Ahora resulta que ellos son unos santos!!!!.....
Empresa
Alberto Barranco
Fuente: El Universal
Fue PMI
Acusada por la Auditoría Superior de la Federación de inflar el precio del arrendamiento de buques-tanque en perjuicio de Petróleos Mexicanos, la empresa Arrendadora Ocean Mexicana se defiende: “Nos atrapó una intriga de PMI”
De acuerdo a la firma encabezada por Antonio Juan Marcos Issa, la filial de la propia paraestatal tejió una maniobra para evidenciar la supuesta falta, bajo el argumento de un mejor precio.
El problema es que su supuesta sensacional oferta llegó a toro pasado, es decir, dos días después de cerrada la licitación a que había convocado Pemex Refinación en marzo de 2005.
Lo curioso del caso es que si a la firma que ganó el contrato de la discordia apenas le alcanzaron 103 hojas para especificar el cumplimiento de los requisitos técnicos que exigían las bases de la licitación, a Pemex Comercio Internacional (PMI) le bastaron dos… para colocar la pica en Flandes.
El breve oficio sirvió de pauta para que el órgano de vigilancia de la Cámara de Diputados enfilara el índice hacia la compañía.
De acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación la Arrendadora Ocean Mexicana le causó un daño a Pemex de 5 millones 23 mil 540 dólares, aunque la denuncia de hechos presentada no plantea hasta el momento complicidad alguna al interior de la paraestatal.
El asunto cobró un perfil más agresivo si se considera que el presidente de la empresa acusada, que opera en alianza con una firma danesa, había sido funcionario de la propia paraestatal.
Tras haber realizado una larga carrera en Pemex, Antonio Juan Marcos Issa terminó su ciclo primero como Jefe de Asesores del Director General de la paraestatal, y luego como coordinador de Proyectos.
Pero su incorporación a la firma en el banquillo se dio un año y seis meses después de su desincorporación de la empresa pública, lo que anula la posibilidad de información privilegiada o conflicto de interés.
Ahora que en su defensa la Arrendadora Ocean Mexicana habla de que los precios a los que ofertó estaban en línea con los que ofrecieron en su momento PMI, Transportación Marítima Mexicana o la Naviera Mexicana, para contratos similares de transportación de combustible. De hecho, bajo ese parámetro la filial de Pemex había ganado un sinnúmero de licitaciones. Para decirlo con todas las letras, entre 2001 y 2007 de 81 contratos en juego, sólo dos ganó la Arrendadora Ocean Mexicana. El resto fue para las tres empresas señaladas.
El caso es que si en el segundo contrato ganado se sembró la duda, por más que si se extrapola la indagación al plano internacional ninguna empresa se atrevería a cotizar a los precios de la Arrendadora Ocean Mexicana, dada la cantidad de requisitos exigidos por Pemex, en el primero se llevó el asunto a los tribunales. El caso es que el juez de la causa desestimó la querella por supuesto tráfico de influencias, en un escenario en que el Ministerio Público que había planteado la causa fue reconvenido.
La sospecha sobre la firma se sustenta en una presunta relación de sociedad con Amado Yáñez, el propietario de la compañía Oceanografía a la que se le vincula con los hermanos Bribiesca Sahagún, justo en un caso de tráfico de influencias.
El alerta roja de la Comisión Legislativa que investigaba el asunto llegó tras hacerse público que un hermano de Yáñez trabajaba en la compañía naviera de la discordia… por más que éste entró en 2001 y salió en 2002, tras un paso sin pena ni gloria.
Ahora que el primer contrato de la Arrendadora Ocean Mexicana con Pemex, quien se constituye como el destinatario de sólo 20% de sus operaciones, llegó tres años después. Puras intrigas de la filial de Pemex, dice la firma en el banquillo.
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jueves, 20 de diciembre de 2007
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