Dirección del CHAT


El Blog no se hace responsable por las opiniones emitidas en este espacio. Los comentarios aquí publicados son responsabilidad de quién los escribe.

viernes, 13 de abril de 2007

México trata de salvar a su grande y declinante yacimiento petrolero

Fuente: Sentido Comun
Autor: David Luhnow

Plataforma petrolera Akal C, Golfo de México, 12 de abril – En marzo de 1971, un pescador mexicano llamado Rudecindo Cantarell atrajo a varios geólogos de la paraestatal Petróleos Mexicanos a este lugar, donde había visto manchas de petróleo. Cantarell no lo sabía, pero había descubierto uno de los mayores yacimientos de petróleo jamás hallados en el mar.

Unas décadas y 12,000 millones de barriles después, el yacimiento, que lleva el nombre de Cantarell, se agota; y Pemex, como se conoce a la paraestatal, lucha por impedir su final. Entre enero de 2006 y febrero de 2007, Cantarell perdió un sorprendente 20% de su producción, y su producción diaria se redujo hasta 1.6 millon! es de barriles, contra dos millones anteriores.

La industria petrolera se quedó pasmada. Cantarell, que actualmente produce uno de cada 50 barriles de petróleo que entran al mercado mundial, se agota con tal rapidez que los analistas creen que, en ocho años, México podría convertirse en importador de petróleo. Eso afectaría sensiblemente a la economía del país, que depende de las exportaciones petroleras para financiar 40% de su gasto gubernamental.

El continuo deterioro del segundo yacimiento petrolero mundial en producción, también afectaría los precios del mercado mundial, donde el abasto apenas puede satisfacer la crecie! nte demanda. Asimismo, esto haría a Estados Unidos más dependi! ente del suministro de Medio Oriente, y mucho más vulnerable a la agitación política de esa región.

El final de Cantarell subraya un problema mundial: casi una cuarta parte de la producción petrolera diaria mundial, de 85 millones de barriles, se extrae de los 20 mayores yacimientos, de acuerdo con cálculos de Wood Mckenzie, firma de consultoría con sede en Escocia. Muchos de esos yacimientos, descubiertos hace décadas, muy pronto podrían seguir el destino de Cantarell.

En general, se cree que ya se han descubierto los mayores yacimientos petroleros del mundo. En las décadas previas a la de 1970, el mundo descubrió ocho grandes yacim! ientos que producían entre 500,000 y un millón de barriles diarios, de acuerdo con Matthew Simmons, veterano banquero de la industria petrolera.

Durante las décadas de 1970 y 1980, sólo se descubrieron dos. Desde entonces, sólo uno: Kashagan, de Kazajstán, tiene el potencial de superar con facilidad la marca de los 500,000 barriles diarios.

Hace dos décadas, cerca de una docena de yacimientos producían más de un millón de barriles diarios. Ahora sólo hay cuatro, uno de ellos es Cantarell. El futuro de otros dos, descubiertos hace más de 50 años, siguen en duda.

Algunos analistas especulan que Ghawar, en Arabia Saudita, el mayor yacimiento hasta ahora, podría comenzar una gradual disminución dentro de una década, aproximadamente. El otro, Burgan, en Kuwait, ya revela signos de madurez. En noviembre de 2005, Kuwait Oil redujo la estimación del nivel sostenible de producción de este yacimiento a 1.7 millones de barriles diarios, en vez de 1.9 millones diarios.

Los grandes pozos brotantes son difíciles de reemplazar. Los países industrializados, que hace años perforaron sus grandes yacimientos, no han podido mantener la producción, a pesar de haber hallado grandes cantidades de yacimientos pequeños y de haber invertido mucho dinero en tecnología.

La producción de Alaska, minada por el agotamiento del yacimiento gigante Prudhoe Bay, cayó de dos millones de barriles diarios en 1988 a su producción actual, cercana a 900,000 diarios.

“El mundo enfrenta una situación en la que la producción de los yacimientos más pequeños trata de compensar el agotamiento de los grandes, como Cantarell”, dijo Mike Rodgers, socio de la firma de consultoría industrial PFC Energy de Houston. “Estamos en un círculo vicioso, tratando de satisfacer la demanda hasta que se llega a un punto en el que ya no es posible avanzar m! ás”.

Algunos veteranos de la industria son más optimistas. Afirman que la tecnología y los altos precios ayudan a explotar las vastas fuentes “no convencionales”, como las arenas bituminosas de Canadá. También dicen que la tecnología retrasará cualquier declinación de los grandes yacimientos, al liberar miles de millones de barriles de petróleo adicional, que acostumbraba ser muy caro o de difícil acceso.

En Texas y California, los yacimientos descubiertos a fines del siglo XIX aún son productivos. “El mundo ha podido depender de los grandes yacimientos durante las últimas décadas”, dijo Khalid al-Roldan, miembro invitado del Center for Strategic and International Studies, con sede en Washingt! on, D.C.

Pero aún si hay suficiente petróleo bajo el suelo, los políticos encima de éste se entrometen. La gran mayoría de los grandes yacimientos restantes del mundo está en países en vías de desarrollo y son administrados por empresas paraestatales, que con frecuencia son menos eficientes que sus homólogas privadas.

Las paraestatales de muchos países, como Venezuela e Irán, son exprimidas por sus gobiernos mediante los impuestos, lo que reduce su capacidad para invertir en nueva tecnología. Las restricciones legales dificultan que las paraestatales petroleras trabajen con firmas extranjeras, privándolas de las técnicas ut! ilizadas en el resto de la industria.!

Pemex sufre de muchas de estas limitaciones. Los dos últimos directores generales fueron incapaces de convencer al Congreso de México para eliminar las restricciones a la inversión extranjera, que se encuentran en la Constitución mexicana y son consideradas como la esencia del nacionalismo mexicano. Se espera que Felipe Calderón, el nuevo presidente del país, intente terminar con estas restricciones, pero tiene pocas probabilidades de éxito.

Como todos los grandes yacimientos petroleros, Cantarell tiene una historia geológica inusual. De acuerdo con los geólogos, pudo haberse formado gracias al asteroide que se estrelló en la península de Yucatán hace unos ! 65 millones de años: el mismo evento que se cree que provocó la extinción de los dinosaurios. Este impacto produjo grandes grietas subterráneas, que permitieron que se acumulara en un solo lugar el petróleo producido en los milenios anteriores.

Este yacimiento pasó desapercibido hasta que Cantarell, el pescador, sacó sus redes manchadas de petróleo mientras pescaba camarón, en la década de 1960. Al pensar que el petróleo provenía de las operaciones de Pemex, era común que llevara sus redes manchadas de petróleo cientos de kilómetros, hasta la oficina más cercana de Pemex, del vecino estado de Veracruz, para que le retribuyeran sus pérdidas. Por fin, de acuerdo con algunos funcionarios de Pemex, el monopolio petrolero se exasperó tanto con Cantarell, que ordenó que se verificara su historia.

El descubrimiento fue espectacular. A diferencia de la mayoría de los yacimientos petroleros, que tienen un delgado estrato rocoso y rico en petróleo y que se extiende varios kilómetros en todas direcciones, Cantarell tiene la forma de un gran volcán subterráneo, con enormes cantidades de petróleo en un lugar relativamente pequeño. Al tiempo que Ghawar, en Arabia Saudita, se extiende cerca de 7,000 kilómetros cuadrados, Cantarell sólo se extiende 180. Desde una plataforma, es posible ver todo el yacimiento.

La formación de Cantarell hace que su yacimiento sea fácil de explotar. Éste tenía tanta presión inicial, que el primer pozo de Pemex produjo 36,000 barr! iles diarios, contra los pocos cientos de barriles que produce la mayoría de los pozos en un inicio.

Asimismo, el yacimiento está en aguas relativamente poco profundas: a 50 metros. El agua es tan tranquila que se puede ver una barracuda nadando entre las plataformas y no hay necesidad de usar las costosas plataformas de aguas profundas. En la actualidad, Cantarell sólo necesita 208 pozos para extraer el equivalente a un cuarto de la producción de Estados Unidos, en tanto que ese país requiere cientos de miles de pozos para lograr un rendimiento similar.

Pero la abundancia de este yacimiento también generó complacencia. Com! o ocurre en muchos países ricos en petróleo, México dependió d! el petró leo para apoyar el gasto corriente, pero no se pensaba en lo que sucederá cuando se termine el petróleo. El año pasado, Cantarell generó cerca de 25,000 millones de los 53,000 millones de dólares que Pemex entregó al gobierno. Los elevados impuestos han dejado a Pemex sin dinero en efectivo para invertir en la exploración de nuevos yacimientos para reemplazar a su gigante que envejece.

Cantarell produjo cerca de un millón de barriles diarios desde la década de 1980 hasta mediados de la de 1990, cuando el yacimiento empezó a perder presión poco a poco. Eso le sucede a todos los yacimientos: empiezan con una enorme presión natural debido a que están enterrados de manera profunda, debajo de capas de piedra pesada. Pero a partir del momento en que un pozo llega al yacimiento y extrae petróleo, la presión! se reduce, como cuando se deja salir el aire de un globo.

Por eso, en 1998, Pemex empezó a inyectar grandes cantidades de nitrógeno al yacimiento, lo que equivale a apretar un globo desde su base. La producción se duplicó sobradamente, para alcanzar un máximo de 2.3 millones de barriles diarios en 2004. Esa decisión fue considerada un éxito técnico, aunque era una solución temporal: sólo aumentó la velocidad de explotación del yacimiento y preparó el escenario para una declinación más marcada.

Hoy, la falta de dinero y tecnología de Pemex es una desventaja para manejar el agotamiento. La empresa no tenía en sus plataformas ! de Cantarell ninguna máquina para separar el agua del petróleo! , que es un equipo estándar en casi todo el resto de la industria.

Así, cuando el agua de un acuífero subterráneo empezó a trasminarse a los pozos, algo muy común en los yacimientos más antiguos, Pemex tenía que cerrar los pozos. La empresa cerraba cualquier pozo en el que el contenido de agua alcanzara entre 3% y 5% del petróleo. Por contraste, hay pozos en Texas que son capaces de producir con 99% de agua.

“El problema del agua nos sorprendió, pero lo estamos resolviendo”, dijo Gustavo Hernández, jefe de planeación de Pemex en el yacimiento. Erguido en la parte alta de una plataforma del Golfo, Hernández dijo que la empresa ha mod! ificado las plataformas para manejar contenidos de agua entre 8 y 9% y que este año instalará una planta adicional de separación de agua, permitiendo con ello que se reabran más pozos.

El año anterior, Pemex perforó sus primeros pozos horizontales en este yacimiento, algo que las petroleras privadas hacen desde principios de la década de 1980. Los pozos horizontales se perforan hacia abajo en un yacimiento, como uno vertical tradicional, y después se extienden varios kilómetros en sentido horizontal, lo que permite que una sola plataforma extraiga petróleo de un área mucho mayor. Este año, Pemex planea perforar más pozos similares.

Pemex dijo que etapas como esta, parte de una inversió! n de 2,4 00 millones de dólares en este yacimiento, hará más lenta la declinación a la mitad aproximadamente del ritmo del año pasado. En lugar de un descenso de 400,000 barriles diarios, Pemex espera que Cantarell pierda cerca de 200,000 barriles a fines de este año. Después de eso, la empresa dijo que es probable que Cantarell siga declinando cerca de 10% al año, hasta un promedio diario de 600,000 barriles en 2013.

Pemex espera compensar en gran parte la declinación de Cantarell en los próximos tres años al hacer el mismo tipo de inyección de nitrógeno en su segundo mayor yacimiento productor, Ku-Maloob-Zaap, una serie de tres yacimientos que se pueden avistar desde la plataforma de Cantarell. (Sus nombres mayas significan “nido”, “bueno” y “carbón”). Pero Ku-Maloob-Zaap, que también está clasificado entre! los 20 yacimientos más importantes del mundo, empezará su propia declinación en 2011, de acuerdo con Pemex.

Eso deja a Chicontepec, un enorme yacimiento petrolero terrestre al este de México, descubierto en la década de 1920, pero que no ha sido totalmente desarrollado, debido a su fragmentación en pequeñas bolsas que se extienden en miles de kilómetros cuadrados sobre terreno rocoso.

Pemex dijo que necesitará más de 15,000 pozos para explotar totalmente este yacimiento: una gran tarea para una empresa que ha perforado cerca de 23,000 pozos desde que se formó en 1938. Desarrollar Chicontepec también es difícil desde el pun! to de vista político: hay muchos pueblos cercanos que pudieran! ver con malos ojos la producción petrolera en su patio trasero.

Por ahora, Pemex hace lo que puede para mantener la producción de Cantarell durante el mayor tiempo posible. Una banda de petróleo que se estrecha significa que los pozos que se perforan a profundidades menores han empezado a encontrar gas, menos valioso que el petróleo. Los pozos demasiado profundos encuentran agua, que debe separarse del petróleo antes de venderlo.

“Es un constante juego de adaptación”, dijo Hernández, el jefe de planeación del yacimiento. En la mayoría de los casos, Pemex trata de reemplazar la producción al volver a perforar el mismo pozo, ya sea má! s abajo o más arriba. No obstante, Hernández espera perder 30 pozos este año.

Benjamín Melo, gerente de la plataforma Akal C, trata de evaluar el futuro al ver a lo largo del yacimiento: “Este ha sido un yacimiento generoso. Y aún contiene mucho petróleo. Pero no durará para siempre”.

Traducido por Luis Cedillo
Editado por Juan Carlos Jolly

No hay comentarios.: