Los gobernadores y la Costa de Michoacán

Fuente: Jorge A. Chávez Páramo/Cambio de Michoacán

Un amigo de Puerto Lázaro Cárdenas, preguntó cuál gobernador, de 1960 a la fecha, impulsó con más el desarrollo de la Costa, la franja de 200 kilometros de mayor marginación, desde el Balsas hasta el Coahuayana.

Rememoré andanzas periodísticas. Siendo gobernador Franco Rodríguez, se impulsó la región de Coahuyana. En una gira con el diputado Rafael Mendoza, conocimos paisajes hermosos, moscos abundantes, gente pobrísima y fauna abundante en Caleta de Campos, Huahua, Pichilinguillo, Mexiquillo, Maruata, Aquila, Boca de Apiza, San Juan de Alima, etcétera.

A Franco Rodríguez le sucedió Agustín Arriaga Rivera, quien visitó varias veces la Costa, a veces al lado del General Cárdenas, titular de la Comisión del Balsas e impulsor apasionado de la región que ya atendía los proyectos de lo que serían las hidroeléctricas de El Infiernillo y La Villita, el puerto y la planta siderúrgica. Don Agustín fue insistente en reclamar del Gobierno Federal recursos para la región costera. En su sexenio se inauguró El Infiernillo y la SCT inició el proyecto para la carretera costera, tramo de la Panamericana no construido.

A bordo del Cañonero Guanajuato de la marina, Arriaga recorrió el litoral, con representantes de los sectores económicos y para entregar apoyos a poblados costeros, debió nadar a las playas porque el oleaje impedía el arribo en barcazas a los sitios donde la gente le esperaba.

Fue a partir del gobierno de José Servando Chávez, que la desembocadura del Balsas comenzó a cambiar vertiginosamente. Inició trabajos Sicartsa, cuyo Consejo de Administración presidía el General Lázaro Cárdenas. Iniciaron obras que culminarían con la puesta en operación del puerto, la siderúrgica, la hidroeléctrica de La Villita y se regularizaron los terrenos «sobrantes de la ex hacienda de La Orilla» para facilitar el crecimiento de la gran urbe en que se transformó el viejo pueblo de Melchor Ocampo.

Don Carlos Torres Manzo sustituyó a José Servando Chávez. Fue permanente impulsor de la Costa. La visitaba con cualquier pretexto. Comenzó a inauguró la carretera a Coahuayana e inició el acceso al mar por Coalcomán.

Vino el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, quien conocía el litoral. Había sido titular de Fidelac para planificar la gran ciudad que allá nacía. La siderúrgica y el puerto estaban en operación. Cuauhtémoc hizo el primer recorrido en tren desde Coróndiro hasta el puerto. Con altibajos por la falta de apoyo federal, gobernadores subsecuentes insistieron en impulsar el desarrollo portuario.

El presidente Zedillo asignó recursos e inició las obras para la Autopista Siglo XXI, que se terminó e inició operaciones en el gobierno foxista. Pero fue hasta este sexenio lazarista que comenzó a modernizarse la terminal marítima para el manejo de contenedores, conectándolo al comercio internacional, con lo que se multiplicó el flujo de importaciones y exportaciones notablemente, iniciándose igualmente la modernización de la terminal de contenedores.

No en balde, el próximo gobernador Leonel Godoy, se ha comprometido para no aflojar en el trabajo que se requiere para consolidar al puerto michoacano como terminal marítima ultramoderna. Por ser su terruño natal, el nuevo mandatario seguramente cumplirá su propósito. Y hay quienes estiman que Michoacán se transformará radicalmente, a partir precisamente del Puerto Lázaro Cárdenas, que por sus características y ubicación será el más importante para el comercio mundial sobre el litoral del Pacífico. Hay más, pero comentaremos otro día.