Fuente: El Comercio Digital
Como decía en el artículo publicado ayer, en el proyecto RefSeg II buscamos lugares de refugio en Andalucía para grandes buques en riesgo de causar catástrofe medioambiental, en colaboración con la Junta de Andalucía. Paralelamente, en Galicia, bajo el Gobierno de Manuel Fraga, se encargó a la empresa Berenguer un estudio que establece 17 zonas de refugio en la costa gallega. El entonces conselleiro de Pesca, el popular Enrique López Veiga, decía que en menos de media hora, el sistema permite determinar si una maniobra es factible, es decir, si el barco puede llegar a la zona de refugio elegida, como publicaba La Voz de Galicia el 11 de junio de 2005.
Los refugios elegidos por Berenguer son la ensenada de Foz, el puerto de San Ciprian, la ría de Vivero, la del Barquero, la ensenada de Santa Marta, la ría y puerto de Ferrol, la ría de Ares, la ría y puerto de La Coruña, la ensenada de Baldaio, la de Corme y Laje, la ría de Camariñas, la ensenada de Corcubión, la ría de Muros-Noya, la de Arosa, la de Pontevedra, la ría de Vigo y la ensenada de Bayona.
La Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima cuenta con un Centro Nacional de Coordinación de Salvamento (CNCS) en Madrid y 20 Centros de Coordinación de Salvamento (CCS) distribuidos a lo largo de la costa. Las funciones de dichos centros son: Salvamento de la vida humana en la mar, prevención y lucha contra la contaminación marina, vigilancia y control del tráfico marítimo, apoyo e información tanto a la Administración marítima como a otras administraciones e instituciones.
Los CCS son los encargados de coordinar la ejecución de las operaciones de búsqueda, rescate, salvamento y lucha contra la contaminación en el ámbito geográfico asignado a cada uno de ellos.
Los CCS son Bilbao, Santander, Gijón, La Coruña, Finisterre, Vigo, Huelva, Cádiz, Tarifa, Algeciras, Almería, Cartagena, Valencia, Castellón, Tarragona, Barcelona, Palamós (opera solo en verano) Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. El Musel, que tiene un CCS en la torre de control, realiza además tareas de seguimiento del tráfico de buques en las aproximaciones y salidas del puerto.
SASEMAR cuenta con seis bases estratégicas de salvamento y lucha contra la contaminación (BEs) en Santander, La Coruña, Sevilla, Castellón, Cartagena y Tenerife. Desde Madrid se realiza la coordinación de los trabajos de las BEs, desde las cuales se presta apoyo de infraestructura logística y provisión de equipos y materiales en operaciones especiales.
Los componentes de cada base son: Barreras de contención de hidrocarburos para puerto y costa, equipos de recuperación de hidrocarburos de la superficie del mar, tanques flotantes de almacenamiento del hidrocarburo recuperado, y equipos de buceo y elementos para operaciones especiales.
También cuenta con cinco bases locales en Algeciras, Tarragona, Las Palmas, Mallorca y Tenerife con contenedores de material y equipos de lucha contra la contaminación para asegurar la primera respuesta ante una amenaza procedente de la mar.
En este momento, Galicia (con Gobierno del PP) cuenta con dos CCS, un BE, y 17 lugares de refugio más que Asturias. Los cinco primeros lugares de los elegidos por Berenguer están en el Cantábrico, muy próximos a nuestra costa, y por eso yo me pregunto por qué en Asturias el Partido Popular se opone rotundamente a que Gijón pueda ser un centro coordinador de emergencias y lugar de refugio. Sinceramente, pienso que debería protestar 17 veces más alto de cómo lo está haciendo aquí. Lo mismo cabría preguntar a otros partidos y asociaciones ecologistas, que también se oponen.
Otra cosa significativa es que en las cartas náuticas aparecen muchos lugares, próximos a la costa, con un ancla (?) como símbolo identificativo. Son zonas con costa alta y espacio suficiente para dar cobijo a buques ante temporales o refugiarse cuando tienen algún tipo de avería. Esos lugares se adaptan perfectamente a la definición de lugar de refugio dada por la directiva 2002/59/CE y por el RD 210/2004. En la costa española hay muchísimos símbolos de ese tipo. ¿Deberíamos exigir que todas esas zonas se eliminen de nuestras costas? ¿Seríamos tan malvados como para no contribuir a evitar la pérdida de vidas y prevenir la contaminación marina si los elimináramos?
¿Qué mal tiene que a Gijón, que ya es un CCS, sea también una BE y, de paso, un Centro Regional de Coordinación de Salvamento y Lucha contra la Contaminación (CRCS)? A El Musel, además de las tareas ya asignadas por ser un CSS, se le asignarían también tareas de supervisión del tráfico marítimo en su zona de influencia, al igual que Finisterre, Tarifa y Almería, que ya son CRCS. Gijón podría ejercer una gran influencia en el salvamento de vidas y lucha contra la contaminación marina.
A la gente le asusta hablar de puerto o lugar de refugio y lo asocia a puerto sucio. En el extranjero, a esta forma de pensar se le conoce como actitud NYMBY ('Not in My Back Yard', que traducido directamente significa 'No en Mi Patio Trasero' y que vendría a decir 'no me metas la porquería en casa'). Nada más lejos de la realidad. La normativa expuesta en el artículo publicado ayer da la opción al Estado ribereño para acoger a buques con problemas, de forma que solo se acercarían a un lugar de refugio los buques a los que, una vez analizada su situación, se les dé el visto bueno. Para ello, sería indispensable el buen funcionamiento de SafeSeaNet.
Fatalmente, me vienen a la memoria las palabras del conselleiro del PP Enrique López Veiga, que defendió la decisión de alejar al 'Prestige' mar adentro, porque «así les tocó un poco a todos» la contaminación vertida por el petrolero, en lugar de concentrarse en una sola zona. Señor López Veiga, mi opinión es totalmente la contraria, el acercamiento a un lugar de refugio de buques que no corran riesgo especial de hundimiento, pero que puedan tener derrames accidentales de productos contaminantes (hidrocarburos, por ejemplo) podría ser la mejor opción, porque, a cambio de concentrar el contaminante en una zona determinada que disponga de dispositivos suficientes para su contención y eliminación, se podría salvar el buque y la mayor parte de su carga y se evitaría que otras zonas puedan recibir impactos en sus costas, tal y como ocurrió tras el alejamiento y hundimiento del 'Prestige'.
El 'Castillo de Salas'
Esto me recuerda otro espinoso caso, acaecido en este caso en la costa gijonesa, el del 'Castillo de Salas', que tras fondear en la bahía de Gijón, el 11 de enero de 1986, a la espera de entrar a El Musel, donde debía descargar casi 100.000 toneladas de carbón, terminó embarrancado en las proximidades del cerro de Santa Catalina.
El buque carecía de medios de descarga propios, pues era un granelero. Además, el accidente ocurrió en invierno, lo que imposibilitó el embarque de grúas automóviles y el amarre de pequeños buques o barcazas a su costado con el objetivo de trasvasar parte de la del buque para reflotarlo.
Por eso, se utilizaron los únicos medios posibles, se inundaron las bodegas con agua de mar, aligerando el agua mezclado con carbón mediante bombas sumergibles y tirando esa mezcla directamente a la mar. Técnicamente, no había otra solución para aligerarlo en el menor tiempo posible y reflotarlo para salvar al buque y la mayor parte de la carga. Cuando los ecologistas vieron salir el agua ennegrecida con el carbón, subieron a bordo y tiraron a la mar las bombas, mangueras y otros dispositivos, lo que paralizó las operaciones y más tarde, debido a la inclemencia del tiempo y la mar, dio lugar a que el buque acabara rompiendo en dos. Afortunadamente se consiguió reflotar la parte de proa, pero no ocurrió lo mismo con la de popa, que colapsando, debido a la fuerza de las olas, terminó totalmente hundida con muchas toneladas de carbón en sus entrañas.
¿Fue lógica la actuación de los ecologistas? ¿Hubiera sido mejor aligerar, tirando intencionadamente a la mar unas 5.000 toneladas para reflotar el buque como se estaba haciendo? ¿O fue mejor dejar que se rompiera en dos y que nos dejara 40.000 toneladas para que sigamos recordando el caso (para vergüenza de algunos, espero) debido a la aparición continua de carbón en la playa de San Lorenzo?
Desde aquel momento yo renuncié a denominarme ecologista y prefiero identificarme como medioambientalista.
La polémica creada por las palabras del ministro José Blanco parece indicar que alguien no ha aprendido las lecciones derivadas del desastre del 'Prestige' y que si el PP alcanzara el poder de nuevo podría volver a ocurrir otra vez lo mismo si llegara a darse un caso similar. No obstante, espero que cuando dejen de ser oposición, se vuelvan más razonables y actúen como debe hacerse y no como lo están haciendo ahora.
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