Fuente: El Economista
Boluda Corporación Marítima ha pasado, en cinco años, de facturar 200 millones a 485 millones de euros, más de la mitad en el extranjero, con un ebitda (resultado bruto de explotación) de 84 millones.
Desde la sede del grupo, junto a sus astilleros en el puerto de Valencia, Vicente Boluda explica cómo afrontó la crisis y sus planes de expansión para cuando la situación mejore.
P ¿Cómo ha afectado la crisis a sus distintas líneas de negocio?
R La de remolcadores, que es el más importante, ha ido bien, igual que la de astilleros y la de petroleros. La única que ha tenido un descenso ha sido la naviera. La línea con Canarias ha bajado un 35 por ciento, porque ha bajado el tráfico marítimo mundial. A principios de 2009 decidimos empezar a achatarrar flota vieja y pasamos de tener 16 portacontenedores a 12. Redujimos la oferta. Si no lo hubiéramos hecho rápidamente, habríamos perdido en esa división 40 ó 50 millones.
P Su última gran inversión fue la ampliación de la terminal marítima en Canarias, que compró en 2006 a Acciona...
R Y va como un tiro. Ha crecido un 80 o un 90 por ciento desde que la compramos y estará manejando 400.000 contenedores al año.
P ¿Más compras a la vista?
R No, ahora está todo el mundo en las trincheras. Estamos viendo oportunidades, pero hay que tener en cuenta que nuestra compañía invierte todos los años 40 ó 50 millones en renovación de flota.
P ¿Oportunidades en terminales o en otros negocios?
R En todos los que estamos. Nuestra preferencia siempre han sido los remolcadores y el off-shore, es decir, la industria de las plataformas de petróleo. Las terminales vienen asociadas con la naviera. Si hay oportunidades también vamos a crecer ahí, y lo que sí queremos es internacionalizar mucho la naviera. En 2007, el 80 por ciento de su facturación era del tráfico Península-Canarias. Hoy supone el 43 por ciento y queremos que en dos o tres años no sea más del 9 por ciento. Lo que estamos haciendo es internacionalizarla. Tocamos ya África, desde Marruecos a Costa de Marfil, Portugal, Italia... Con las petroleras, la flota se está empleando bastante en América. En la naviera es donde hay más posibilidades de crecimiento. Yo espero que crezca en 10 años tres o cuatro veces lo que es ahora.
P ¿Superará el negocio de los remolcadores?
R Sí, puede superarlo. Sentimentalmente, nunca, jamás, pero económicamente sí.
P Eso requiere inversiones...
R Tenemos un plan a seis años de renovación de flota, no de ampliación, lo que pasa es que al final, por experiencia, un 50 por ciento de lo que tenías previsto retirar no lo retiras y lo destinas a otro sitio.
P ¿Cómo le tratan los bancos?
R Como bancos. Para los negocios navieros son necesarios, porque son negocios que tienen mucha deuda. Además, tenemos garantías hipotecarias sobre los barcos y siempre hemos devuelto el dinero. Nosotros, la única dificultad que tuvimos fue en la compra que habíamos hecho en Francia en 2008, en llegar al sindicado, que tenía que haber sido en seis meses y se hizo en ocho. Pero se firmó el sindicado a 10 años de 300 millones. Ahora es complicadísimo. El crédito sigue absolutamente cerrado y nosotros hablamos siempre de cantidades importantes, de 60 a 100 millones.
P ¿Cómo está de apalancado?
R Muchísimo menos que hace dos años. Aprovechando que hacíamos la operación de Francia refinanciamos todo el grupo. Han pasado dos años con los pagos más importantes en los primeros, y quedan ocho, pero con cantidades menos importantes. Estamos en cuatro veces el ebitda. El ideal para nosotros es dos veces o dos y media. En un par de años estaremos ahí.
P ¿Se ha planteado salir a bolsa?
R No estamos cerrados a ello, pero no ahora. El capital es totalmente familiar, yo tengo el 80 por ciento de las acciones. Si algún día decidimos salir a bolsa, primero sería para crecer, y segundo, para que quien no quisiera estar como accionista tuviera la posibilidad de vender ante un tercero y no verse obligado a quedarse porque crean que la valoración de sus acciones es distinta.
P ¿No le interesa un negocio de pasajeros, como Trasmediterránea, que Acciona tiene en venta?
R Los pasajeros se quejan mucho. Las mercancías si se rompen, lo paga el seguro y no pasa nada. Nunca puedes decir que no vas a hacer algo, pero en principio, no.
P ¿Qué previsión tiene para este año 2010?
R El presupuesto es repetir los resultados y facturación de 2009, aunque yo creo que van a ser mejores porque hasta junio estábamos un 5 ó 6 por ciento por encima.
P ¿Cree que estamos ya en el camino de la recuperación?
R Hemos llegado a un punto en el que no creo que vayamos a ir más abajo, pero va a ser algo lineal durante bastantes años.
P ¿Cómo ve la reforma laboral y qué otras reformas cree que hacen falta?
R La reforma laboral la veo necesaria. Yo creo que ahora debería de haber una política fiscal dirigida a incentivar a las empresas y a la capitalización de las compañías. Yo nunca he repartido dividendo..., pues que haya una moratoria y que el dividendo que no se reparta que no pague impuestos o pague sólo el 50 por ciento, por ejemplo. Eso es capitalizar la empresa, y el día que abones dividendo, que tengas que pagar más.
Boluda Corporación Marítima ha pasado, en cinco años, de facturar 200 millones a 485 millones de euros, más de la mitad en el extranjero, con un ebitda (resultado bruto de explotación) de 84 millones.
Desde la sede del grupo, junto a sus astilleros en el puerto de Valencia, Vicente Boluda explica cómo afrontó la crisis y sus planes de expansión para cuando la situación mejore.
P ¿Cómo ha afectado la crisis a sus distintas líneas de negocio?
R La de remolcadores, que es el más importante, ha ido bien, igual que la de astilleros y la de petroleros. La única que ha tenido un descenso ha sido la naviera. La línea con Canarias ha bajado un 35 por ciento, porque ha bajado el tráfico marítimo mundial. A principios de 2009 decidimos empezar a achatarrar flota vieja y pasamos de tener 16 portacontenedores a 12. Redujimos la oferta. Si no lo hubiéramos hecho rápidamente, habríamos perdido en esa división 40 ó 50 millones.
P Su última gran inversión fue la ampliación de la terminal marítima en Canarias, que compró en 2006 a Acciona...
R Y va como un tiro. Ha crecido un 80 o un 90 por ciento desde que la compramos y estará manejando 400.000 contenedores al año.
P ¿Más compras a la vista?
R No, ahora está todo el mundo en las trincheras. Estamos viendo oportunidades, pero hay que tener en cuenta que nuestra compañía invierte todos los años 40 ó 50 millones en renovación de flota.
P ¿Oportunidades en terminales o en otros negocios?
R En todos los que estamos. Nuestra preferencia siempre han sido los remolcadores y el off-shore, es decir, la industria de las plataformas de petróleo. Las terminales vienen asociadas con la naviera. Si hay oportunidades también vamos a crecer ahí, y lo que sí queremos es internacionalizar mucho la naviera. En 2007, el 80 por ciento de su facturación era del tráfico Península-Canarias. Hoy supone el 43 por ciento y queremos que en dos o tres años no sea más del 9 por ciento. Lo que estamos haciendo es internacionalizarla. Tocamos ya África, desde Marruecos a Costa de Marfil, Portugal, Italia... Con las petroleras, la flota se está empleando bastante en América. En la naviera es donde hay más posibilidades de crecimiento. Yo espero que crezca en 10 años tres o cuatro veces lo que es ahora.
P ¿Superará el negocio de los remolcadores?
R Sí, puede superarlo. Sentimentalmente, nunca, jamás, pero económicamente sí.
P Eso requiere inversiones...
R Tenemos un plan a seis años de renovación de flota, no de ampliación, lo que pasa es que al final, por experiencia, un 50 por ciento de lo que tenías previsto retirar no lo retiras y lo destinas a otro sitio.
P ¿Cómo le tratan los bancos?
R Como bancos. Para los negocios navieros son necesarios, porque son negocios que tienen mucha deuda. Además, tenemos garantías hipotecarias sobre los barcos y siempre hemos devuelto el dinero. Nosotros, la única dificultad que tuvimos fue en la compra que habíamos hecho en Francia en 2008, en llegar al sindicado, que tenía que haber sido en seis meses y se hizo en ocho. Pero se firmó el sindicado a 10 años de 300 millones. Ahora es complicadísimo. El crédito sigue absolutamente cerrado y nosotros hablamos siempre de cantidades importantes, de 60 a 100 millones.
P ¿Cómo está de apalancado?
R Muchísimo menos que hace dos años. Aprovechando que hacíamos la operación de Francia refinanciamos todo el grupo. Han pasado dos años con los pagos más importantes en los primeros, y quedan ocho, pero con cantidades menos importantes. Estamos en cuatro veces el ebitda. El ideal para nosotros es dos veces o dos y media. En un par de años estaremos ahí.
P ¿Se ha planteado salir a bolsa?
R No estamos cerrados a ello, pero no ahora. El capital es totalmente familiar, yo tengo el 80 por ciento de las acciones. Si algún día decidimos salir a bolsa, primero sería para crecer, y segundo, para que quien no quisiera estar como accionista tuviera la posibilidad de vender ante un tercero y no verse obligado a quedarse porque crean que la valoración de sus acciones es distinta.
P ¿No le interesa un negocio de pasajeros, como Trasmediterránea, que Acciona tiene en venta?
R Los pasajeros se quejan mucho. Las mercancías si se rompen, lo paga el seguro y no pasa nada. Nunca puedes decir que no vas a hacer algo, pero en principio, no.
P ¿Qué previsión tiene para este año 2010?
R El presupuesto es repetir los resultados y facturación de 2009, aunque yo creo que van a ser mejores porque hasta junio estábamos un 5 ó 6 por ciento por encima.
P ¿Cree que estamos ya en el camino de la recuperación?
R Hemos llegado a un punto en el que no creo que vayamos a ir más abajo, pero va a ser algo lineal durante bastantes años.
P ¿Cómo ve la reforma laboral y qué otras reformas cree que hacen falta?
R La reforma laboral la veo necesaria. Yo creo que ahora debería de haber una política fiscal dirigida a incentivar a las empresas y a la capitalización de las compañías. Yo nunca he repartido dividendo..., pues que haya una moratoria y que el dividendo que no se reparta que no pague impuestos o pague sólo el 50 por ciento, por ejemplo. Eso es capitalizar la empresa, y el día que abones dividendo, que tengas que pagar más.
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