Fuente: Excelsior
Claudia Solera
En Tamaulipas ocurrió algo inusual que no pasaba hace más de 50 años: La Escuela Náutica Mercante de Tampico interrumpió sus actividades. Sin uniforme de gala y por la puerta de atrás salieron los estudiantes del mar, debido a una amenaza del crimen organizado.
Autoridades de la Escuela Náutica recibieron un mensaje en el que se les advertía que si valoraban la vida de los muchachos, les daban como plazo el jueves 8 de abril, a las tres de la tarde, para desalojar la escuela, según versiones que los padres de alumnos mercantes dieron a Excélsior.
La Escuela Náutica de Tampico sólo ha interrumpido actividades dos veces en su historia, la primera en 1955 y la segunda, hace 11 días.
En 1955 desalojaron a los alumnos para recibir a más de 200 damnificados de los huracanes Hilda y Janet, y 55 años después para salvaguardar a los estudiantes.
Gustavo Celis Olvera, director de la Escuela Náutica de Tampico, rechazó revelar a Excélsior, cuál fue el motivo para suspender clases y descartó que fuera por una amenaza directa del crimen organizado contra sus alumnos. “Pregúntale a las autoridades”, respondió. Lo que sí confirmó fue la interrupción de actividades durante cuatro días, del 8 al 12 de abril.
Horas previas al desalojo, contaron estudiantes a sus padres, fueron llevados al gimnasio. Ahí los directivos del plantel los encerraron para ponerlos a salvo. Y les pidieron que si escuchaban cualquier detonación se tiraran al suelo.
En silencio y sin luz aguardaron hasta el momento en que salieron uno por uno de la Escuela Naútica, pero por la puerta trasera y sin maletas.
Antes de este hecho, la violencia ya había alterado la rutina de estudiantes, casi a la par de que la DEA, alertara a principios de año, sobre una inminente guerra entre bandas de narcotráfico por la ruptura entre el cártel del Golfo y Los Zetas.
Las salidas fugaces y esporádicas a la lavandería o a la tienda para hacer recargas a celular se habían terminado. Es más, se dice que estas lavanderías, ubicadas enfrente de la Escuela Naútica, ya hasta cancelaron sus servicios.
El uniforme blanco de gala, que los distingue como profesionales de la marina, también se quedará colgado hasta cuando haya mejores tiempos, pues hoy representa una amenaza para los jóvenes y es mejor que vistan de civil.
Como en México sólo existen tres Escuelas Náuticas Mercantes: Tampico, Mazatlán y Veracruz, era común ver llegar los fines de semanas a estudiantes provenientes de otros estados acompañados por sus papás y con las placas foráneas de sus automóviles, pero luego de la situación que vivieron ese jueves 8 de abril, prefirieron regresar solos y en autobús.
El estruendo de los constantes enfrentamientos afuera de la institución también retumba hasta las habitaciones de los alumnos. De repente se escuchan el explotar de granadas, las detonaciones de armas largas y un sin fin de ruidos propios de una guerra.
Desde hace una semana que regresaron los alumnos a la Escuela Náutica, los padres viven en angustia constante. Sólo esperan que concluya el semestre y así buscar alternativas para alejarlos de la violencia, como trastadar a sus hijos a uno de los otros dos planteles mercantes del país.
El Sistema Nacional de Educación Náutica Mercante cuenta con tres instituciones, ubicadas en Mazatlán, Tampico yVeracruz, así como el Centro de Educación Náutica en Campeche.
Son instituciones educativas a nivel superior con reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública, dedicadas a la formación de profesionales del mar y a la capacitación del personal subalterno de la marina mercante y pescadores.
Ofrece un modelo de formación integral con altos estándares de calidad, profesorado de primer nivel con gran experiencia en el ámbito de estudio, servicios de biblioteca, laboratorios, simuladores de alta tecnología e instalaciones de alojamiento y deportivas.
Claudia Solera
En Tamaulipas ocurrió algo inusual que no pasaba hace más de 50 años: La Escuela Náutica Mercante de Tampico interrumpió sus actividades. Sin uniforme de gala y por la puerta de atrás salieron los estudiantes del mar, debido a una amenaza del crimen organizado.
Autoridades de la Escuela Náutica recibieron un mensaje en el que se les advertía que si valoraban la vida de los muchachos, les daban como plazo el jueves 8 de abril, a las tres de la tarde, para desalojar la escuela, según versiones que los padres de alumnos mercantes dieron a Excélsior.
La Escuela Náutica de Tampico sólo ha interrumpido actividades dos veces en su historia, la primera en 1955 y la segunda, hace 11 días.
En 1955 desalojaron a los alumnos para recibir a más de 200 damnificados de los huracanes Hilda y Janet, y 55 años después para salvaguardar a los estudiantes.
Gustavo Celis Olvera, director de la Escuela Náutica de Tampico, rechazó revelar a Excélsior, cuál fue el motivo para suspender clases y descartó que fuera por una amenaza directa del crimen organizado contra sus alumnos. “Pregúntale a las autoridades”, respondió. Lo que sí confirmó fue la interrupción de actividades durante cuatro días, del 8 al 12 de abril.
Horas previas al desalojo, contaron estudiantes a sus padres, fueron llevados al gimnasio. Ahí los directivos del plantel los encerraron para ponerlos a salvo. Y les pidieron que si escuchaban cualquier detonación se tiraran al suelo.
En silencio y sin luz aguardaron hasta el momento en que salieron uno por uno de la Escuela Naútica, pero por la puerta trasera y sin maletas.
Antes de este hecho, la violencia ya había alterado la rutina de estudiantes, casi a la par de que la DEA, alertara a principios de año, sobre una inminente guerra entre bandas de narcotráfico por la ruptura entre el cártel del Golfo y Los Zetas.
Las salidas fugaces y esporádicas a la lavandería o a la tienda para hacer recargas a celular se habían terminado. Es más, se dice que estas lavanderías, ubicadas enfrente de la Escuela Naútica, ya hasta cancelaron sus servicios.
El uniforme blanco de gala, que los distingue como profesionales de la marina, también se quedará colgado hasta cuando haya mejores tiempos, pues hoy representa una amenaza para los jóvenes y es mejor que vistan de civil.
Como en México sólo existen tres Escuelas Náuticas Mercantes: Tampico, Mazatlán y Veracruz, era común ver llegar los fines de semanas a estudiantes provenientes de otros estados acompañados por sus papás y con las placas foráneas de sus automóviles, pero luego de la situación que vivieron ese jueves 8 de abril, prefirieron regresar solos y en autobús.
El estruendo de los constantes enfrentamientos afuera de la institución también retumba hasta las habitaciones de los alumnos. De repente se escuchan el explotar de granadas, las detonaciones de armas largas y un sin fin de ruidos propios de una guerra.
Desde hace una semana que regresaron los alumnos a la Escuela Náutica, los padres viven en angustia constante. Sólo esperan que concluya el semestre y así buscar alternativas para alejarlos de la violencia, como trastadar a sus hijos a uno de los otros dos planteles mercantes del país.
El Sistema Nacional de Educación Náutica Mercante cuenta con tres instituciones, ubicadas en Mazatlán, Tampico yVeracruz, así como el Centro de Educación Náutica en Campeche.
Son instituciones educativas a nivel superior con reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública, dedicadas a la formación de profesionales del mar y a la capacitación del personal subalterno de la marina mercante y pescadores.
Ofrece un modelo de formación integral con altos estándares de calidad, profesorado de primer nivel con gran experiencia en el ámbito de estudio, servicios de biblioteca, laboratorios, simuladores de alta tecnología e instalaciones de alojamiento y deportivas.
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