Fuente: El Comercio Digital
El secretario general de la European Community Shipowners Associations (ECSA), Alfons Guinier, defiende la aplicación en toda la Unión Europea del sistema del 'ecobono' italiano, que otorga incentivos a los transportistas que embarcan sus camiones en buques para realizar parte del recorrido, según informan fuentes de la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE). ECSA estará próximamente presidida por el gijonés Juan Riva, actual vicepresidente de la entidad que agrupa a las organizaciones de armadores de toda Europa.
Dicha iniciativa, a juicio de los navieros, sería un factor muy importante para el desarrollo de las autopistas del mar en los próximos años, como la proyectada para conectar los puertos de El Musel y de Nantes-Saint Nazaire. La misma idea, señalan las fuentes citadas, fue defendida también por varios ponentes en la convención sobre Short Sea Shipping (cabotaje europeo) que organiza anualmente Grimaldi Nápoles y que este año se celebró en Cagliari (Cerdeña).
Guinier destacó que hay que apostar por un 'ecobono' comunitario y que «Europa necesita un espacio marítimo sin barreras para contribuir al desarrollo de nuestra economía, así como dar soporte a las mejores prácticas en el Short Sea Shipping». En similar sentido, Emanuele Grimaldi, consejero delegado del Grupo Grimaldi, una de las navieras implicadas en el proyecto gijonés, señaló que el 'ecobono' «no distorsiona la competencia entre las empresas navieras, ya que es el cliente quien decide qué servicio prefiere usar».
La entrada en servicio de la autopista del mar entre El Musel y Nantes se vería favorecida con el 'ecobono', pero no depende de la citada ayuda, sino de que la Comisión Europea acepte la subvención acordada por los gobiernos de España y Francia, así como de la ratificación del proyecto por los parlamentos de dichos países.
Iguales ayudas están también previstas para una línea entre Vigo y el mismo puerto francés, que tiene la dificultad adicional de que fue diseñada para aprovechar un tráfico histórico de vehículos nuevos de Peugeot-Citroën que ya no está en manos de la naviera a la que le fue adjudicada la autopista del mar.
Galicia y, especialmente, la Autoridad Portuaria de Vigo, intentan ahora que sea autorizada la sustitución de Trasmediterranea como naviera participante en el consorcio de explotación si dicha compañía decide renunciar al proyecto.
El secretario general de la European Community Shipowners Associations (ECSA), Alfons Guinier, defiende la aplicación en toda la Unión Europea del sistema del 'ecobono' italiano, que otorga incentivos a los transportistas que embarcan sus camiones en buques para realizar parte del recorrido, según informan fuentes de la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE). ECSA estará próximamente presidida por el gijonés Juan Riva, actual vicepresidente de la entidad que agrupa a las organizaciones de armadores de toda Europa.
Dicha iniciativa, a juicio de los navieros, sería un factor muy importante para el desarrollo de las autopistas del mar en los próximos años, como la proyectada para conectar los puertos de El Musel y de Nantes-Saint Nazaire. La misma idea, señalan las fuentes citadas, fue defendida también por varios ponentes en la convención sobre Short Sea Shipping (cabotaje europeo) que organiza anualmente Grimaldi Nápoles y que este año se celebró en Cagliari (Cerdeña).
Guinier destacó que hay que apostar por un 'ecobono' comunitario y que «Europa necesita un espacio marítimo sin barreras para contribuir al desarrollo de nuestra economía, así como dar soporte a las mejores prácticas en el Short Sea Shipping». En similar sentido, Emanuele Grimaldi, consejero delegado del Grupo Grimaldi, una de las navieras implicadas en el proyecto gijonés, señaló que el 'ecobono' «no distorsiona la competencia entre las empresas navieras, ya que es el cliente quien decide qué servicio prefiere usar».
La entrada en servicio de la autopista del mar entre El Musel y Nantes se vería favorecida con el 'ecobono', pero no depende de la citada ayuda, sino de que la Comisión Europea acepte la subvención acordada por los gobiernos de España y Francia, así como de la ratificación del proyecto por los parlamentos de dichos países.
Iguales ayudas están también previstas para una línea entre Vigo y el mismo puerto francés, que tiene la dificultad adicional de que fue diseñada para aprovechar un tráfico histórico de vehículos nuevos de Peugeot-Citroën que ya no está en manos de la naviera a la que le fue adjudicada la autopista del mar.
Galicia y, especialmente, la Autoridad Portuaria de Vigo, intentan ahora que sea autorizada la sustitución de Trasmediterranea como naviera participante en el consorcio de explotación si dicha compañía decide renunciar al proyecto.
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