Fuente: The Houston Chronicle
Por CHRIS KAHN
The Associated Press
Los buques cisterna que recorrían el mundo tratando de satisfacer una demanda insaciable de petróleo están hoy anclados, repletos del combustible, con una tripulación que no sabe qué hacer para pasar el tiempo.
En Estados Unidos, el mayor consumidor de petróleo, los grandes depósitos ya casi no dan abasto.
La demanda de petróleo ha bajado y los países productores se quedan sin espacio para almacenar el hidrocarburo.
Ha pasado un año desde que los precios del petróleo alcanzaron sus máximos niveles de la historia. Hoy, productores e intermediarios encaran una nueva realidad: el mundo quiere consumir menos petróleo, no más. Y cerrar el grifo resulta bastante fácil.
Las compañías petrolíferas están acumulando crudo, a la espera de que aumente la demanda y de que pase la recesión, para que el negocio vuelva a ser rentable.
Países petroleros como Irán han almacenado millones de barriles en buques cisterna que permanecen anclados, sacando crudo del mercado para tratar de frenar la caída de los precios, que está devastando sus economías.
Los intermediarios siempre han especulado, restringiendo la oferta para hacer subir los precios. Pero dicen que la dinámica actual es diferente, por la velocidad con que se desmoronaron los precios.
"Nadie esperaba esto", expresó Antoine Halff, analista de Newedge. "La mayor parte de la gente pensó que el mercado seguiría elevando los precios, hasta los 200 dólares el barril, o incluso 250".
La estrategia actual es almacenar el hidrocarburo. Los que pueden comprar petróleo barato y guardarlo, tal vez consigan venderlo a precios elevados en el futuro, cuando se recupere la economía.
Los depósitos de Cushing, Oklahoma, en un enorme complejo que tiene el 10% del petróleo de los Estados Unidos, se están llenando desde hace meses. No se ha revelado qué tan cerca están de ser colmados, pero los analistas de la industria creen que no falta mucho.
Hay otros depósitos en el país con espacio de sobra para almacenar petróleo, pero Cushing es donde se hace la entrega del petróleo negociado en la bolsa de materias primas (Mercantile Exchange) de Nueva York. Cuanto más cerca esté Cushing del punto de saturación, más bajan los precios del petróleo.
Grandes cantidades de petróleo son almacenadas en gigantescos buques cisterna y allí se quedan. Las tripulaciones de estos buques no tienen mucho que hacer mientras esperan que mejore el mercado, solo pintar y volver a pintar las cubiertas para entretenerse.
Hay más de 30 buques cisterna, con capacidad para dos millones de barriles, que hacen de depósitos flotantes en estos días. Están anclados alrededor del mundo, frente a las costas de Texas, de Europa, de Nigeria y en otros sitios.
"Es algo costoso", dijo Phil Flynn, analista de Alaron Trading. "Si uno guarda una cantidad de petróleo, pagando los costos de almacenamiento y los seguros, y después no encuentra un comprador, puede verse obligado a vender a precios rebajados para sacarse de encima esa carga".
Por otro lado, al saturarse los depósitos en tierra firme, las compañías propietarias de buques cisternas hacen negocio y cobran un promedio de 75.000 dólares diarios, tres veces lo que cobraban hace menos de un año, para guardar el crudo, según Douglas Mavrinac, analista de Jefferies & Co.
La demanda de crudo comenzó a subir a principios de la década de 1980, y se aceleró más todavía al cobrar impulso el crecimiento económico de China. Los productores extraían mares de petróleo para sacar provecho del aumento de los precios. Pero cuando llegó la recesión y se congeló el crédito, los inventarios subieron.
En el mercado internacional del petróleo participa tanta gente que nadie puede controlar los precios. La Organización de Países Exportadores de Petroleo redujo su producción en más de cuatro millones de barriles diarios, pero no pudo impedir que el crudo se venda a menos de 40 dólares el barril. Hace un año, se vendía a 147 dólares el barril.
Los expertos no están muy seguros de lo que sucederá cuando todo ese petróleo almacenado sea vendido finalmente.
Una posibilidad es que, con los precios tan bajos, las empresas suspendan la producción en un esfuerzo por hacer subir los precios.
Hay quienes dicen que los precios se desmoronarán más todavía si todo ese petróleo almacenado sale al mercado al mismo tiempo.
"Si todos salen corriendo al mismo tiempo, habrá un derrumbe de los precios", pronosticó Flynn.
En Estados Unidos, el mayor consumidor de petróleo, los grandes depósitos ya casi no dan abasto.
La demanda de petróleo ha bajado y los países productores se quedan sin espacio para almacenar el hidrocarburo.
Ha pasado un año desde que los precios del petróleo alcanzaron sus máximos niveles de la historia. Hoy, productores e intermediarios encaran una nueva realidad: el mundo quiere consumir menos petróleo, no más. Y cerrar el grifo resulta bastante fácil.
Las compañías petrolíferas están acumulando crudo, a la espera de que aumente la demanda y de que pase la recesión, para que el negocio vuelva a ser rentable.
Países petroleros como Irán han almacenado millones de barriles en buques cisterna que permanecen anclados, sacando crudo del mercado para tratar de frenar la caída de los precios, que está devastando sus economías.
Los intermediarios siempre han especulado, restringiendo la oferta para hacer subir los precios. Pero dicen que la dinámica actual es diferente, por la velocidad con que se desmoronaron los precios.
"Nadie esperaba esto", expresó Antoine Halff, analista de Newedge. "La mayor parte de la gente pensó que el mercado seguiría elevando los precios, hasta los 200 dólares el barril, o incluso 250".
La estrategia actual es almacenar el hidrocarburo. Los que pueden comprar petróleo barato y guardarlo, tal vez consigan venderlo a precios elevados en el futuro, cuando se recupere la economía.
Los depósitos de Cushing, Oklahoma, en un enorme complejo que tiene el 10% del petróleo de los Estados Unidos, se están llenando desde hace meses. No se ha revelado qué tan cerca están de ser colmados, pero los analistas de la industria creen que no falta mucho.
Hay otros depósitos en el país con espacio de sobra para almacenar petróleo, pero Cushing es donde se hace la entrega del petróleo negociado en la bolsa de materias primas (Mercantile Exchange) de Nueva York. Cuanto más cerca esté Cushing del punto de saturación, más bajan los precios del petróleo.
Grandes cantidades de petróleo son almacenadas en gigantescos buques cisterna y allí se quedan. Las tripulaciones de estos buques no tienen mucho que hacer mientras esperan que mejore el mercado, solo pintar y volver a pintar las cubiertas para entretenerse.
Hay más de 30 buques cisterna, con capacidad para dos millones de barriles, que hacen de depósitos flotantes en estos días. Están anclados alrededor del mundo, frente a las costas de Texas, de Europa, de Nigeria y en otros sitios.
"Es algo costoso", dijo Phil Flynn, analista de Alaron Trading. "Si uno guarda una cantidad de petróleo, pagando los costos de almacenamiento y los seguros, y después no encuentra un comprador, puede verse obligado a vender a precios rebajados para sacarse de encima esa carga".
Por otro lado, al saturarse los depósitos en tierra firme, las compañías propietarias de buques cisternas hacen negocio y cobran un promedio de 75.000 dólares diarios, tres veces lo que cobraban hace menos de un año, para guardar el crudo, según Douglas Mavrinac, analista de Jefferies & Co.
La demanda de crudo comenzó a subir a principios de la década de 1980, y se aceleró más todavía al cobrar impulso el crecimiento económico de China. Los productores extraían mares de petróleo para sacar provecho del aumento de los precios. Pero cuando llegó la recesión y se congeló el crédito, los inventarios subieron.
En el mercado internacional del petróleo participa tanta gente que nadie puede controlar los precios. La Organización de Países Exportadores de Petroleo redujo su producción en más de cuatro millones de barriles diarios, pero no pudo impedir que el crudo se venda a menos de 40 dólares el barril. Hace un año, se vendía a 147 dólares el barril.
Los expertos no están muy seguros de lo que sucederá cuando todo ese petróleo almacenado sea vendido finalmente.
Una posibilidad es que, con los precios tan bajos, las empresas suspendan la producción en un esfuerzo por hacer subir los precios.
Hay quienes dicen que los precios se desmoronarán más todavía si todo ese petróleo almacenado sale al mercado al mismo tiempo.
"Si todos salen corriendo al mismo tiempo, habrá un derrumbe de los precios", pronosticó Flynn.
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