Fuente: Nuestromar
En el proceso de liquidación podría surgir un debate en torno a las responsabilidades.
El terremoto en Chile es el quinto más destructivo del mundo en el último siglo, han afirmado algunas de las principales compañías reaseguradoras a nivel global. De hecho, según sus estimaciones, los pagos por reaseguros comprometidos tras las pérdidas que dejó se elevarían a casi 2.000 millones de dólares y esta cifra podría seguir creciendo en el futuro. En la industria marítima, gran parte de las empresas y puertos que resultaron afectados cuentan con seguros que cubren sus daños.
Para el gerente de Cave & Cía Ltda. y de Cave Liquidadores de Seguros Ltda., Andrew Cave, “por la magnitud de esta catástrofe, la liquidación de este siniestro puede demorar mucho tiempo, quizás un año o más”. El ejecutivo sostiene que a raíz del terremoto y tsunami que azotó a las costas chilenas se produjeron daños a la propiedad, tanto en instalaciones portuarias, como en algunos barcos, los que son cubiertos en primera instancia por los seguros que han contratado los propietarios de esas naves o infraestructuras.
Responsabilidades
Sin embargo, estima que en medio este escenario surge el tema de las responsabilidades, ya que en el caso de los puertos, “los dueños de la infraestructura portuaria primero van a determinar el valor de sus pérdidas, pero una vez que dimensionen los perjuicios van a intentar recuperar al menos parte de ellas de terceras personas y van a buscar hacer valer eventuales responsabilidades, por ejemplo, en los dueños de naves que podrían haber estado cargando o descargando en el puerto al momento del terremoto y haber causado algún daño a las instalaciones, como lo que se produjo en el puerto de San Antonio, donde algunos barcos que estaban amarrados salieron a la gira arrancando algunas bitas”.
Esta situación incluso generaría “disputas legales” y llevaría a las partes a enfrentarse en un juicio, “en un proceso que podría llegar a ser más largo que la misma recuperación de los daños”, asegura, sobretodo cuando se estiman pérdidas tan altas como las que se están proyectando en el puerto de San Antonio, donde “actualmente se manejan estimaciones de daños por varias decenas de millones de dólares”.
La liquidación
Según Cave, para llevar a cabo la liquidación de un siniestro de este tipo, primero el asegurado contacta a su corredor de seguros, presenta una denuncia de siniestro y posteriormente se determina la participación de un liquidador especializado, que investiga cuáles son los daños, los costos de reparación, el valor de los restos dañados, las causas, si hay algún responsable y cuánto de los costos del siniestro corresponde que lo asuma la compañía de seguros, porque en la liquidación “pueden haber ciertos aspectos que corresponde pagar y otros no, eso depende de lo que establezca el contrato firmado entre asegurado y asegurador”, señala.
Finalmente, el liquidador de seguros elabora un informe y hace una recomendación de lo que le corresponde cancelar a la compañía de seguros del total de los daños ocasionados conforme a los términos del contrato de seguros. Si esta recomendación logra el consenso tanto de asegurado como de asegurador se procede al pago, explica Andrew Cave.
Los principales seguros que cubren riesgos en la industria marítima son, en el caso de los buques, los Seguros de Casco y Máquina, que amparan la nave asegurada contra pérdidas o daños que pueda sufrir en el ejercicio normal de sus operaciones, por ejemplo, Cave reconoce que los pesqueros afectados en el Puerto de Talcahuano y San Vicente como consecuencia del tsunami sin duda tienen Seguros de Casco que se tendrían que hacer cargo de los daños. También están los Seguros de P & I, que se refieren a la responsabilidad civil y administrativa generada por daños causados a terceros.
En cuanto a los seguros de infraestructura portuaria, destaca que tanto el Estado como los concesionarios tienen ciertos seguros que protegen sus instalaciones en caso de sufrir algún siniestro, y seguros de responsabilidad civil, que cubren posibles daños causados a terceros al interior de los recintos portuarios; pero también, existen los seguros de carga, que se aplican en caso de que la mercancía sufra algún perjuicio mientras es transportada; y los seguros de casco de contenedores, que protegen la condición física de estas unidades.
Impacto
Probablemente para la mayoría de las compañías aseguradoras locales la mayor parte de los costos que asumirá este 2010 es el terremoto del pasado 27 de febrero, pero según Andrew Cave todavía es pronto para predecir el impacto que tendrá este hecho en este mercado.
“En el caso de los seguros a barcos esta coyuntura fue importante, pero no tanto como para que haya un aumento significativo de los precios. En cuanto a los seguros a la carga, el tamaño del mercado asegurador es más pequeño, por lo que aún si los daños son menores, el impacto podría ser mayor. Por último, creo que el mercado de seguros de infraestructura portuaria podría experimentar un incremento en los precios básicamente por la magnitud de los daños producidos”.
Pese a los posibles efectos que podrían generar los últimos acontecimientos ocurridos en el país en las compañías de seguros especializadas en el sector marítimo que operan a nivel nacional, reconoce que tienen la solvencia económica y las reservas técnicas suficientes para enfrentar el pago de indemnizaciones de los siniestros producidos por esta catástrofe.
MUNDO MARÍTIMO
El terremoto en Chile es el quinto más destructivo del mundo en el último siglo, han afirmado algunas de las principales compañías reaseguradoras a nivel global. De hecho, según sus estimaciones, los pagos por reaseguros comprometidos tras las pérdidas que dejó se elevarían a casi 2.000 millones de dólares y esta cifra podría seguir creciendo en el futuro. En la industria marítima, gran parte de las empresas y puertos que resultaron afectados cuentan con seguros que cubren sus daños.
Para el gerente de Cave & Cía Ltda. y de Cave Liquidadores de Seguros Ltda., Andrew Cave, “por la magnitud de esta catástrofe, la liquidación de este siniestro puede demorar mucho tiempo, quizás un año o más”. El ejecutivo sostiene que a raíz del terremoto y tsunami que azotó a las costas chilenas se produjeron daños a la propiedad, tanto en instalaciones portuarias, como en algunos barcos, los que son cubiertos en primera instancia por los seguros que han contratado los propietarios de esas naves o infraestructuras.
Responsabilidades
Sin embargo, estima que en medio este escenario surge el tema de las responsabilidades, ya que en el caso de los puertos, “los dueños de la infraestructura portuaria primero van a determinar el valor de sus pérdidas, pero una vez que dimensionen los perjuicios van a intentar recuperar al menos parte de ellas de terceras personas y van a buscar hacer valer eventuales responsabilidades, por ejemplo, en los dueños de naves que podrían haber estado cargando o descargando en el puerto al momento del terremoto y haber causado algún daño a las instalaciones, como lo que se produjo en el puerto de San Antonio, donde algunos barcos que estaban amarrados salieron a la gira arrancando algunas bitas”.
Esta situación incluso generaría “disputas legales” y llevaría a las partes a enfrentarse en un juicio, “en un proceso que podría llegar a ser más largo que la misma recuperación de los daños”, asegura, sobretodo cuando se estiman pérdidas tan altas como las que se están proyectando en el puerto de San Antonio, donde “actualmente se manejan estimaciones de daños por varias decenas de millones de dólares”.
La liquidación
Según Cave, para llevar a cabo la liquidación de un siniestro de este tipo, primero el asegurado contacta a su corredor de seguros, presenta una denuncia de siniestro y posteriormente se determina la participación de un liquidador especializado, que investiga cuáles son los daños, los costos de reparación, el valor de los restos dañados, las causas, si hay algún responsable y cuánto de los costos del siniestro corresponde que lo asuma la compañía de seguros, porque en la liquidación “pueden haber ciertos aspectos que corresponde pagar y otros no, eso depende de lo que establezca el contrato firmado entre asegurado y asegurador”, señala.
Finalmente, el liquidador de seguros elabora un informe y hace una recomendación de lo que le corresponde cancelar a la compañía de seguros del total de los daños ocasionados conforme a los términos del contrato de seguros. Si esta recomendación logra el consenso tanto de asegurado como de asegurador se procede al pago, explica Andrew Cave.
Los principales seguros que cubren riesgos en la industria marítima son, en el caso de los buques, los Seguros de Casco y Máquina, que amparan la nave asegurada contra pérdidas o daños que pueda sufrir en el ejercicio normal de sus operaciones, por ejemplo, Cave reconoce que los pesqueros afectados en el Puerto de Talcahuano y San Vicente como consecuencia del tsunami sin duda tienen Seguros de Casco que se tendrían que hacer cargo de los daños. También están los Seguros de P & I, que se refieren a la responsabilidad civil y administrativa generada por daños causados a terceros.
En cuanto a los seguros de infraestructura portuaria, destaca que tanto el Estado como los concesionarios tienen ciertos seguros que protegen sus instalaciones en caso de sufrir algún siniestro, y seguros de responsabilidad civil, que cubren posibles daños causados a terceros al interior de los recintos portuarios; pero también, existen los seguros de carga, que se aplican en caso de que la mercancía sufra algún perjuicio mientras es transportada; y los seguros de casco de contenedores, que protegen la condición física de estas unidades.
Impacto
Probablemente para la mayoría de las compañías aseguradoras locales la mayor parte de los costos que asumirá este 2010 es el terremoto del pasado 27 de febrero, pero según Andrew Cave todavía es pronto para predecir el impacto que tendrá este hecho en este mercado.
“En el caso de los seguros a barcos esta coyuntura fue importante, pero no tanto como para que haya un aumento significativo de los precios. En cuanto a los seguros a la carga, el tamaño del mercado asegurador es más pequeño, por lo que aún si los daños son menores, el impacto podría ser mayor. Por último, creo que el mercado de seguros de infraestructura portuaria podría experimentar un incremento en los precios básicamente por la magnitud de los daños producidos”.
Pese a los posibles efectos que podrían generar los últimos acontecimientos ocurridos en el país en las compañías de seguros especializadas en el sector marítimo que operan a nivel nacional, reconoce que tienen la solvencia económica y las reservas técnicas suficientes para enfrentar el pago de indemnizaciones de los siniestros producidos por esta catástrofe.
MUNDO MARÍTIMO
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