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Las profesiones relacionadas con la ingeniería y la Marina Mercante se presentan como las más seguras en tiempos de crisis, según se recoge en el catálogo de profesiones de difícil ocupación en Asturias. Los empleadores no encuentran titulados en el campus de Viesques para cubrir las ofertas de trabajo en estos ámbitos.
Fuente: LNE
C. JIMÉNEZ
En tiempos de crisis los universitarios y, especialmente, los titulados en Marina Civil salen a flote. Continúan a la cabeza en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, igual que los informáticos y algunas ramas de la ingeniería. Los estudiantes vinculados al sector de la Marina Mercante gozan de una amplia oferta de trabajo en navieras estatales y extranjeras pudiendo afirmarse que prácticamente no existe desempleo en esta profesión.
En defensa de las excelentes salidas profesionales de esta titulación, el director de la Escuela de Marina Civil de Gijón, Rafael García Méndez, señala que existe una demanda de 27.000 oficiales a nivel mundial en el horizonte de 2015. De todos ellos, se estima que entre 10.000 y 12.000 plazas quedarán sin cubrir.
Una teoría que refrenda Daniel Ponte, director del nuevo departamento de Ciencia y Tecnología Náutica. A su juicio, el sector de la Marina Mercante notará menos los efectos de la crisis a largo plazo. «Para los alumnos de máquinas existen muchas salidas profesionales en tierra y las empresas vienen directamente a la Escuela a buscar personal», apunta este docente, para quien la mejora de las condiciones de vida a bordo han facilitado la expansión de un sector capaz de superar la recesión económica.
Marcos Álvarez, estudiante de la Escuela Superior de Marina Civil, subraya que las opciones de trabajar en tierra «son muchas». La mayoría, en puestos bien remunerados y con posibilidades de promocionar. Baste como ejemplo el caso de Ángeles Rodríguez Bernardo, la primera mujer titulada en Marina Civil en la Escuela de Gijón. Tras su paso por varios aeródromos del país, hoy ocupa el puesto de controladora del tráfico aéreo en el aeropuerto de Asturias, otra de las salidas del título.
Los empleadores buscan jefes de máquinas, oficiales radioeléctricos, mecánicos navales o pilotos. En Asturias, de los 60 puestos de trabajo de difícil cobertura, 18 están vinculados a profesiones marítimas. Ingenieros e informáticos también forman parte de ese catálogo de empleos con mayor oferta que demanda. El director de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería, Hilario López, asegura que la ingeniería industrial es una de las carreras «más versátiles». Y confiesa que tampoco en aquellas áreas vinculadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) -ingeniería informática y de telecomunicación- salen titulados suficientes cada año para atender la demanda del mercado. «Son los que mejor resisten la crisis», subraya el director de la Politécnica.
En la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial tampoco viven con especial preocupación las fluctuaciones del mercado laboral. Los tablones de anuncios continúan repletos de ofertas de empleo. «A las empresas les resulta relativamente barato incorporar a los recién titulados y para los chavales resulta una oportunidad», reflexiona el director, Joaquín Mateos. El centro quiere impulsar la realización de prácticas en empresas por parte del alumnado. De los 300 titulados que salen cada año de la Escuela de Peritos apenas llega al centenar los que hacen prácticas. Su rápida incorporación al mercado laboral hace que incluso se salten esta etapa en su desarrollo profesional.
Marcos Panizo, recién titulado en ingeniería industrial y ganador de uno de los premios fin de carrera del campus, ejemplifica el elevado grado de empleabilidad de los universitarios de Viesques.
Sin embargo, los informáticos se exponen a una situación contradictoria. Rubén Menes, alumno de la Escuela de Ingeniería Técnica Informática, realiza una advertencia: «Es cierto que estamos ante un sector en alza, aunque no tanto como dicen. Tampoco concretan el nivel de cualificación de la mano de obra que demandan». Su principal queja se refiere a las escasas opciones de promocionar. «En Asturias existen demasiadas pequeñas empresas pero no son muy exigentes con los requisitos de admisión», explica este estudiante. A su juicio, se está devaluando la profesión al tratar de acudir a titulados superiores para cubrir puestos de técnicos. «Al final acuden a gente menos cualificada con sueldos más ajustados», lamenta este joven, quien opina que sería más justo que se establezcan de una vez por todas las atribuciones profesionales pendientes para que el sector sea competitivo.
«Los titulados de Ingeniería Industrial, Informática y Telecomunicación son los que mejor resisten la crisis»
Director de la Escuela Politécnica de Ingeniería
«Las empresas vienen directamente a la Universidad a ofrecer empleo a nuestros alumnos»
Profesor de Marina Civil
Fuente: LNE
C. JIMÉNEZ
En tiempos de crisis los universitarios y, especialmente, los titulados en Marina Civil salen a flote. Continúan a la cabeza en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, igual que los informáticos y algunas ramas de la ingeniería. Los estudiantes vinculados al sector de la Marina Mercante gozan de una amplia oferta de trabajo en navieras estatales y extranjeras pudiendo afirmarse que prácticamente no existe desempleo en esta profesión.
En defensa de las excelentes salidas profesionales de esta titulación, el director de la Escuela de Marina Civil de Gijón, Rafael García Méndez, señala que existe una demanda de 27.000 oficiales a nivel mundial en el horizonte de 2015. De todos ellos, se estima que entre 10.000 y 12.000 plazas quedarán sin cubrir.
Una teoría que refrenda Daniel Ponte, director del nuevo departamento de Ciencia y Tecnología Náutica. A su juicio, el sector de la Marina Mercante notará menos los efectos de la crisis a largo plazo. «Para los alumnos de máquinas existen muchas salidas profesionales en tierra y las empresas vienen directamente a la Escuela a buscar personal», apunta este docente, para quien la mejora de las condiciones de vida a bordo han facilitado la expansión de un sector capaz de superar la recesión económica.
Marcos Álvarez, estudiante de la Escuela Superior de Marina Civil, subraya que las opciones de trabajar en tierra «son muchas». La mayoría, en puestos bien remunerados y con posibilidades de promocionar. Baste como ejemplo el caso de Ángeles Rodríguez Bernardo, la primera mujer titulada en Marina Civil en la Escuela de Gijón. Tras su paso por varios aeródromos del país, hoy ocupa el puesto de controladora del tráfico aéreo en el aeropuerto de Asturias, otra de las salidas del título.
Los empleadores buscan jefes de máquinas, oficiales radioeléctricos, mecánicos navales o pilotos. En Asturias, de los 60 puestos de trabajo de difícil cobertura, 18 están vinculados a profesiones marítimas. Ingenieros e informáticos también forman parte de ese catálogo de empleos con mayor oferta que demanda. El director de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería, Hilario López, asegura que la ingeniería industrial es una de las carreras «más versátiles». Y confiesa que tampoco en aquellas áreas vinculadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) -ingeniería informática y de telecomunicación- salen titulados suficientes cada año para atender la demanda del mercado. «Son los que mejor resisten la crisis», subraya el director de la Politécnica.
En la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial tampoco viven con especial preocupación las fluctuaciones del mercado laboral. Los tablones de anuncios continúan repletos de ofertas de empleo. «A las empresas les resulta relativamente barato incorporar a los recién titulados y para los chavales resulta una oportunidad», reflexiona el director, Joaquín Mateos. El centro quiere impulsar la realización de prácticas en empresas por parte del alumnado. De los 300 titulados que salen cada año de la Escuela de Peritos apenas llega al centenar los que hacen prácticas. Su rápida incorporación al mercado laboral hace que incluso se salten esta etapa en su desarrollo profesional.
Marcos Panizo, recién titulado en ingeniería industrial y ganador de uno de los premios fin de carrera del campus, ejemplifica el elevado grado de empleabilidad de los universitarios de Viesques.
Sin embargo, los informáticos se exponen a una situación contradictoria. Rubén Menes, alumno de la Escuela de Ingeniería Técnica Informática, realiza una advertencia: «Es cierto que estamos ante un sector en alza, aunque no tanto como dicen. Tampoco concretan el nivel de cualificación de la mano de obra que demandan». Su principal queja se refiere a las escasas opciones de promocionar. «En Asturias existen demasiadas pequeñas empresas pero no son muy exigentes con los requisitos de admisión», explica este estudiante. A su juicio, se está devaluando la profesión al tratar de acudir a titulados superiores para cubrir puestos de técnicos. «Al final acuden a gente menos cualificada con sueldos más ajustados», lamenta este joven, quien opina que sería más justo que se establezcan de una vez por todas las atribuciones profesionales pendientes para que el sector sea competitivo.
«Los titulados de Ingeniería Industrial, Informática y Telecomunicación son los que mejor resisten la crisis»
Director de la Escuela Politécnica de Ingeniería
«Las empresas vienen directamente a la Universidad a ofrecer empleo a nuestros alumnos»
Profesor de Marina Civil
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