Los sectores que integran la actividad marítima deben remar en una misma dirección

Fuente: Mas Mar

D. José Luis Riaño, tras haber participado muy activamente en las actividades de nuestra Asociación desde los años 80 y haber sido presidente de la Comisión de Buques Tanque y vicepresidente de ANAVE, ha decidido retirarse del sector marítimo. Desde ANAVE queremos rendir un modesto homenaje a un profesional de gran prestigio, como lo demuestra su trayectoria profesional: titulado como ingeniero naval por la ETSIN (1972), inició su vida laboral en Unión Naval de Levante, astillero valenciano en el que fue jefe de la División de Reparaciones y, a partir de 1979, trabaja en Campsa (hoy CLH), en la Dirección de Flota, que dirige de 1999 a 2007.
P: Desde el punto de vista de un profesional de sector marítimo que ha estado muchos años involucrado en las actividades de ANAVE, ¿cuáles considera que son los puntos fuertes y los débiles de la Asociación?

R: Considero que los puntos fuertes y débiles se encuentran en los platos de una balanza para conseguir un difícil equilibrio. El punto fuerte principal de ANAVE es que aglutina a todo el mundo naviero español con sus dos características básicas: apoliticidad y profesionalidad. El punto débil puede estar precisamente en que esa universalidad naviera origina, en múltiples ocasiones, intereses contrapuestos. Este equilibrio se ha venido consiguiendo, hasta ahora, gracias a los lazos de amistad de los navieros que la integran, con el valioso apoyo de la experiencia y profesionalidad del personal al servicio de la Asociación. Creo que la base de la Asociación es mantener ese equilibrio, así como continuar con la labor iniciada de explicar al ciudadano la importancia y profesionalidad de la marina mercante.

P: ¿Cómo ve la situación actual de la marina mercante española?

R: Creo que estamos en un momento en que el futuro de la marina mercante española pasa por ser una marina de calidad, integrándose en el selecto pero reducido grupo de marinas que destacan por la especialización, innovación y seguridad de sus buques, así como por los conocimientos y profesionalidad de sus tripulaciones. Para conseguir esto, es necesario que todos los sectores que integran la actividad marítima (armadores, astilleros, Administración y sindicatos) remen en una misma dirección y con el mismo entusiasmo.