Fuente: Tabasco Hoy
Por: Daniel Reyes Dionisio • Corresponsal
Frontera, Tabasco
Una amarga navidad le augura al sector pesquero, ante la nueva restricción por parte del gobierno federal en contra de este importante sector, debido al proyecto sísmico ”Han Sur Oeste de Tamil 3D” y “Ampliaciones Norte y Oeste de Han sur Oeste de Tamil 3D” que se desarrolla en el Golfo de México desde el pasado 10 de noviembre al 22 de mayo del 2010, precisamente en donde los pescadores habían encontrando una nueva zona de pesca, luego que fueron invadidos por plataformas en su anterior franja de captura.
Este nuevo golpe contra de los humildes hombres de mar, al contratar los servicios exploratorios de la empresa transnacional “CGG Veritas”, para llevar a cabo y por espacio de 6 meses estudios sísmico en busca de nuevos yacimientos de petróleo en aguas profundas del Golfo de México, será el fin del sector pesquero que poco a poco ha ido desapareciendo, por la invasión de la paraestatal a sus zonas de pesca.
De acuerdo a informes oficiales, en el litoral del Golfo de México que consta de 191 kilómetros de longitud –comprende Frontera, Paraíso y Sánchez Magallanes, Cárdenas—sobreviven más de 12 mil 500 pescadores, agrupados en 263 cooperativas pesqueras con una producción anual de 60 mil toneladas de pescados, entre los que se encuentran el huachinango, mero, acamaya, cherna, cojinuda, cazón, medregal, pargo, raya, besugo entre otros, productos que se venden a mayor precio y que se capturan en aguas profundas.
De estos tres municipios, salen diariamente camionetas cargadas con estos tipos de pescados que son altamente cotizados en los mercados del Distrito Federal como el centro de Abasto “La Viga” en donde el producto es esperado con ansiedad para distribuirlos en los demás centros de acopios, mientras que en menor escala son comercializados en este puerto y en la capital tabasqueña, sobre todo pescados de bajo precios como la lisa, sierra, entre otros.
Tan solo en este municipio de Centla, las dinamitaciones que realiza el barco exploratorio “Sr/v Alizé” apoyado por la embarcación “M/V Victory-G” frente a la costa de Tabasco, que remolca 12 cables sísmicos de 8.1 kilómetros de longitud en un área de 4,004 kilómetros cuadrados vendrá a perjudicar a unos 3 mil pescadores que se encuentran agrupados en 65 cooperativas con una flota de 780 lanchas, 22 permisionarios de barcos, que tienen a su disposición 44 embarcaciones escameras y por ultimo 20 permisionarios de lanchas.
Según cifras de las autoridades pesqueras, en las 780 lanchas W25 fuera de borda, laboran generalmente entre 3 y 4 personas que salen de dos a tres días, trayendo una producción de entre 400 y 600 kilos de pescados, pero que indudablemente este porcentaje ha ido a la baja, ahora no solo por la contaminación petrolera derivados de las plataformas marinas, si no por el nuevo proyecto sísmico que se desarrolla a 173.063 kilómetros al norte de Frontera, mientras que de Dos Bocas, Paraíso se encuentra a tan solo 169,623 kilómetros también al norte.
“No queda lugar para la captura”
Para el dirigente de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Arroyo el Huarache”, con sede en la Barra de San Pedro, Heber Gómez Félix, esta nueva embestida de Pemex contra el frágil sector pesquero, difícilmente será superado y se prevé que llegue a su fin, porque los cooperativistas y permisionarios, ya no van a invertir para salir a la pesca, ya que las zonas están ocupadas tanto por la plataformas y ahora por las exploraciones sísmicas.
¿A dónde vamos a pescar, si ya no queda ningún lugar”, se pregunta el viejo pescador al explicar que la última zona que tenían mar adentro, a unas 120 millas marinas, es ahora la zona en donde los barcos exploratorios están arrastrando los cables en una longitud de 12 kilómetros y por lo consiguiente ninguna embarcaciones puede transitar en esa zona, ya que fácilmente puede ser envestida, por ello son los constantes avisos de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante al sector pesquero a través de sus despachos, para que eviten transitar en este lugar.
Por: Daniel Reyes Dionisio • Corresponsal
Frontera, Tabasco
Una amarga navidad le augura al sector pesquero, ante la nueva restricción por parte del gobierno federal en contra de este importante sector, debido al proyecto sísmico ”Han Sur Oeste de Tamil 3D” y “Ampliaciones Norte y Oeste de Han sur Oeste de Tamil 3D” que se desarrolla en el Golfo de México desde el pasado 10 de noviembre al 22 de mayo del 2010, precisamente en donde los pescadores habían encontrando una nueva zona de pesca, luego que fueron invadidos por plataformas en su anterior franja de captura.
Este nuevo golpe contra de los humildes hombres de mar, al contratar los servicios exploratorios de la empresa transnacional “CGG Veritas”, para llevar a cabo y por espacio de 6 meses estudios sísmico en busca de nuevos yacimientos de petróleo en aguas profundas del Golfo de México, será el fin del sector pesquero que poco a poco ha ido desapareciendo, por la invasión de la paraestatal a sus zonas de pesca.
De acuerdo a informes oficiales, en el litoral del Golfo de México que consta de 191 kilómetros de longitud –comprende Frontera, Paraíso y Sánchez Magallanes, Cárdenas—sobreviven más de 12 mil 500 pescadores, agrupados en 263 cooperativas pesqueras con una producción anual de 60 mil toneladas de pescados, entre los que se encuentran el huachinango, mero, acamaya, cherna, cojinuda, cazón, medregal, pargo, raya, besugo entre otros, productos que se venden a mayor precio y que se capturan en aguas profundas.
De estos tres municipios, salen diariamente camionetas cargadas con estos tipos de pescados que son altamente cotizados en los mercados del Distrito Federal como el centro de Abasto “La Viga” en donde el producto es esperado con ansiedad para distribuirlos en los demás centros de acopios, mientras que en menor escala son comercializados en este puerto y en la capital tabasqueña, sobre todo pescados de bajo precios como la lisa, sierra, entre otros.
Tan solo en este municipio de Centla, las dinamitaciones que realiza el barco exploratorio “Sr/v Alizé” apoyado por la embarcación “M/V Victory-G” frente a la costa de Tabasco, que remolca 12 cables sísmicos de 8.1 kilómetros de longitud en un área de 4,004 kilómetros cuadrados vendrá a perjudicar a unos 3 mil pescadores que se encuentran agrupados en 65 cooperativas con una flota de 780 lanchas, 22 permisionarios de barcos, que tienen a su disposición 44 embarcaciones escameras y por ultimo 20 permisionarios de lanchas.
Según cifras de las autoridades pesqueras, en las 780 lanchas W25 fuera de borda, laboran generalmente entre 3 y 4 personas que salen de dos a tres días, trayendo una producción de entre 400 y 600 kilos de pescados, pero que indudablemente este porcentaje ha ido a la baja, ahora no solo por la contaminación petrolera derivados de las plataformas marinas, si no por el nuevo proyecto sísmico que se desarrolla a 173.063 kilómetros al norte de Frontera, mientras que de Dos Bocas, Paraíso se encuentra a tan solo 169,623 kilómetros también al norte.
“No queda lugar para la captura”
Para el dirigente de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Arroyo el Huarache”, con sede en la Barra de San Pedro, Heber Gómez Félix, esta nueva embestida de Pemex contra el frágil sector pesquero, difícilmente será superado y se prevé que llegue a su fin, porque los cooperativistas y permisionarios, ya no van a invertir para salir a la pesca, ya que las zonas están ocupadas tanto por la plataformas y ahora por las exploraciones sísmicas.
¿A dónde vamos a pescar, si ya no queda ningún lugar”, se pregunta el viejo pescador al explicar que la última zona que tenían mar adentro, a unas 120 millas marinas, es ahora la zona en donde los barcos exploratorios están arrastrando los cables en una longitud de 12 kilómetros y por lo consiguiente ninguna embarcaciones puede transitar en esa zona, ya que fácilmente puede ser envestida, por ello son los constantes avisos de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante al sector pesquero a través de sus despachos, para que eviten transitar en este lugar.
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