son concedidas por el Estado dentro de la organización tripartita del poder chino, a saber, el Partido, el Ejército y el Estado.
Ese nuevo modelo o concepto económico-ideológico pos guerra fría, trasciende al Comunismo y al Capitalismo en una nueva política de mercado que combina, en franca paradoja histórica, al modelo ideológico del Comunismo con una apertura de mercado global, tan feroz y penetrante que ni los mismos Estados Unidos, que son los Sumos Sacerdotes de la sociedad de consumo, han logrado establecer como lo está haciendo la China. Estos son los eructos de la Coca Cola en China.
TERRITORIO Y DEMOGRAFIA
China continental, con su capital Beijing, tiene una superficie de 3, 705,407 millas cuadradas, es decir 9, 596,960 kilómetros cuadrados, casi igual a la superficie estadounidense, con mas de 1,300 millones de habitantes, con una proyección de crecimiento poblacional de 10 millones de habitantes por año, aun con las drásticas políticas de control de la natalidad aplicadas, por lo que se estima que en el año 2043, tendrá una población de 1550 millones de habitantes. China tiene fronteras con Afganistán, Butan, Myanmar, India, Kazajstán, Kurguistan, Laos, Mongolia, Nepal, Corea del Norte, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Vietnam. Siendo sus tres ciudades mas importantes, Beijing, Shanghai y Hong Kong.
China ha pasado, ya dijimos en alguna parte, de la cultura del bambú a la del microchip. Este esplendor ha variado, por ley de la fuerza, el concepto tradicional y religioso del chino y su concepción del mundo. La nueva sociedad de consumo china, asegura pedidos de modelos, por encargo a veces, de automóviles de lujo de marcas reconocidas de fabricación alemana y británica, así como relojes de marcas exclusivas, junto a enseres de status de ultima tecnología, puros cubanos, perfumes franceses, salmón del Mar Negro, caviar y todo lo deseado y deseable en un bacanal consumista amarillo, inmersos en un nuevo y fluyente stil of life con los ojos rasgados.
La occidentalización no solo ha afectado al Japón, lo único es que a China le ha tocado mas tarde. Hace diez años setenta mil jóvenes chinos estudiaban en universidades extranjeras, mayormente norteamericanas e inglesas. Actualmente hay más de cien mil. De ahí saldrán los líderes políticos de la China del mañana.
En China continental se esta dando el ciclo del proceso histórico normal en toda nación, sea potencia o no. A la prosperidad y al desarrollo económico sostenido, le sigue el fortalecimiento programado y estratégico de la defensa nacional- aumento e instrucción de efectivos militares, mejora y sustitución de armamentos, innovación de la tecnología militar, inicio o fortalecimiento de programas de defensa nucleares – y la tercera fase, que ojalá nunca llegue, es la de la guerra entre potencias por la supremacía, en este caso global, a todas luces contra los Estados Unidos que constituyen la primera potencia global de la historia.
Leyendo un fragmento del I Ching, o Libro de los Cambios, chino, del Siglo VII antes de Cristo, puede vislumbrarse la posible estrategia china en la actualidad, partiendo de que el gigante amarillo ya despertó, aunque al parecer solo fingía dormir, ¨ La disponibilidad lo es todo. La determinación está indisolublemente ligada a la cautela. Si un individuo es cuidadoso y se mantiene alerta, no tiene porqué ponerse nervioso o alarmarse. Si siempre está a la expectativa, incluso antes de que se presente el peligro, está preparado cuando este se aproxima y no tiene por qué sentir miedo. El hombre superior está en guardia contra lo que aun no se encuentra a la vista y vigilante ante lo que todavía no se escucha, por lo tanto mora en medio de las dificultades como si no existieran. Si triunfa la razón las pasiones se retiran¨ Termina la cita.
China y solo China se perfila como potencia global, ya que en Europa, ni siquiera el Reino Unido da señales con su flema inglesa ni de querer asumir plenamente el euro, conservando su libra esterlina y considerándose a si misma en una especie de conservadurismo o letargo histórico, meditando en torno a su pasada participación en la coalición que actualmente opera en Irak., Alemania y Francia, por su parte, dan síntomas de querer seguir siendo potencias regionales, al igual que Italia, disfrutando su estabilidad económica en el bloque de la Unión Europea.
Japón en Eurasia, tampoco califica como posible candidato al poder global ni siquiera por su padrinazgo y maridaje con Norteamérica como Estado rémora, su tecnología líder ni la fortaleza de su moneda. Tampoco la India ni Pakistán califican, por su menor PNB con respecto a China, principal economía de Asia y por la falta de estabilidad política y una cierta debilidad institucional y pugnas político religiosas que terminan en verdaderas masacres.
Dos aspectos históricamente probados ayudarían también a China a establecerse como potencia global del Siglo XXI, el primero, el poderío militar y el arsenal nuclear estratégico, que sirve de factor de disuasión y permite a otros Estados, de manera inteligente, hacerse aliados del posible enemigo lo que garantiza y evita agresiones de enemigos menores y, el comercio abierto, abarcante, sin ideología, en una palabra, el neoliberalismo global.
La tarea fundamental de la China para posesionarse como potencia global, es la de lograrlo con dos cabezas de playa, la primera,- luego de asegurar, extender y sostener su actual proceso de desarrollo y estabilidad- consiste en el afianzamiento de sus mercados globales y la segunda, consiste en, cómo lo está haciendo actualmente, la tolerancia y el respeto a las disidencias religiosas en un mundo abiertamente sin ideologías políticas. Vender sin mirar la cara del cliente, solo la moneda que trae en las manos.
Ahora bien, hay que analizar y ponderar cual sería el papel y la reacción estadounidense ante este posible e inevitable relevo histórico en la supremacía global, aceptando o no ser relegados a un segundo puesto. Si aceptarían un mando compartido del mundo o si enfrentarían a la China de manera militar en una guerra abierta utilizando a Taiwán como base de operaciones. Acta est fabula.
Podrían integrarse al posible conflicto los países satélites a la gran potencia del norte por un lado y por el otro algunos aliados a China, que son o serian muchos, comenzando por la Unión Europea y arrastrarían, si prevalece la sinrazón bélica, al mundo actual a una posible masacre nuclear cual nunca se ha visto.
Samuel P. Hungtinton, Politólogo y Profesor de Harvard de pensamiento pro norteamericano, afirmaba audazmente en 1993, en ¨Why Internacional Primacy Matters¨ pagina 83, que, ¨Un mundo sin la primacía estadounidense seria un mundo con mas violencia y desorden y con menos democracia y crecimiento económico que un mundo en que el que los Estados Unidos sigan teniendo mas influencia que cualquier otro país en la forma que tomen los asuntos globales. El mantenimiento de la primacía internacional de los Estados Unidos es esencial para el bienestar y la seguridad de los estadounidenses y para el futuro de la libertad, la democracia, las economías abiertas y el orden internacional en el mundo.¨
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miércoles, 2 de enero de 2008
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