DIA DE LA MARINA 2008
El Transporte Marítimo
dentro de la Reforma Energética
El Transporte Marítimo
dentro de la Reforma Energética
Sin duda el tema de la reforma energética y en especial el relacionado con PEMEX, es de gran importancia nacional y porque no considerarlo de seguridad nacional. De cómo los mexicanos demos solución, este asunto dependerá en buena medida, nuestra condición de país en los próximos años y en el futuro inmediato. El petróleo es parte de la riqueza de nuestra Nación, por lo que este deberá de ser utilizado como polo de desarrollo económico para propiciar y garantizar el futuro de nuestro país y lo que es más importante, el bienestar de todos los mexicanos y por supuesto que para el desarrollo de un sector comercial de suma importancia como lo es la Marina Mercante.
Como mexicanos, estamos convencidos de que la reforma energética será aprobada, el gobierno federal tiene la misión fundamental de actualizar de manera integral la economía del país, pero los legisladores tienen la obligación de buscar el marco legal para que la industria petrolera coadyuve al desarrollo del país en las próximas décadas, buscando lo mejor para lograr la prosperidad para todos los mexicanos.
En este compromiso, que podríamos llamarle de “estado”, es muy importante y para nosotros los marinos mercantes es fundamental que se deba tomar muy en cuenta el factor del “Transporte Marítimo”, ya que al ser México, uno de los principales exportadores de petróleo e importador de productos refinados, las necesidades en materia de transporte marítimo aumentarán, por lo tanto, es necesario garantizar un suministro seguro y oportuno.
Lo anterior, tiene para nuestro País una importancia estratégica y de seguridad nacional muy relevante, tal y como se considera en todos los países del primer mundo. Estamos de acuerdo como se propone en el proyecto de la reforma energética, que el petróleo es de los mexicanos y que PEMEX no debe privatizarse, y así mismo, pero también estaremos de acuerdo y exigimos, que tal y como establece la Ley de Navegación y Comercio Marítimos, de que el cabotaje deberá de ser reservado únicamente para los mexicanos, por lo que deberemos de hacerlo solamente los mexicanos, no mas “permisos”, no mas “intermediarios”.
Es para nosotros de gran incertidumbre que dentro de la Reforma Energética, se habla mucho de “aguas profundas”, en donde se menciona de perforaciones con “tirantes de agua” de 500 hasta 3000 metros de profundidad y para lo cual se necesitarán barcos. Por lo que no debemos olvidar que el mar sigue creciendo y ello, implica mayor distancia y mayor profundidad, por lo que se requerirá de suministrar víveres, equipos, agua, combustibles y hacer cambios de personal, etc., así como todo lo relacionado con la perforación y extracción de petróleo, y para realizarlo, se requerirá por supuesto del apoyo de barcos, barcos de diferentes tipos y características, porque no tendremos mejor forma de llegar hasta esas aguas a no ser que no sea mediante embarcaciones, y hacerlo en buques que no sean mexicanos, implicará una enorme fuga de divisas, que hoy, es de cuando menos 16 mil millones de dólares, que se traduce además en una peligrosa dependencia hacia el extranjero que como se ha comentado, atenta considerablemente a nuestra seguridad como Nación.
No es casualidad que en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio que se firmó con América del Norte, México y Canadá votaron a favor de la liberalización del cabotaje en transporte marítimo, a lo cual, los Estados Unidos se opusieron terminantemente por considerar este medio de transporte como de seguridad nacional, basándose en su “Jones Act”, ya que para ellos, además de las razones económicas, el transporte marítimo representa parte de su seguridad nacional. En Estados Unidos solo hacen tráfico de cabotaje, barcos estadounidenses, construidos en astilleros de Estados Unidos y tripulados por estadounidenses.
Podríamos imaginar que pasaría en México, el día en que todas o un buen número de esas embarcaciones extranjeras (en su mayoría estadounidenses o de bandera de conveniencia, como Panamá, Liberia, Singapore, Islas Marshall, etc.) mediante las cuales se transporta nuestro petróleo y los refinados que exportamos e importamos, estos dejaran de hacerlo, podríamos imaginar un México apagado, un México paralizado por falta de gasolina, un México incomunicado, tanto en sus carreteras como en sus aeropuertos por la falta de suministro interno y externo, un México amenazado, lo que podría pasar si aún seguimos dependiendo del extranjero, hablando del transporte marítimo
Y por que nos referimos de manera reiterativas a la seguridad nacional? porque en este momento, el petróleo de exportación que vendemos se hace en costo y flete y de regreso convertido por ejemplo en gasolina, se hace igual porque todo lo hacemos FOB, es decir, “libre a bordo”.
Como puede observarse, ni un solo litro de petróleo que sale, entra o se distribuye por todo nuestro país, se transporta en barcos mexicanos, ¿porqué?, porque ya no tenemos barcos especializados para ello, ¿porqué?, porque lo principal es que no tenemos una cultura maritimista como Nación y mucho menos, una política pública nacionalista que apoye el desarrollo del transporte marítimo; o al menos así nos lo han hecho ver los gobiernos en los últimos 20 años.
En este sentido, a la conclusión que podemos llegar, es a la de visualizar la importancia de incluir como parte de la reforma energética el tema del “Transporte Marítimo” y por ende con ello, la industria de la construcción y reparación naval, ya que la relevancia que tomará este medio de transporte será fundamental para llevar a cabo eficazmente la explotación de nuestro petróleo.
Hoy ese “tesoro” que tenemos a más de 500 metros de profundidad es parte del patrimonio presente y futuro de los mexicanos y tanto en su perforación, extracción, transporte y distribución, tenemos que participar en mayor medida los mexicanos, las embarcaciones mexicanas tienen que ser parte del presente y futuro de la industria del petróleo y por ello, debemos tomar con gran seriedad su importancia, para que no nos pase lo mismo que en la Sonda de Campeche, en donde a 30 años de estar trabajando en el “offshore”, aún tenemos que casi un treinta por ciento de las embarcaciones, siguen siendo de bandera extranjera, sin mayor beneficio para el marino mexicano.
Queremos apoyar con un sí, al dialogo para sacar adelante la reforma energética y un no, a la toma de nuestras tribunas por parte de “huestes” antinacionalistas en el poder legislativo; pero también queremos que ese sí, sea para beneficio del Transporte Marítimo y con el ello al de la Marina Mercante y por ende al de los marinos mercantes.
Junio lº de 2008
Capt.
Guillermo Parra Avello
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