Fuente: Gestión
Lo único que parece estar claro con relación al desarrollo del puerto del Callao es que nada está claro. Y algo muy parecido sucede con el resto de puertos del país, ya que el Estado aún no cuenta con una estrategia integral que esté orientada a convertir al Perú en un competidor mayor del transporte marítimo en la cuenca del Pacífico. Poco importa que el país sea miembro del APEC ni que esté suscribiendo tratados de libre comercio con integrantes clave de ese foro como Estados Unidos, China o Canadá, ni que esté negociando otros.
El primer puerto del país tiene una importancia estratégica y los grandes operadores internacionales así lo entienden, pero el Gobierno todavía tiene problemas en asumir una posición coherente. Por ejemplo, el Plan Portuario Nacional determinó que el Callao sería un puerto de contenedores, pero las empresas mineras –que transportan sus productos en otro tipo de buques– presionaron y consiguieron lo que pedían (permanecer en el terminal).
Cuando DP World presentó su propuesta para desarrollar el muelle norte, el Gobierno esperó más de un año para informar que evaluaría el proyecto de esta empresa. En febrero pasado, otra gigante portuaria, APM Terminals propuso invertir US$ 1,900 millones y al día siguiente el ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo, declaró que existía una tercera propuesta cuyo nombre recién confirmó la semana pasada. Se trata de International Container Terminal Services, Inc.
En tanto, el presidente Alan García dice que su Gobierno no es partidario de los monopolios, y menos en el Callao, lo que descartaría a DP World ya que es el concesionario del muelle sur. Lo curioso es que ProInversión ha encargado evaluar su propuesta por el muelle norte.
A su vez, la Autoridad Portuaria Nacional (APN) señala que el Callao debe ser un puerto multipropósito y que la propuesta de APM Terminals es alternativa a la de DP World. Y Enapu no se ha quedado atrás pues propone (¿exige?) ser parte de cualquier propuesta. Con "estrategias" como estas, es difícil imaginarse que el Callao esté a la altura de los retos que en el mediano plazo impondrá el incremento del transporte de mercancías por vía marítima, salvo que la propuesta que dará pronto el Gobierno sobre el muelle norte dé respuesta a todas las interrogantes.
Lo único que parece estar claro con relación al desarrollo del puerto del Callao es que nada está claro. Y algo muy parecido sucede con el resto de puertos del país, ya que el Estado aún no cuenta con una estrategia integral que esté orientada a convertir al Perú en un competidor mayor del transporte marítimo en la cuenca del Pacífico. Poco importa que el país sea miembro del APEC ni que esté suscribiendo tratados de libre comercio con integrantes clave de ese foro como Estados Unidos, China o Canadá, ni que esté negociando otros.
El primer puerto del país tiene una importancia estratégica y los grandes operadores internacionales así lo entienden, pero el Gobierno todavía tiene problemas en asumir una posición coherente. Por ejemplo, el Plan Portuario Nacional determinó que el Callao sería un puerto de contenedores, pero las empresas mineras –que transportan sus productos en otro tipo de buques– presionaron y consiguieron lo que pedían (permanecer en el terminal).
Cuando DP World presentó su propuesta para desarrollar el muelle norte, el Gobierno esperó más de un año para informar que evaluaría el proyecto de esta empresa. En febrero pasado, otra gigante portuaria, APM Terminals propuso invertir US$ 1,900 millones y al día siguiente el ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo, declaró que existía una tercera propuesta cuyo nombre recién confirmó la semana pasada. Se trata de International Container Terminal Services, Inc.
En tanto, el presidente Alan García dice que su Gobierno no es partidario de los monopolios, y menos en el Callao, lo que descartaría a DP World ya que es el concesionario del muelle sur. Lo curioso es que ProInversión ha encargado evaluar su propuesta por el muelle norte.
A su vez, la Autoridad Portuaria Nacional (APN) señala que el Callao debe ser un puerto multipropósito y que la propuesta de APM Terminals es alternativa a la de DP World. Y Enapu no se ha quedado atrás pues propone (¿exige?) ser parte de cualquier propuesta. Con "estrategias" como estas, es difícil imaginarse que el Callao esté a la altura de los retos que en el mediano plazo impondrá el incremento del transporte de mercancías por vía marítima, salvo que la propuesta que dará pronto el Gobierno sobre el muelle norte dé respuesta a todas las interrogantes.
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