Fuente: Mundo Marítimo
Sin duda la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) está sufriendo los embates de la crisis que sacude al mundo y a la industria marítima global, lo que quedó en evidencia el martes pasado, cuando en una junta de accionistas realizada en Valparaíso proyectó una pérdida histórica por alrededor de US$ 400 millones para el primer semestre de este año, además de prever una baja de ingresos de $1.000 millones en el 2009 y anunciar que suspenderá su servicio entre Asia y el Norte de Europa.
En la oportunidad, el gerente general de la empresa, Juan Antonio Álvarez, informó que para el primer trimestre se espera un déficit de US$ 265 millones, en comparación a la ganancia de US$10 millones que la compañía obtuvo en el mismo período del año pasado, debido principalmente a los negativos resultados por cobertura de petróleo.
Al respecto, el ejecutivo aseguró: “Una parte importante de estas pérdidas corresponde a cobertura de petróleo, son mermas extraordinarias, pero la empresa no ha seguido tomando coberturas de combustible”.
Para el segundo trimestre se anticipa que las pérdidas se reduzcan alrededor de la mitad en relación al déficit del primer cuarto del año, lo que implicaría una merma por alrededor de US$ 133 millones. “Esperamos una mejora importante en los resultados respecto al primer trimestre. Desde luego, no se van a dar los efectos extraordinarios de los combustibles”, comentó Álvarez.
Pero en la ocasión no sólo se dieron a conocer las pérdidas de la empresa para la primera mitad del año, sino que también se anunció que para el 2009 se esperan menores ingresos por US$ 1.000 millones, lo que implicaría una caída de 37% en relación a las ventas del año anterior, que alcanzaron los US$ 2.684 millones.
Otro de los temas a los que se refirió el gerente general de CSAV fue a la suspensión de su servicio entre Asia y el Norte de Europa, que actualmente representa un 10% de sus ingresos, pues como señaló: “Aunque es un mercado muy relevante para nosotros y era el servicio más grande de CSAV, lo suspendimos porque en términos prácticos las tarifas llegaron a cero y sólo se pagaban los terminales”. Sin embargo, a esto se han sumado otras medidas, como la reducción de personal y el cierre de oficinas en algunos países.
Respecto a la caída que han experimentado los volúmenes de carga de transporte y tarifas en los principales puertos del mundo, Álvarez indicó que últimamente se han dado ciertas señales favorables, pero que no existe seguridad respecto a que ésta sea una tendencia que se mantenga para los meses que vienen.
“Estamos observando que la caída se ha detenido y que se observan algunos repuntes en diversos servicios de la compañía, pero si son o no sostenibles, no se sabe, depende de la economía mundial”, enfatizó el ejecutivo.
Por otro lado, en relación al programa de fortalecimiento financiero por US$ 750 millones que está planeando la empresa para enfrentar la crisis por la que atraviesa, el gerente general de CSAV declaró que han tenido conversaciones con dueños de naves, astilleros, bancos y diversos proveedores de la compañía, “logrando un nivel de avance muy importante”.
Este plan incluye en primer lugar un aumento de capital que actualmente está en curso por US$ 130 millones, al que se suma una segunda operación similar por US$ 220 millones, que se efectuará probablemente en el segundo semestre o una vez que se llegue a los acuerdos definitivos.
Además, el programa contempla una contribución de US$ 400 millones por parte de los armadores de naves que tienen contratos suscritos con CSAV, parte de lo cual se capitalizará dentro de la firma, aunque Álvarez no descartó que puedan darse otros aumentos de capital.
En la oportunidad, el gerente general de la empresa, Juan Antonio Álvarez, informó que para el primer trimestre se espera un déficit de US$ 265 millones, en comparación a la ganancia de US$10 millones que la compañía obtuvo en el mismo período del año pasado, debido principalmente a los negativos resultados por cobertura de petróleo.
Al respecto, el ejecutivo aseguró: “Una parte importante de estas pérdidas corresponde a cobertura de petróleo, son mermas extraordinarias, pero la empresa no ha seguido tomando coberturas de combustible”.
Para el segundo trimestre se anticipa que las pérdidas se reduzcan alrededor de la mitad en relación al déficit del primer cuarto del año, lo que implicaría una merma por alrededor de US$ 133 millones. “Esperamos una mejora importante en los resultados respecto al primer trimestre. Desde luego, no se van a dar los efectos extraordinarios de los combustibles”, comentó Álvarez.
Pero en la ocasión no sólo se dieron a conocer las pérdidas de la empresa para la primera mitad del año, sino que también se anunció que para el 2009 se esperan menores ingresos por US$ 1.000 millones, lo que implicaría una caída de 37% en relación a las ventas del año anterior, que alcanzaron los US$ 2.684 millones.
Otro de los temas a los que se refirió el gerente general de CSAV fue a la suspensión de su servicio entre Asia y el Norte de Europa, que actualmente representa un 10% de sus ingresos, pues como señaló: “Aunque es un mercado muy relevante para nosotros y era el servicio más grande de CSAV, lo suspendimos porque en términos prácticos las tarifas llegaron a cero y sólo se pagaban los terminales”. Sin embargo, a esto se han sumado otras medidas, como la reducción de personal y el cierre de oficinas en algunos países.
Respecto a la caída que han experimentado los volúmenes de carga de transporte y tarifas en los principales puertos del mundo, Álvarez indicó que últimamente se han dado ciertas señales favorables, pero que no existe seguridad respecto a que ésta sea una tendencia que se mantenga para los meses que vienen.
“Estamos observando que la caída se ha detenido y que se observan algunos repuntes en diversos servicios de la compañía, pero si son o no sostenibles, no se sabe, depende de la economía mundial”, enfatizó el ejecutivo.
Por otro lado, en relación al programa de fortalecimiento financiero por US$ 750 millones que está planeando la empresa para enfrentar la crisis por la que atraviesa, el gerente general de CSAV declaró que han tenido conversaciones con dueños de naves, astilleros, bancos y diversos proveedores de la compañía, “logrando un nivel de avance muy importante”.
Este plan incluye en primer lugar un aumento de capital que actualmente está en curso por US$ 130 millones, al que se suma una segunda operación similar por US$ 220 millones, que se efectuará probablemente en el segundo semestre o una vez que se llegue a los acuerdos definitivos.
Además, el programa contempla una contribución de US$ 400 millones por parte de los armadores de naves que tienen contratos suscritos con CSAV, parte de lo cual se capitalizará dentro de la firma, aunque Álvarez no descartó que puedan darse otros aumentos de capital.
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