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Fuente: Webpicking
Santiago) Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), junto con la segunda crisis del petróleo, se inició un doble efecto dañoso: cayó el volumen total de mercancías transportadas por mar, al mismo tiempo que hubo nuevos efectos perniciosos sobre la construcción naval. Por tal motivo, las empresas navieras han tomado una serie de medidas para enfrentar los efectos de la crisis financiera mundial, que ha provocado un desajuste económico en el ámbito internacional.
“La carga se ha visto gravemente disminuida entre Asia, Europa y Estados Unidos de América, produciendo una grave situación de exceso de capacidad de transporte en la región y una amenaza directa a la estabilidad financiera de muchas navieras”, recalcó el presidente de la Cámara Marítima de Panamá, Rubén Karamañites.
La situación afecta directamente a unas 14 navieras, entre las que se encuentran: APL, CMA CGM, Cosco, Evergreen, Maersk, MOL, Hanjin, entre otras.
Como principal medida las navieras han reducido su capacidad de oferta de espacios y, consecuentemente, la cantidad de barcos que emplean en ese mercado, con lo cual se podría disminuir el desequilibrio entre la oferta y la demanda.
Las navieras también han decidido cancelar y rediseñar las rutas de sus barcos, buscando una forma más eficiente de operar internacionalmente, lo que podría ayudar a mantener la estabilidad y cadena de suministro de servicios para el área.
Otra de las medidas adoptadas consiste en cancelar, aplazar y reprogramar sus proyectos financieros de desarrollo, como la adquisición de nuevos barcos con mayor capacidad que habían sido pautados y negociados con anterioridad.
Sobre este particular, Irene Rosberg, de la escuela de Negocios de Copenhague, dijo recientemente durante la conferencia Panama Maritime IX que la recuperación del comercio se podría comenzar a notar a mediados de 2010.
Igualmente, se explora la consecución de hacer enmiendas a acuerdos internacionales en los mercados de carga, que les garanticen un enfoque más coordinado para el uso más eficiente de sus barcos entre Asia, Europa y Estados Unidos, como resultado de la grave caída de la carga.
Se prevé una disminución de los arribos de buques a ciertos puertos, con la consecuente reducción de personal; de costos de operación y la redefinición de sus planes económicos.
En cuanto a tarifas, se analiza una reestructuración para los mercados antes mencionados, como consecuencia de las grandes pérdidas y ajustes financieros producidos por crisis.
“No hay duda de que todas las proyecciones de crecimiento del sector marítimo a nivel internacional, es poco probable que se reactiven de manera inmediata”, recalcó Karamañites.
En muchos casos, añadió, habrá un sobreendeudamiento producto de los compromisos establecidos para la construcción de los nuevos barcos de mayor capacidad.
Al igual que Rosberg, Karamañites espera que para 2010, “la situación sea mejor para la industria y las pérdidas sean menores”.
Fuente: AP- CEPAL, Naciones Unidas
Santiago) Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), junto con la segunda crisis del petróleo, se inició un doble efecto dañoso: cayó el volumen total de mercancías transportadas por mar, al mismo tiempo que hubo nuevos efectos perniciosos sobre la construcción naval. Por tal motivo, las empresas navieras han tomado una serie de medidas para enfrentar los efectos de la crisis financiera mundial, que ha provocado un desajuste económico en el ámbito internacional.
“La carga se ha visto gravemente disminuida entre Asia, Europa y Estados Unidos de América, produciendo una grave situación de exceso de capacidad de transporte en la región y una amenaza directa a la estabilidad financiera de muchas navieras”, recalcó el presidente de la Cámara Marítima de Panamá, Rubén Karamañites.
La situación afecta directamente a unas 14 navieras, entre las que se encuentran: APL, CMA CGM, Cosco, Evergreen, Maersk, MOL, Hanjin, entre otras.
Como principal medida las navieras han reducido su capacidad de oferta de espacios y, consecuentemente, la cantidad de barcos que emplean en ese mercado, con lo cual se podría disminuir el desequilibrio entre la oferta y la demanda.
Las navieras también han decidido cancelar y rediseñar las rutas de sus barcos, buscando una forma más eficiente de operar internacionalmente, lo que podría ayudar a mantener la estabilidad y cadena de suministro de servicios para el área.
Otra de las medidas adoptadas consiste en cancelar, aplazar y reprogramar sus proyectos financieros de desarrollo, como la adquisición de nuevos barcos con mayor capacidad que habían sido pautados y negociados con anterioridad.
Sobre este particular, Irene Rosberg, de la escuela de Negocios de Copenhague, dijo recientemente durante la conferencia Panama Maritime IX que la recuperación del comercio se podría comenzar a notar a mediados de 2010.
Igualmente, se explora la consecución de hacer enmiendas a acuerdos internacionales en los mercados de carga, que les garanticen un enfoque más coordinado para el uso más eficiente de sus barcos entre Asia, Europa y Estados Unidos, como resultado de la grave caída de la carga.
Se prevé una disminución de los arribos de buques a ciertos puertos, con la consecuente reducción de personal; de costos de operación y la redefinición de sus planes económicos.
En cuanto a tarifas, se analiza una reestructuración para los mercados antes mencionados, como consecuencia de las grandes pérdidas y ajustes financieros producidos por crisis.
“No hay duda de que todas las proyecciones de crecimiento del sector marítimo a nivel internacional, es poco probable que se reactiven de manera inmediata”, recalcó Karamañites.
En muchos casos, añadió, habrá un sobreendeudamiento producto de los compromisos establecidos para la construcción de los nuevos barcos de mayor capacidad.
Al igual que Rosberg, Karamañites espera que para 2010, “la situación sea mejor para la industria y las pérdidas sean menores”.
Fuente: AP- CEPAL, Naciones Unidas
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