Fuente: Tabasco Hoy
Por Eduardo Domínguez
Debido a la erosión ocasionada por el fuerte oleaje del mar, el faro de la Barra de Tupilco, volvió a inclinarse una vez más y está a punto de caer, lo que pone en riesgo a los pescadores que atracan cerca de allí y a los lugareños que transitan por la carretera que está a escasos diez metros de dicho faro.
Según los pescadores de la zona, el faro al igual que toda la zona costera del municipio, comenzó a sentir los efectos de la erosión marina, cuando Pemex construyó las escolleras para proteger al puerto de Dos Bocas hace más de 20 años, al igual que influyó en el cambio de las corrientes, la apertura de la Barra de Panteones.
El primer impacto ecológico que resintió este faro, fue en 1994, cuando a la entidad azotaron los huracanes “Opal y Roxana”, fenómenos meteorológicos que comenzaron en aquel año a dañar las bases del mismo, sin embargo, las autoridades competentes no tomaron las medidas adecuadas, por lo que, con el paso del tiempo y con los demás huracanes y tormentas que han azotado en la región, el deterioro se fue incrementado.
Según Juan José Pérez Hernández, líder de pescadores de la región, en la última tormenta, que hubo el faro se hundió y se canteó hacia un lado, amenazando con caer, a la vez que, terminó de destruir las oficinas, la casa del guarda faro y las instalaciones en general. Desde entonces, el faro no funciona, lo que perjudica a las embarcaciones que con mucha dificultad logran orientarse hacia tierra.
Lenta construcción de faro
De acuerdo con algunos trabajadores, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se ha dado a la tarea desde hace algunos días, de iniciar con la construcción de un nuevo faro que tendrá una altura de 25 metros y que está siendo construido a escasos cien metros de la orilla del mar, pero que, según les han informado a estos empleados, se contempla la construcción de espigones para protegerlo del oleaje marino.
Devoró la carretera
La destrucción de la carretera costera y de terrenos ejidales, continúa su avance implacable, sin que ninguna autoridad ni nadie intervengan para frenarlo o ponerle una solución que permita que el tráfico vehicular de Paraíso a Sánchez Magallanes, Cárdenas, se regularice, situación que afecta a los habitantes de las comunidades asentadas en esta parte de la costa tabasqueña, como las rancherías Unión, ejido Guano Solo, Barra de Tupilco de Paraíso y de Cárdenas, ejido Arroyo Verde, Sinaloa, entre otros.
Transportistas que anteriormente prestaban sus servicios cubriendo la ruta Paraíso-Sánchez Magallanes y viceversa, tuvieron que suspenderla ante la imposibilidad de pasar por las partes donde el mar, prácticamente ha destruido completamente la carretera, además de que, la vía era azolvada por la arena que el mar le avienta cuando hay tormentas, y al pasar las unidades móviles se atascaban.
Los lugareños pidieron a Tabasco HOY que se dé a conocer esta situación, toda vez que –afirman-, tienen muchos problemas para poder transportar la poca producción de copra que obtienen o la pesca que logran, al igual que, cuando tienen la urgencia de trasladar a un enfermo, tienen que recorrer varios kilómetros a pie.
En general, las camionetas pesqueras y los vehículos pequeños, pueden pasar por los terrenos particulares por los cuales se han improvisado caminos alejados de la orilla de mar, entre los cocales o los manglares, no obstante, para poder pasar, los automovilistas y transportistas tienen que pagar 10 pesos y como son nueve “retenes” por poder pasar hasta Sánchez Magallanes, tienen que pagar 90 pesos.
Por Eduardo Domínguez
Debido a la erosión ocasionada por el fuerte oleaje del mar, el faro de la Barra de Tupilco, volvió a inclinarse una vez más y está a punto de caer, lo que pone en riesgo a los pescadores que atracan cerca de allí y a los lugareños que transitan por la carretera que está a escasos diez metros de dicho faro.
Según los pescadores de la zona, el faro al igual que toda la zona costera del municipio, comenzó a sentir los efectos de la erosión marina, cuando Pemex construyó las escolleras para proteger al puerto de Dos Bocas hace más de 20 años, al igual que influyó en el cambio de las corrientes, la apertura de la Barra de Panteones.
El primer impacto ecológico que resintió este faro, fue en 1994, cuando a la entidad azotaron los huracanes “Opal y Roxana”, fenómenos meteorológicos que comenzaron en aquel año a dañar las bases del mismo, sin embargo, las autoridades competentes no tomaron las medidas adecuadas, por lo que, con el paso del tiempo y con los demás huracanes y tormentas que han azotado en la región, el deterioro se fue incrementado.
Según Juan José Pérez Hernández, líder de pescadores de la región, en la última tormenta, que hubo el faro se hundió y se canteó hacia un lado, amenazando con caer, a la vez que, terminó de destruir las oficinas, la casa del guarda faro y las instalaciones en general. Desde entonces, el faro no funciona, lo que perjudica a las embarcaciones que con mucha dificultad logran orientarse hacia tierra.
Lenta construcción de faro
De acuerdo con algunos trabajadores, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se ha dado a la tarea desde hace algunos días, de iniciar con la construcción de un nuevo faro que tendrá una altura de 25 metros y que está siendo construido a escasos cien metros de la orilla del mar, pero que, según les han informado a estos empleados, se contempla la construcción de espigones para protegerlo del oleaje marino.
Devoró la carretera
La destrucción de la carretera costera y de terrenos ejidales, continúa su avance implacable, sin que ninguna autoridad ni nadie intervengan para frenarlo o ponerle una solución que permita que el tráfico vehicular de Paraíso a Sánchez Magallanes, Cárdenas, se regularice, situación que afecta a los habitantes de las comunidades asentadas en esta parte de la costa tabasqueña, como las rancherías Unión, ejido Guano Solo, Barra de Tupilco de Paraíso y de Cárdenas, ejido Arroyo Verde, Sinaloa, entre otros.
Transportistas que anteriormente prestaban sus servicios cubriendo la ruta Paraíso-Sánchez Magallanes y viceversa, tuvieron que suspenderla ante la imposibilidad de pasar por las partes donde el mar, prácticamente ha destruido completamente la carretera, además de que, la vía era azolvada por la arena que el mar le avienta cuando hay tormentas, y al pasar las unidades móviles se atascaban.
Los lugareños pidieron a Tabasco HOY que se dé a conocer esta situación, toda vez que –afirman-, tienen muchos problemas para poder transportar la poca producción de copra que obtienen o la pesca que logran, al igual que, cuando tienen la urgencia de trasladar a un enfermo, tienen que recorrer varios kilómetros a pie.
En general, las camionetas pesqueras y los vehículos pequeños, pueden pasar por los terrenos particulares por los cuales se han improvisado caminos alejados de la orilla de mar, entre los cocales o los manglares, no obstante, para poder pasar, los automovilistas y transportistas tienen que pagar 10 pesos y como son nueve “retenes” por poder pasar hasta Sánchez Magallanes, tienen que pagar 90 pesos.
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