Mientras que en países como Brasil
el gobierno acordó por decreto la reactivación de la Industria Naval, en México
el Gobierno Federal firma acuerdos con el Gobierno de España para que se
fabriquen allá la mayor parte de los barcos que demandará la industria petrolera
mexicana en los próximo años.
Viernes 15 de Junio de 2012 a las 9:47 a.m.
Fuente: (Ausencio Rivera González / El Dictamen | Veracruz, Ver.
)
- Desde hace 20 años no se construyen barcos en astilleros nacionales
Ese tipo de acuerdos donde se habla de construir entre 15 y 25 embarcaciones en astilleros españoles como los de Galicia en lugar de reactivar a esta industria en nuestro país constituyen una "estocada" más a esta actividad que actualmente subsiste realizando trabajos de reparación, mantenimiento preventivo y correctivo de embarcaciones, plataformas y barcazas, afirmó Juan José Domínguez García, secretario general de los trabajadores de la Industria Naval sección 1.
Explicó que si esta industria está caída es porque se dejó de construir embarcaciones en México, resultado de que los astilleros unidos de la República Mexicana (Guaymas, Mazatlán, Veracruz) y algunos otros astilleros nacionales ya no construyen barcos desde 1980.
La situación de esta industria se agrava en 1994 cuando el ex presidente Salinas de Gortari decreta la requisa al puerto de Veracruz y, ésta también le pega a la actividad naval.
El dirigente del Sinatin recordó que en los años ochentas se construyeron embarcaciones en diferentes astilleros nacionales, en Mazatlán se construyen diferentes barcos atuneros y camaroneros, en Guaymas, Ensenada y Veracruz se construyen alrededor de 380 barcos camaroneros.
Fue en 1990 cuando en el Astillero de Veracruz (TNG) se construyeron cuatro buquetanques para Pemex de 45 mil toneladas de peso muerto. Cuado se decreta la requisa al recinto portuario de Veracruz, el Gobierno Federal de esa época abandona prácticamente a la industria naval y esta actividad queda en manos de empresas privadas.
Eso en lugar de beneficiar a la clase trabajadora la perjudicó y los únicos beneficiados fueron los empresarios que se quedaron con esas empresas.
La quiebra del Astillero de Veracruz se dio en 1994, así como de muchas industrias del Pacífico y del Golfo, dijo Domínguez García.
Por su parte, Amado Armas Rosas, ex-secretario de finanzas del Sindicato Nacional de la Industria Naval en Veracruz, aseveró que si esta industria está extinguida es gracias a los gobiernos panistas y priistas.
Aseguró que la caída de esta actividad tienen nombre y apellido y, se llama Carlos Salinas de Gortari quien siendo presidente de México en uno de sus arranques de inteligencia desapareció un montón de empresas entre ellas la empresa: Astilleros Unidos de Veracruz(AUVER).
La desaparece porque supuestamente no eran rentables para el país, la cual a decir de nosotros sí lo era ya que representaba crecimiento y desarrollo.
Aquí sucedió algo curioso, mientras que en Brasil el presidente Lula da Silva ordena por decreto la reactivación de esa industria, en nuestro país el gobierno federal salinista desaparece por decreto esta empresa el día 4 de diciembre del 1994.
Esa mala decisión del ex-mandatario mexicano afectó no sólo al Astillero de Veracruz, sino a los de Guaymas, Sonora, Ensenada, Baja California y Mazatlán, Sinaloa.
Esto generó desempleo porque en ese tiempo se reparaban y construian remolcadores y barcazas, sobre todo en Mazatlán y Ensenada se dedicaban a la reparación, Guaymas y Veracruz se dedicaban a la construcción de barcos de gran tonelaje.
Ambos entrevistado reconocen que la desaparición de Auver se da por una mala decisión del ex-presidente Carlos Salinas para favorecer a un grupo de "amigos".
Con la decisión que toma en ese tiempo el Gobierno Federal de vender las empresas que no eran "rentables" se beneficia a un grupo de amigos de éste y, México se convierte en un país capitalista de cuates, afirmó Armas Rosas.
Esta decisión fue totalmente en perjuicio del país, sobre todo de la clase trabajadora.
De acuerdo con el ex dirigente sindical en la zona de Veracruz con la desaparición de esta empresa se perdieron cinco mil empleos directos y más diez mil empleos indirectos.
Aparte del consumo que hacía la empresa a los diferentes proveedores de Veracruz: madera, arena, pintura y todos los insumos que se necesitaban.
Reiteró que nadamás en el puerto de Veracruz se perdieron por esa mala decisión cerca de veinte mil empleos, sin contar Guaymas que también era un astillero importante, ya que ahí se hacían buques de 14 a 20 mil toneladas de peso muerto.
Mazatlán en ese tiempo tenía una plantilla laboral de 760 trabajadores, luego entonce fue un golpe brutal a la economía de México, señalaron.
Asimismo, el presidente de la Asociación Mexicana de Ingenieros Navales (AMIN) Gabriel Delgado Saldívar, afirmó que si esta industria está en camino de extinguirse, es porque a los únicos clientes a los cuales se les puede construir barcos como Petróleos Mexicanos(Pemex), prefieren salir al extranjero a contratar la construcción de su flota.
Definitivamente esta es otra mala decisión de Pemex y del Gobierno Federal porque no es posible que contando con astilleros nacionales que demandan la construcción de embarcaciones para incrementar las fuentes de empleo, éstos firmen acuerdos con astilleros españoles para que les construyan sus barcos, subrayaron.
Domínguez García aseguró que en México existe mano de obra calificada y tecnología de punta para construir embarcaciones, pues ya lo demostró cuando construyó cuatro buquetanques a Pemex de hasta 45 mil toneladas de peso muerto y otros barcos.
Asimismo, Delgado Saldívar reconoció que el problema de la industria naviera mexicana es que en los últimos 20 años no se han construido barcos en astilleros nacionales.
Citó, por ejemplo, que en los Astilleros de Mazatlán llegaron a fabricar más de 50 embarcaciones en 1976.
Ante el panorama nada halagador para esta industria y ante la persistencia de las malas decisiones gubernamentales, todos los sectores que tienen que ver con la industria naval se unieron y acordaron crear la Cámara de Trabajadores de la Industria Naval donde participan armadores, empresarios y sindicatos.
Nosotros estuvimos apoyándolos y vamos a seguir apoyándolos porque nos interesa que se reactive esta industria que cuenta con mano de obra calificada, dijo Domínguez.
Esta cámara seguirá sosteniendo reuniones y tocará puertas ante la SCT, Pemex Refinación y la Dirección de Pemex con el fin de tomar acciones que permitan de nueva cuenta que en México se construyan barcos en los astilleros nacionales.
Por otro lado, se informó que hacen falta más garantías de parte del Gobierno Federal para que los armadores mexicanos construyan en México y si está industria se encuentra hundida es por falta de interés del Gobierno Federal y de la Cámara de Diputados y Senadores de reactivar esta actividad.
Para el actual secretario general de la Industria Naval en Veracruz es necesario que se les den incentivos a los armadores mexicanos para que se reactive esta industria y planteó la desaparición del IETU y que se den más garantías para el pago en la construcción de embarcaciones con intereses blandos que les permita pagar algún préstamo que soliciten.
Otra de las cosas que se tienen que hacer es eliminar la burocracia, lo que es la importación de maquinaria, eso ayudaría mucho a las armadores mexicanos, "por eso es que aparentemente dicen ellos que sale más caro la construcción de un barco en México, y, efectivamente sale caro porque los impuestos que se pagan en nuestro país son demasiado caros".
Pero si se ayuda al armador y se le reducen los impuestos la construcción de embarcaciones saldría mucho más barata, señalaron.
Finalmente Dominguez García dijo que en México urge que el Gobierno Federal apruebe un decreto para que esta industria salga adelante
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