Fuente: Veintepies
Con la caída del muro de Berlín en el 1993 culmina la creación del mercado único con las «cuatro libertades» de circulación: mercancías, servicios, personas y capitales. En la actualidad, los servicios de aduanas de los 27 Estados miembros colaboran estrechamente con los fuerzas y cuerpos de seguridad, la industria y los principales socios comerciales de la Unión Europea para hacer frente a los retos crecientes de la globalización comercial: proteger a las personas contra los productos peligrosos y combatir la delincuencia organizada, el terrorismo y el contrabando.
Los camiones y trenes de mercancías circulan por la UE sin parar en las fronteras. No así los buques. Deben pasar las aduanas incluso cuando viajan directamente de un país de la UE a otro, un trámite costoso que causa grandes retrasos.
A diferencia de la carretera y el ferrocarril, el transporte marítimo de mercancías entre países de la UE se considera comercio internacional porque las aguas territoriales de un país sólo se extienden a una distancia de 22 km de su litoral. Más allá de esta distancia, el buque entra en aguas internacionales. Existen más de 1 200 puertos mercantes a lo largo de unos 100 000 km de costas europeas y muchos de ellos son beneficiarios de fondos de la UE. El transporte marítimo importante fuente de empleo e ingresos para Europa. La UE, que es una de las principales potencias marítimas, posee el 25% de la flota mundial. Para Europa, el transporte marítimo ha sido un catalizador del desarrollo económico y la prosperidad en toda su historia.
Transporte Marítimo permite el comercio y los contactos entre todas las naciones europeas.
Que garantiza la seguridad del suministro de energía, alimentos y productos básicos y constituye el principal vehículo para las importaciones europeas y las exportaciones al resto del mundo. Casi el 90% de las mercancías de comercio exterior de la UE es por vía marítima.
Transporte marítimo de corta distancia representa el 40% de los intercambios dentro de la UE en términos de toneladas-kilómetros. La calidad de vida en las islas periféricas y en las regiones marítimas depende de los buenos servicios de transporte marítimo. Cada año pasan por los puertos de la Unión 400 millones de pasajeros y se cargan y descargan 3.500 millones de toneladas de mercancías. La creación del estatuto de Operador Económico Autorizado (OEA) constituye uno de los principales elementos del programa de seguridad aduanera.
La Comisión ha presentado el pasado mes de enero del 2009 un plan para simplificar este proceso, que comprende medidas legislativas para reducir los trámites y recomendaciones para rebajar las tasas administrativas. El plan de la Comisión se acompaña de un documento que expone los objetivos del sector para los 10 años próximos. El documento analiza las principales dificultades en el transporte marítimo y propone medidas para ayudar al sector a atravesar el bache económico. Este plan permitirá que el transporte marítimo sea más competitivo y redundará en beneficio de la economía en su conjunto.
Las compañías navieras están sometidas a diversas inspecciones para verificar el cumplimiento de complejas normas fiscales, sanitarias, de seguridad, etc. El plan recomienda que las autoridades nacionales simplifiquen estos controles fronterizos. Ante todo, comprende una serie de propuestas legislativas para agilizar los procedimientos aduaneros. También reclama futuras medidas de reducción del papeleo para las mercancías que en su ruta desde un puerto europeo a otro deben hacer escala en países no pertenecientes a la UE.
El comercio mundial de los últimos años ha impulsado considerablemente el transporte marítimo europeo, y las navieras han realizado fuertes inversiones para renovar y aumentar sus flotas. Pero acechan numerosos retos, como la feroz competencia de las empresas que incumplen las debidas normas de seguridad y medio ambiente. Hace unos días en este mismo medio publicábamos “La seguridad marítima en la UE”: El “paquete Erika III” donde el Parlamento Europeo el pasado 11 de marzo dio el visto bueno a las ocho normas que lo componen estipulan requisitos más estrictos de seguridad para los buques que enarbolan una bandera de los Estados miembros así como para la navegación en aguas comunitarias, con la finalidad de ayudar a prevenir desastres. Los barcos más peligrosos podrían acabar en una lista negra gracias al “paquete Erika III”. Otros obstáculos son la volatilidad de los mercados de la energía y la creciente amenaza de la piratería. El Secretario General de la Organización Marítima Internacional (OMI), informó en noviembre 2008 que durante el año han tenido lugar más de 120 ataques piratas frente a las costas de Somalia, que han resultado en la ocupación de 35 barcos, el secuestro de más de 600 tripulantes y la muerte de dos.
Andreu Romero i Martínez
Analista- Consultor de Comercio Internacional
For more information: polimarkets@gmail.com
Los camiones y trenes de mercancías circulan por la UE sin parar en las fronteras. No así los buques. Deben pasar las aduanas incluso cuando viajan directamente de un país de la UE a otro, un trámite costoso que causa grandes retrasos.
A diferencia de la carretera y el ferrocarril, el transporte marítimo de mercancías entre países de la UE se considera comercio internacional porque las aguas territoriales de un país sólo se extienden a una distancia de 22 km de su litoral. Más allá de esta distancia, el buque entra en aguas internacionales. Existen más de 1 200 puertos mercantes a lo largo de unos 100 000 km de costas europeas y muchos de ellos son beneficiarios de fondos de la UE. El transporte marítimo importante fuente de empleo e ingresos para Europa. La UE, que es una de las principales potencias marítimas, posee el 25% de la flota mundial. Para Europa, el transporte marítimo ha sido un catalizador del desarrollo económico y la prosperidad en toda su historia.
Transporte Marítimo permite el comercio y los contactos entre todas las naciones europeas.
Que garantiza la seguridad del suministro de energía, alimentos y productos básicos y constituye el principal vehículo para las importaciones europeas y las exportaciones al resto del mundo. Casi el 90% de las mercancías de comercio exterior de la UE es por vía marítima.
Transporte marítimo de corta distancia representa el 40% de los intercambios dentro de la UE en términos de toneladas-kilómetros. La calidad de vida en las islas periféricas y en las regiones marítimas depende de los buenos servicios de transporte marítimo. Cada año pasan por los puertos de la Unión 400 millones de pasajeros y se cargan y descargan 3.500 millones de toneladas de mercancías. La creación del estatuto de Operador Económico Autorizado (OEA) constituye uno de los principales elementos del programa de seguridad aduanera.
La Comisión ha presentado el pasado mes de enero del 2009 un plan para simplificar este proceso, que comprende medidas legislativas para reducir los trámites y recomendaciones para rebajar las tasas administrativas. El plan de la Comisión se acompaña de un documento que expone los objetivos del sector para los 10 años próximos. El documento analiza las principales dificultades en el transporte marítimo y propone medidas para ayudar al sector a atravesar el bache económico. Este plan permitirá que el transporte marítimo sea más competitivo y redundará en beneficio de la economía en su conjunto.
Las compañías navieras están sometidas a diversas inspecciones para verificar el cumplimiento de complejas normas fiscales, sanitarias, de seguridad, etc. El plan recomienda que las autoridades nacionales simplifiquen estos controles fronterizos. Ante todo, comprende una serie de propuestas legislativas para agilizar los procedimientos aduaneros. También reclama futuras medidas de reducción del papeleo para las mercancías que en su ruta desde un puerto europeo a otro deben hacer escala en países no pertenecientes a la UE.
El comercio mundial de los últimos años ha impulsado considerablemente el transporte marítimo europeo, y las navieras han realizado fuertes inversiones para renovar y aumentar sus flotas. Pero acechan numerosos retos, como la feroz competencia de las empresas que incumplen las debidas normas de seguridad y medio ambiente. Hace unos días en este mismo medio publicábamos “La seguridad marítima en la UE”: El “paquete Erika III” donde el Parlamento Europeo el pasado 11 de marzo dio el visto bueno a las ocho normas que lo componen estipulan requisitos más estrictos de seguridad para los buques que enarbolan una bandera de los Estados miembros así como para la navegación en aguas comunitarias, con la finalidad de ayudar a prevenir desastres. Los barcos más peligrosos podrían acabar en una lista negra gracias al “paquete Erika III”. Otros obstáculos son la volatilidad de los mercados de la energía y la creciente amenaza de la piratería. El Secretario General de la Organización Marítima Internacional (OMI), informó en noviembre 2008 que durante el año han tenido lugar más de 120 ataques piratas frente a las costas de Somalia, que han resultado en la ocupación de 35 barcos, el secuestro de más de 600 tripulantes y la muerte de dos.
Andreu Romero i Martínez
Analista- Consultor de Comercio Internacional
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