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Fuente: Veintepies
El presidente de la naviera Kawasaki Kisen Kaisha (“K” Line), Hiroyuki Maekawa, ha instado a sus empleados, en su tradicional mensaje de Año Nuevo, a “ver las circunstancias adversas” de la crisis económica “como una nueva oportunidad de crecimiento” que les pueda permitir aprovechar la situación en su favor.
“Desde su fundación, ‘K’ Line se ha enfrentado a muchos desafíos en un entorno económico que cambiaba rápidamente y ha superado cada uno de ellos con éxito bajo la dirección y la sabiduría de nuestros predecesores y, en ocasiones, mediante la dolorosa reestructuración de la compañía”, indicó Maekawa.
Dada la “gravedad y la severidad” de la recesión actual, el presidente emplazó a la plantilla a seguir trabajando para alcanzar una pronta recuperación y devolver al grupo a la senda de los beneficios. “Confío en que con vuestra determinación y vuestras acciones conseguiremos una mejor actuación este año que, en contraprestación, posicionará a la compañía para seguir desarrollándose en los próximos años”, señaló.
En el mensaje, Maewaka se refirió al Comité de Reforma Estructural de los Negocios que el grupo japonés puso en marcha el pasado mes de agosto y cuyas conclusiones han llevado a la compañía a adoptar diversas medidas destinadas “en la medida de lo posible” a “reconstruir la compañía y reforzar su sólido posicionamiento competitivo”. Advirtió de que pese a que las economías europeas y la estadounidense hayan empezado a repuntar en el último trimestre de 2009, la crisis no se ha superado todavía y es probable que sus efectos se prolonguen durante los próximos años.
Entre los planes adoptados por “K” Line para capear el temporal económico, figura restructurar su división de contenenedores, “la que más daño ha sufrido”, reduciendo y reorganizando la capacidad de carga de los servicios con destino a Norteamérica y Europa, en línea con el descenso de la demanda. Mediante la venta o la retirada del servicio, la naviera japonesa se ha desprendido de una treintena de naves de contenedores, al tiempo que ha pospuesto o modificado sus pedidos de nuevos barcos para mejorar su liquidez económica.
Esas medidas de ahorro y recorte del gasto se han aplicado también a los buques ro-ro y al trasporte de graneles sólidos y de materias primas energéticas, lo que ha permitido mejorar rápidamente la capacidad de la naviera para generar beneficios. Tras terminar el ejercicio de 2009 con pérdidas, la compañía espera volver a generar beneficios en el próximo año fiscal, que comprende de abril de 2010 a marzo de 2011.
Seguridad
El presidente de “K” Line también destacó que la naviera no ha experimentado accidentes marítimos destacables en 2009 pese a los “riesgos potenciales e imprevisibles” que genera el “turbulento clima político en el mundo” y aludió, como emplejo, a los ataques de piratas somalís en el Golfo de Adén. “La seguridad en la nevegación es esencial y fundamental para nuestra integridad como compañía marítima”, subrayó.
El presidente de la naviera Kawasaki Kisen Kaisha (“K” Line), Hiroyuki Maekawa, ha instado a sus empleados, en su tradicional mensaje de Año Nuevo, a “ver las circunstancias adversas” de la crisis económica “como una nueva oportunidad de crecimiento” que les pueda permitir aprovechar la situación en su favor.
“Desde su fundación, ‘K’ Line se ha enfrentado a muchos desafíos en un entorno económico que cambiaba rápidamente y ha superado cada uno de ellos con éxito bajo la dirección y la sabiduría de nuestros predecesores y, en ocasiones, mediante la dolorosa reestructuración de la compañía”, indicó Maekawa.
Dada la “gravedad y la severidad” de la recesión actual, el presidente emplazó a la plantilla a seguir trabajando para alcanzar una pronta recuperación y devolver al grupo a la senda de los beneficios. “Confío en que con vuestra determinación y vuestras acciones conseguiremos una mejor actuación este año que, en contraprestación, posicionará a la compañía para seguir desarrollándose en los próximos años”, señaló.
En el mensaje, Maewaka se refirió al Comité de Reforma Estructural de los Negocios que el grupo japonés puso en marcha el pasado mes de agosto y cuyas conclusiones han llevado a la compañía a adoptar diversas medidas destinadas “en la medida de lo posible” a “reconstruir la compañía y reforzar su sólido posicionamiento competitivo”. Advirtió de que pese a que las economías europeas y la estadounidense hayan empezado a repuntar en el último trimestre de 2009, la crisis no se ha superado todavía y es probable que sus efectos se prolonguen durante los próximos años.
Entre los planes adoptados por “K” Line para capear el temporal económico, figura restructurar su división de contenenedores, “la que más daño ha sufrido”, reduciendo y reorganizando la capacidad de carga de los servicios con destino a Norteamérica y Europa, en línea con el descenso de la demanda. Mediante la venta o la retirada del servicio, la naviera japonesa se ha desprendido de una treintena de naves de contenedores, al tiempo que ha pospuesto o modificado sus pedidos de nuevos barcos para mejorar su liquidez económica.
Esas medidas de ahorro y recorte del gasto se han aplicado también a los buques ro-ro y al trasporte de graneles sólidos y de materias primas energéticas, lo que ha permitido mejorar rápidamente la capacidad de la naviera para generar beneficios. Tras terminar el ejercicio de 2009 con pérdidas, la compañía espera volver a generar beneficios en el próximo año fiscal, que comprende de abril de 2010 a marzo de 2011.
Seguridad
El presidente de “K” Line también destacó que la naviera no ha experimentado accidentes marítimos destacables en 2009 pese a los “riesgos potenciales e imprevisibles” que genera el “turbulento clima político en el mundo” y aludió, como emplejo, a los ataques de piratas somalís en el Golfo de Adén. “La seguridad en la nevegación es esencial y fundamental para nuestra integridad como compañía marítima”, subrayó.
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