Fuente: El País
Los pesqueros se hunden básicamente por fallos en la estabilidad; las causas son matemáticas y fijas, con muy pocas variaciones". Así de claro se expresó ayer Luis Meguilzo, subdirector adjunto de la Dirección General de Marina Mercante, a la hora de explicar los últimos naufragios a la luz de los informes que elabora la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes Marítimos que, entre otros casos, estudia el del arrastrero coruñés Cordero. Fue en una ponencia sobre Seguridad en Buques de Pesca menores de 24 metros que organizó el Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos en la feria Navalia.
Precisamente, el decano territorial del COIN, Guillermo Gefaell, coincidió en esto con Meguilzo y afirmó que, a pesar de que "siempre hay una acumulación de factores en un hundimiento, la estabilidad del barco es esencial para protegerlo de la zozobra". Y así como una modificación aislada puede ser inofensiva, "las reformas que se realizan sin permiso a lo largo de la vida de un buque" comprometen su estabilidad. Por ello, aboga por "penalizar" todos los agentes implicados en esos procesos, desde los talleres a los patrones y armadores, responsables éstos últimos de que la nave cumpla con la normativa de seguridad. Y, al igual que otras voces del sector, instan a Fomento a hacer públicas las investigaciones de los accidentes para no repetir errores y ajustar las normativas a la realidad para "evitar suspicacias".
Meguilzo detalló que los pesos y el agua en cubierta, los desagües taponados, un exceso de artes de pesca y el tipo de navegación, como mar de popa y aleta, son factores de enorme riesgo para la seguridad. Gefaell añadió, por su parte, otros elementos como la ocupación de espacios inadecuados (en cubierta o bodega) para el almacenamiento de combustible o capturas, la maquinaria auxiliar como maquinillas de arrastre o grúas más fuertes y otra suma de cargas que se producen, sobre todo, en cubierta. Por ello apuesta por acortar los plazos de inspección de los diez años actuales a cinco.
"Problema social"
El capitán marítimo de A Coruña, Gustavo Ortega, que se encontraba entre el público, explicó que en Galicia esto es "un problema social" que afecta, sobre todo, a la pesca de bajura (el 88% de la flota autonómica la componen barcos de menos de 24 metros). En Galicia, donde hay censados 5.200 buques de pesca, alrededor de 2.000 están en proceso de ser regularizados.
Miguel López Sieiro, secretario general de la Consellería de Pesca, clausuró el seminario y señaló que "hay que olvidarse un poco del tema punitivo e ir más al formativo". Por ello recogió el ofrecimiento del COIN para colaborar en la mejora de la seguridad marítima. Medidas que van desde una mejor formación en estabilidad para los titulados, más prevención o necesidad de contar con el aval de Capitanía Marítima para cobrar las subvenciones por la modernización de los barcos.
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jueves, 22 de mayo de 2008
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