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Fuente: Excelsior
Cuenta corriente
Alicia Salgado
De fondos a fondo
Es curioso cómo en los últimos días se ha insistido en el hecho de que Francisco Gil es consejero de Stvedoring Services Of America (SSAMéxico), que encabeza Francisco Kassian, a pesar de que no es una novedad, pues hace más de dos años que el ex secretario de Hacienda es integrante independiente en su Consejo, al igual que un ex titular de Economía (entonces Secofi), Herminio Blanco, y como otros personajes públicos o del sector privado que integran un equipo multidisciplinario a fin de aconsejar a la empresa en todas las áreas de conocimiento que involucra la administración de terminales de carga portuarias.
Sin embargo, la insistencia tiene una razón. Se busca relacionar a SSA México con la licitación de la terminal de usos múltiples del Puerto de Mazatlán, que dirige Alfonso Gil Díaz (hermano de Francisco Gil) para sugerir que SSA México es el favorito para ganar la licitación de Mazatlán.
Nada más erróneo, pues independientemente de que deberá ganar la propuesta que resulte técnica y económicamente más adecuada para el Comité de Licitciones de la SCT, que encabeza Luis Téllez, y en el que participan otras entidades del gobierno, son dos las empresas que tienen posibilidades reales de obtener la concesión. La primera es la mexicana Operadora de la Cuenca del Pacífico (OCUPA), que preside Hugo Herrera Mier, y la segunda es la chilena Grupo U ltramar, que preside Richard Von Appen.
Y es que se dice que tanto la filial de Grupo Mexgal, de Arturo López Riestra, y SSA México, de Francisco Kassian, que también se inscribieron a la licitación, pagaron por ver, aunque por la insistencia de las versiones tenebrosas, pareciera que Mexgal intenta ganar bajo presión lo que hace suponer que probablemente no tenga la suficiente liquidez como para mantenerse en la mesa, donde se gana o se pierde, no en pasillos.
En el caso de SSA, resulta poco lógico que buscara quedarse en Mazatlán, cuando la reina de su operación comercial es la terminal de Manzanillo y, por ende, ¿para qué se haría competencia así misma en el mismo litoral Pacífico o para qué distraería liquidez si ha manifestado interés en la licitación de la terminal de Tuxpan en el Golfo, donde haría más sentido que enfocara sus baterías.
Si lo pensamos, tanto OCUPA como Ultramar están enfocadas a las actividades de carga general, graneles y turísticas, elementos que confluyen en Mazatlán porque la terminal tendría esas características —además de los trasbordadores de Baja Ferries, de Mariano Ruano— al estar orientada a facilitar la carga entre el macizo continental y la Península de Baja California.
Cuenta corriente
Alicia Salgado
De fondos a fondo
Es curioso cómo en los últimos días se ha insistido en el hecho de que Francisco Gil es consejero de Stvedoring Services Of America (SSAMéxico), que encabeza Francisco Kassian, a pesar de que no es una novedad, pues hace más de dos años que el ex secretario de Hacienda es integrante independiente en su Consejo, al igual que un ex titular de Economía (entonces Secofi), Herminio Blanco, y como otros personajes públicos o del sector privado que integran un equipo multidisciplinario a fin de aconsejar a la empresa en todas las áreas de conocimiento que involucra la administración de terminales de carga portuarias.
Sin embargo, la insistencia tiene una razón. Se busca relacionar a SSA México con la licitación de la terminal de usos múltiples del Puerto de Mazatlán, que dirige Alfonso Gil Díaz (hermano de Francisco Gil) para sugerir que SSA México es el favorito para ganar la licitación de Mazatlán.
Nada más erróneo, pues independientemente de que deberá ganar la propuesta que resulte técnica y económicamente más adecuada para el Comité de Licitciones de la SCT, que encabeza Luis Téllez, y en el que participan otras entidades del gobierno, son dos las empresas que tienen posibilidades reales de obtener la concesión. La primera es la mexicana Operadora de la Cuenca del Pacífico (OCUPA), que preside Hugo Herrera Mier, y la segunda es la chilena Grupo U ltramar, que preside Richard Von Appen.
Y es que se dice que tanto la filial de Grupo Mexgal, de Arturo López Riestra, y SSA México, de Francisco Kassian, que también se inscribieron a la licitación, pagaron por ver, aunque por la insistencia de las versiones tenebrosas, pareciera que Mexgal intenta ganar bajo presión lo que hace suponer que probablemente no tenga la suficiente liquidez como para mantenerse en la mesa, donde se gana o se pierde, no en pasillos.
En el caso de SSA, resulta poco lógico que buscara quedarse en Mazatlán, cuando la reina de su operación comercial es la terminal de Manzanillo y, por ende, ¿para qué se haría competencia así misma en el mismo litoral Pacífico o para qué distraería liquidez si ha manifestado interés en la licitación de la terminal de Tuxpan en el Golfo, donde haría más sentido que enfocara sus baterías.
Si lo pensamos, tanto OCUPA como Ultramar están enfocadas a las actividades de carga general, graneles y turísticas, elementos que confluyen en Mazatlán porque la terminal tendría esas características —además de los trasbordadores de Baja Ferries, de Mariano Ruano— al estar orientada a facilitar la carga entre el macizo continental y la Península de Baja California.
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