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martes, 20 de enero de 2009

Las deudas de un armador canario mantienen presos a ocho marineros cubanos en Marruecos

Fuente: La Voz de Lanzarote

Desamparados y desesperados, sin saber qué hacer ni a quién recurrir, incluso pensaron en enviar una misiva al monarca alauí Mohamed VI para pedir su intercesión. Así están desde hace un año los ocho marineros cubanos del Alutrans, un barco con bandera panameña del armador canario y ex presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Manuel Barreto Acuña.

Las deudas de Barreto Acuña al reino alauí mantienen retenido al carguero en el puerto de Safi, al sur del país. Al carguero, y a su tripulación. "Nos deben más de 300.000 pesos, no podemos irnos de aquí sin cobrarlos, no podemos renunciar a nuestros salarios después de todo lo que hemos pasado", cuenta a ACN Press al otro lado del teléfono Carlos, uno de los marineros.

La solución se antoja complicada al no existir relaciones diplomáticas entre Marruecos y Cuba. Que el barco navegue bajo bandera panameña, los marineros sean cubanos, el armador canario y el puerto marroquí tampoco facilita las cosas, explica a esta agencia Juan Esteban Pérez Rodríguez, delegado de la organización diocesana Stella Maris en Canarias, que está intentado echar un cable a la tripulación desde que ésta les contactara.

"Stella Maris se está portando muy bien con nosotros, nos están ayudando mucho" relata al otro lado del teléfono Carlos. Les han enviado mantas y ropa de abrigo para aguantar las inclemencias del tiempo, muy frío en los últimos meses en esa zona de Marruecos. "También hemos recibido algo de dinero, con el que hemos podido comprar algo de combustible, que racionamos para poder tener calefacción y electricidad en el barco".

Carlos asegura que van a aguantar hasta que el armador se comprometa a pagarles. "Esto es muy duro, y vivimos de la caridad de organizaciones como Stella Maris o de los propios marroquíes, que nos proporcionan alimentos cuando pueden", pero no piensan dar su brazo a torcer. "Demasiado esfuerzo, y demasiado tiempo sin nuestras familias, como para volver a Cuba sin un peso".

Desde Stella Maris han pedido además que el Gobierno español se implique en la resolución del conflicto al ser español el armador del carguero. Un armador, Barreto, que no es la primera vez que deja a su merced a sus tripulaciones. Ya lo había hecho con las de otros barcos como el Guajira, el Tribox y el Gelfo.

UNA LLAMADA POR FIN DE AÑO

Los marineros, además, llevan meses sin prácticamente comunicación con sus familias, muy preocupadas por el destino de la tripulación. "Gracias a nuestra empresa en Cuba pudimos contactar con nuestra gente para Fin de Año, el día 30 de diciembre, pero no nos resulta fácil hablar con ellos, no tenemos recursos económicos para poder hablarles y tranquilizarles".

Su situación es muy complicada, explican desde Stella Maris. Además, al ser el de Safi un puerto industrial dedicado sobre todo a la carga y descarga de materiales contaminantes como el azufre o los fosfatos, la salud de los marineros está empezando a resentirse y temen sufrir enfermedades derivadas de la exposición a estos productos.

A pesar de que no han perdido la esperanza, sí que han perdido su confianza en que la resolución del conflicto llegue de manos del armador. "Se comprometió a pagarnos la mitad de nuestros salarios y a sacarnos de aquí, pero no ha cumplido nada y no esperamos que lo haga", se lamenta Carlos. Su tripulación es una de tantas que quedan atrapadas en los puertos de medio mundo "por los vacíos legales que existen en esta materia", se queja el delegado de Stella Maris, que ha pedido ayuda a la Media Luna Roja y a los consulados de Cuba y Panamá. Mientras, Carlos y sus compañeros siguen rezando todos los días. "Hemos sufrido mucho, nosotros y nuestras familias, sólo queremos lo que nos pertenece, nuestro dinero, el que hemos ganado con nuestro trabajo".

ACN Press

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