Fuente: Europa Sur
Los siniestros se produjeron en las más de 5.000 hectáreas de mar cuyo control y protección medioambiental corresponden al Reino Unido según la Unión Europea
E. R./E. B. / Gibraltar/la Línea
Los accidentes del New Flame y el Fedra ocurrieron en la zona de Punta Europa y dentro de las más de 5.000 hectáreas de mar cuyo control y protección medioambiental atribuye la Unión Europea (UE) al Reino Unido.
La designación de estas 5.486 hectáreas como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) bajo el nombre Southern Waters of Gibraltar -desde julio de 2006- obliga a las autoridades británicas, y por tanto al Peñón, a su especial protección, pero eso no ha evitado siniestros como los del New Flame, ocurrido en agosto de 2007, y el del Fedra, que colisionó en octubre del año pasado contra las rocas en Punta Europa. Además, la zona sigue siendo un lugar de tráfico constante de embarcaciones y combustible.
Ambos siniestros pusieron de manifiesto la falta de control en la zona por parte de Gibraltar y el Reino Unido, a pesar de que, según la UE, deben ejercerlo. En el caso del New Flame, buques de Salvamento Marítimo acudieron en ayuda del chatarrero y controlaron el rescate durante la primeras seis horas. Sin embargo, el Ejecutivo de Peter Caruana expresó sus quejas al defender que España estaba actuando en aguas de su influencia. El Ministerio de Fomento optó entonces por retirar sus efectivos y dejó las labores en manos del Peñón. El New Flame encalló y poco después de hundió.
El Gobierno español siguió ofreciendo su ayuda de forma reiterada, pero ésta fue rechazada. A día de hoy, aún queda por retirar del fondo de la bahía la mayor parte del buque.
En cuanto al Fedra, Gibraltar tiene todavía pendiente la extracción de la popa que se encuentra encallada en Punta Europa.
Ayer se pronunció sobre este asunto el alcalde de La Línea, Juan Carlos Juárez, que declaró en rueda de prensa que España "no debería consentir que el Reino Unido se salga de la mesa y solicite aguas de manera unilateral, porque eso debilita la posición española".
En este sentido, el primer edil solicitó al Gobierno de Rodríguez Zapatero "absoluta fortaleza" en este asunto, proyectos como el de la Zona Este y las actuaciones de la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration. "Son temas que afectan a la Línea porque los rellenos repercuten en nuestras playas y el tesoro se lo llevaron de aguas españolas", dijo.
Los accidentes del New Flame y el Fedra ocurrieron en la zona de Punta Europa y dentro de las más de 5.000 hectáreas de mar cuyo control y protección medioambiental atribuye la Unión Europea (UE) al Reino Unido.
La designación de estas 5.486 hectáreas como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) bajo el nombre Southern Waters of Gibraltar -desde julio de 2006- obliga a las autoridades británicas, y por tanto al Peñón, a su especial protección, pero eso no ha evitado siniestros como los del New Flame, ocurrido en agosto de 2007, y el del Fedra, que colisionó en octubre del año pasado contra las rocas en Punta Europa. Además, la zona sigue siendo un lugar de tráfico constante de embarcaciones y combustible.
Ambos siniestros pusieron de manifiesto la falta de control en la zona por parte de Gibraltar y el Reino Unido, a pesar de que, según la UE, deben ejercerlo. En el caso del New Flame, buques de Salvamento Marítimo acudieron en ayuda del chatarrero y controlaron el rescate durante la primeras seis horas. Sin embargo, el Ejecutivo de Peter Caruana expresó sus quejas al defender que España estaba actuando en aguas de su influencia. El Ministerio de Fomento optó entonces por retirar sus efectivos y dejó las labores en manos del Peñón. El New Flame encalló y poco después de hundió.
El Gobierno español siguió ofreciendo su ayuda de forma reiterada, pero ésta fue rechazada. A día de hoy, aún queda por retirar del fondo de la bahía la mayor parte del buque.
En cuanto al Fedra, Gibraltar tiene todavía pendiente la extracción de la popa que se encuentra encallada en Punta Europa.
Ayer se pronunció sobre este asunto el alcalde de La Línea, Juan Carlos Juárez, que declaró en rueda de prensa que España "no debería consentir que el Reino Unido se salga de la mesa y solicite aguas de manera unilateral, porque eso debilita la posición española".
En este sentido, el primer edil solicitó al Gobierno de Rodríguez Zapatero "absoluta fortaleza" en este asunto, proyectos como el de la Zona Este y las actuaciones de la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration. "Son temas que afectan a la Línea porque los rellenos repercuten en nuestras playas y el tesoro se lo llevaron de aguas españolas", dijo.
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