Canal de Panamá, paso de materiales peligrosos
Fuente: Tiempo
[09:16] SAN JOSÉ, Costa Rica, (SUN).- Una creciente amenaza nuclear acosa a Centroamérica. El Canal de Panamá es punto predilecto de tránsito de plutonio, desechos de alta actividad radiactiva y combustible nuclear irradiado, -conocidos como materiales CNI-, transportados por una flota de buques japoneses, franceses y británicos entre Europa y Japón, que corren el riesgo de enfrentar colisiones, incendios, hundimientos, hostilidad terrorista y otras eventualidades.
“La contaminación podría salir de las fronteras panameñas en un día y cubrir Centroamérica y el Caribe en cuatro”, advirtió el Foro de la Sociedad Civil Ambiental, ONG panameña que aglutina a otras 10 organizaciones en una campaña nacional e internacional para impulsar un proyecto de ley que prohíba el transporte a través de Panamá, ya sea por tierra, mar o aire, de materiales CNI
Desde 2000 han pasado 22 barcos con CNI. Un incidente ocurrió hace varios años, cuando tres activistas de Greenpeace abordaron de manera sorpresiva el buque “Pacific Swan” a la entrada del Canal.
“Si hubieran sido terroristas, capturan el barco y su carga causan un accidente con las peores consecuencias posibles”, advirtió el panameño Raúl Escoffery, miembro del Foro, en entrevista con El Universal. Una investigación mostró que en caso de incendio, el material se liberaría para viajar por el humo, la gente lo respiraría y 22% de la población cercana moriría en los siguientes años de cáncer y otras enfermedades, explicó.
En un eventual hundimiento, el material saldría por la presión y el tiempo, viajaría por agua y contaminaría a los peces. “Y nosotros comeríamos pescado o nos bañaríamos en la playa; de alguna manera nos contaminaríamos, lo que causaría cáncer en 100% de la población cercana”, adujo Escoffery.
En Chernobyl, localidad ucraniana, hay un sector despoblado en un radio de 30 kilómetros, escenario del más grave accidente nuclear de la historia, en 1986. “Si eso sucede en la salida del Canal (por el Pacífico) al lado de la Ciudad de Panamá, se tiene que cerrar el Canal, deshabitar la capital y las ciudades de Chorrera, Colón, San Miguelito. Son más de un millón de personas. O sea, el país se va al diablo”, lamentó Edcoffery.
Los materiales CNI viajan en embalajes certificados por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), para que resistan una caída de 9 metros, un fuego de 800 grados centígrados por 30 minutos y para permanecer a 200 metros de profundidad por una hora. Pero un choque en el Canal de Panamá los expondría a caídas superiores a 100 metros, con fuego mayor a mil grados centígrados por más de 24 horas, y a hundirse a profundidades que superan los 2 mil metros.
Consultada por este diario, la estatal Autoridad del Canal de Panamá (ACP) alegó que periódicamente organiza “simulacros para atender cualquier emergencia”. “Estos simulacros se realizan internamente, con otras instituciones del Estado panameño y con organismos internacionales con los cuales mantiene acuerdos para responder en caso de algún evento”, añadió.
Sobre la solicitud de prohibir el tránsito de buques con carga de CNI, respondió que el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente del Canal y al Funcionamiento de la vía, “establece que el Canal debe permanecer ‘seguro y abierto para el tránsito pacífico de naves todas las naciones en términos de entera igualdad’. Este acuerdo internacional aplica también para los buques” que transportan los materiales peligrosos.
“La ACP exige a todo tipo de embarcaciones que usan el Canal el cumplimiento de todos los acuerdos y convenios internacionales sobre seguridad marítima, además de los propios reglamentos del Canal de Panamá, los cuales han mantenido al mínimo los incidentes en la vía interoceánica”, insistió.
De acuerdo con los ambientalistas, los buques eligen la vía ístmica para viajar a Europa y a Japón, porque el Canal de Suez —que une al Mediterráneo y al Mar Rojo— exige garantías ilimitadas y tienen prohibido transitar por el Cabo de Hornos, por decisión de Argentina y Chile. El Cabo de Buena Esperanza, al sur de África, es usado para transportar plutonio.
El problema, insistió Escoffery, tiene fácil solución: prohibir que los cargamentos de CNI pasen por Panamá.
Fuente: Tiempo
[09:16] SAN JOSÉ, Costa Rica, (SUN).- Una creciente amenaza nuclear acosa a Centroamérica. El Canal de Panamá es punto predilecto de tránsito de plutonio, desechos de alta actividad radiactiva y combustible nuclear irradiado, -conocidos como materiales CNI-, transportados por una flota de buques japoneses, franceses y británicos entre Europa y Japón, que corren el riesgo de enfrentar colisiones, incendios, hundimientos, hostilidad terrorista y otras eventualidades.
“La contaminación podría salir de las fronteras panameñas en un día y cubrir Centroamérica y el Caribe en cuatro”, advirtió el Foro de la Sociedad Civil Ambiental, ONG panameña que aglutina a otras 10 organizaciones en una campaña nacional e internacional para impulsar un proyecto de ley que prohíba el transporte a través de Panamá, ya sea por tierra, mar o aire, de materiales CNI
Desde 2000 han pasado 22 barcos con CNI. Un incidente ocurrió hace varios años, cuando tres activistas de Greenpeace abordaron de manera sorpresiva el buque “Pacific Swan” a la entrada del Canal.
“Si hubieran sido terroristas, capturan el barco y su carga causan un accidente con las peores consecuencias posibles”, advirtió el panameño Raúl Escoffery, miembro del Foro, en entrevista con El Universal. Una investigación mostró que en caso de incendio, el material se liberaría para viajar por el humo, la gente lo respiraría y 22% de la población cercana moriría en los siguientes años de cáncer y otras enfermedades, explicó.
En un eventual hundimiento, el material saldría por la presión y el tiempo, viajaría por agua y contaminaría a los peces. “Y nosotros comeríamos pescado o nos bañaríamos en la playa; de alguna manera nos contaminaríamos, lo que causaría cáncer en 100% de la población cercana”, adujo Escoffery.
En Chernobyl, localidad ucraniana, hay un sector despoblado en un radio de 30 kilómetros, escenario del más grave accidente nuclear de la historia, en 1986. “Si eso sucede en la salida del Canal (por el Pacífico) al lado de la Ciudad de Panamá, se tiene que cerrar el Canal, deshabitar la capital y las ciudades de Chorrera, Colón, San Miguelito. Son más de un millón de personas. O sea, el país se va al diablo”, lamentó Edcoffery.
Los materiales CNI viajan en embalajes certificados por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), para que resistan una caída de 9 metros, un fuego de 800 grados centígrados por 30 minutos y para permanecer a 200 metros de profundidad por una hora. Pero un choque en el Canal de Panamá los expondría a caídas superiores a 100 metros, con fuego mayor a mil grados centígrados por más de 24 horas, y a hundirse a profundidades que superan los 2 mil metros.
Consultada por este diario, la estatal Autoridad del Canal de Panamá (ACP) alegó que periódicamente organiza “simulacros para atender cualquier emergencia”. “Estos simulacros se realizan internamente, con otras instituciones del Estado panameño y con organismos internacionales con los cuales mantiene acuerdos para responder en caso de algún evento”, añadió.
Sobre la solicitud de prohibir el tránsito de buques con carga de CNI, respondió que el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente del Canal y al Funcionamiento de la vía, “establece que el Canal debe permanecer ‘seguro y abierto para el tránsito pacífico de naves todas las naciones en términos de entera igualdad’. Este acuerdo internacional aplica también para los buques” que transportan los materiales peligrosos.
“La ACP exige a todo tipo de embarcaciones que usan el Canal el cumplimiento de todos los acuerdos y convenios internacionales sobre seguridad marítima, además de los propios reglamentos del Canal de Panamá, los cuales han mantenido al mínimo los incidentes en la vía interoceánica”, insistió.
De acuerdo con los ambientalistas, los buques eligen la vía ístmica para viajar a Europa y a Japón, porque el Canal de Suez —que une al Mediterráneo y al Mar Rojo— exige garantías ilimitadas y tienen prohibido transitar por el Cabo de Hornos, por decisión de Argentina y Chile. El Cabo de Buena Esperanza, al sur de África, es usado para transportar plutonio.
El problema, insistió Escoffery, tiene fácil solución: prohibir que los cargamentos de CNI pasen por Panamá.
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