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domingo, 4 de noviembre de 2007

Vinculan tragedias a corrupción en Pemex

Jesusa Cervantes / Rosa Santana
Fuente: Proceso

Distrito Federal— No son novedosos los recientes hechos trágicos en la zona petrolera de la Sonda de Campeche, en los que están involucradas empresas que año con año renuevan sus contratos con Petróleos Mexicanos; desde hace tiempo los propios trabajadores de la paraestatal han denunciado la corrupción de empresarios y funcionarios de Pemex.

Proceso reveló la semana pasada que la empresa Perforadora Central fue denunciada en octubre de 2004 e incluso se abrió el expediente SPC/0429/2004 en la Contraloría Interna de Pemex. En esa ocasión la paraestatal inspeccionó las plataformas y confirmó que la empresa incurrió en anomalías; corroboró sobre todo el mal estado de los equipos de seguridad, abusos laborales y sobrecupo en embarcaciones para transporte de personal hacia las plataformas. Pemex no hizo nada al respecto.

Perforadora Central es propietaria de la plataforma Usumacinta, que el pasado 23 de octubre chocó con el pozo Kab-101, propiedad de Pemex, y provocó la fuga del gas sulfhídrico, sumamente tóxico. De los 81 trabajadores que trataron de escapar, 22 murieron.

La compañía contratista no está sola en esa situación. El martes 30 de octubre, un empleado de Oceanografía –empresa a la que el propio Manuel Bribiesca Sahagún relacionó con su hermano Jorge Alberto y su tío Guillermo Sahagún en maniobras para obtener contratos de Petróleos Mexicanos– relató a Proceso varios percances que han puesto en peligro la vida de los trabajadores. “De todo esto tiene conocimiento Pemex”, aclaró.

Por ejemplo, el mencionado trabajador –quien se identificó pero pidió que se omitiera su nombre por temor a represalias– dijo que hace cinco meses, cuando estaba laborando en la embarcación Carolina, propiedad de Oceanografía, “un muchacho salió del área de máquinas diciendo que estaba entrando mucha agua, se vació la lancha y se obligó a los buzos a poner un tapón para seguir navegando. Eso ocurrió mar adentro y nadie se enteró, más que Pemex”.

Explica que en cada embarcación que renta Pemex van entre cuatro y ocho superintendentes –depende del tamaño de la lancha, barcaza o plataforma–, quienes deben reportar todas las anomalías a la paraestatal, “pero no lo hacen”. Otro incidente sucedió en 2004:

“En ese tiempo –relató la misma fuente– yo estaba en el almacén de la embarcación Caballo de Trabajo, propiedad de Oceanografía. Me encargaba de entregar los equipos de respiración autónoma, que son cilindros que contienen oxígeno para 60 minutos, por si ocurre algún percance.

“En algún momento la gente de Pemex empezó a hacer una revisión, pero los equipos estaban vacíos. Lo sé porque yo los entregaba y firmaba que los estaban recibiendo. Como no contenían oxígeno, lo que hizo la empresa –y siempre ocurre así– fue presentar los extinguidores de los barcos, que sí están llenos. Esto lo supieron los de Pemex, siempre están enterados de todo.

Y en otra ocasión nos quedamos sin comida en la embarcación Caballo de Trabajo; se lo comunicamos a la gente de Pemex que iba con nosotros, pero no nos hicieron caso”.
Así mismo, trabajadores de diversas empresas contratistas, agrupados en el Comité de Acción y Orientación Sindical de Plataformas Marinas, relataron a Proceso que “el pasado 13 de septiembre, dos trabajadores de la empresa Gulf of Mexico Personal Service, S.A. de R.L sufrieron un accidente en la plataforma Mississippi. Miguel ángel Barragán Sandria y su primo Christian Espinoso Sandria cayeron al mar cuando se rompió la estructura de un quemador de gas y aceite colocado a un lado de la plataforma.

El rescate de los jóvenes implicó ocho horas de labores. Uno de los cuerpos fue hallado a 38 metros de profundidad debajo del quemador de gas y aceite
“La plataforma Pride Mississippi fue construida hace 20 años y rentada a Pemex para continuar con el programa de exploración en las costas del Golfo de México, pero la Pride, dueña de la plataforma, no invierte en el mantenimiento a pesar de los jugosos ingresos que le generan las 16 plataformas que le alquila a Pemex. En esta plataforma tampoco hay personal para rescates inmediatos en caídas al mar”, revela el Comité de Acción y Orientación Sindical de Plataformas Marinas.

Feria de corruptelas— El mencionado comité de trabajadores de empresas contratistas de Pemex acusa a los ex directores generales de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos y Luis Ramírez Corzo, de enriquecimiento ilícito, desvío de recursos y violaciones a la Ley de Obras Públicas y a la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.

También señalan al actual director de Pemex Exploración y Producción (PEP), Carlos Morales Gil; al gerente de Mantenimiento Integral, José Guadalupe de la Garza Saldívar; al ex abogado de Pemex y actual secretario particular de Felipe Calderón, César Nava; al subdirector de la Región Marina Noroeste, Javier Hinojosa Puebla; al subdirector de PEP, Héctor Leyva Torres; a la superintendente de Evaluación de la Coordinación de Servicios Marinos, Martha Alicia Castañeda Arrieta; y a la subgerente del sector Cantarell norte y sur, Mireya Juanita Miranda Moyar.

En febrero de 2007, la reportera Ana Lilia Pérez –que ha documentado desde hace años las irregularidades en Pemex– reportó en la revista Contralínea que, como director de PEP, Ramírez Corzo propuso la creación de la Gerencia de Mantenimiento Integral y designó como titular a De la Garza Saldívar, quien a su vez creó la subgerencia de Ingeniería de Mantenimiento, “mediante la cual tendría el control de todas las licitaciones que se originan en la región de PEP”.

Así, el personal de esta área se encarga de elaborar las bases, realiza las juntas de aclaraciones, organiza el presupuesto interno, efectúa las evaluaciones técnicas y el proceso de licitación, lo que de acuerdo con el Manual de Organización le compete al área de Recursos Materiales de la Gerencia de Administración y Finanzas.

Una de las acusaciones contra Ramírez Corzo se basa en el resultado de la revisión de la cuenta pública de 2004 por la Auditoría Superior de la Federación (ASF). ésta detectó que cuando Ramírez Corzo estuvo al frente de PEP “hubo vicios de origen” para favorecer a la empresa Aeroservicios Especializados S.A. (Asesa), perteneciente al grupo Protexa, en la licitación para la renta de transporte de personal y carga en la Sonda de Campeche.

La indagatoria se realizó porque la empresa Heliservicios de Campeche (Helicam) impugnó el procedimiento de asignación, pero PEP no le dio la razón, argumentando que Asesa había presentado la propuesta menos costosa.

Sin embargo, la ASF estableció en su indagación que no se fijaron “los criterios para la evaluación económica” y con ello se violó la Ley de Adquisiciones, Arrendamiento y Servicios del Sector Público, lo que echó por tierra el argumento de PEP.

Una denuncia más: el año pasado un grupo de trabajadores de Pemex presentó ante la Secretaría de la Función Pública información que incrimina a funcionarios de PEP (expediente DE-167/2006) por tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, desvío de recursos y violaciones a las leyes de Obra Pública y Responsabilidades Administrativas de los Funcionarios Públicos, para favorecer a algunas empresas con adjudicaciones de contratos.

Entre las beneficiadas se menciona a Condux, Protexa y Construcciones Marítimas Mexicanas, Constructora y Arrendadora México y Servicios Marítimos de Campeche, Construcciones Integrales del Carmen, Cotemar, Hellburton, Subtec... y Oceanografía.

Los funcionarios presuntamente involucrados son, otra vez, José Guadalupe de la Garza Saldívar, Mireya Juanita Miranda Moyar y la hoy coordinadora de Programación y Presupuestación del Mantenimiento, Martha Alicia Castañeda Arrieta.

En el caso de Oceanografía, se presume que le adjudicaron los contratos 428236807, 418235843 y 418235840 para el servicio de los barcos de posicionamiento dinámico Island Pionner, Caballo de Trabajo, Caballo de Troya y Palma River.

Los trabajadores denunciaron que estos contratos se otorgaron a cambio de millonarios sobornos a operadores de Ramírez Corzo en la Sonda de Campeche, por lo que demandan que se realice una auditoría en las áreas involucradas y se finquen responsabilidades.

Oceanografía, implicada— Por su parte, la Auditoría Superior de la Federación ha detectado inconsistencias en los contratos otorgados a Oceanografía.

En la revisión de la cuenta Pública de 2005, en su apartado relativo a Pemex Exploración y Producción, la ASF analizó nueve contratos que le fueron entregados a la empresa ligada con los Bribiesca Sahagún, y halló ilegalidades al menos en cuatro.

Se trata de los contratos para obra pública números 418815856, 418235812, 418235840 y 418235843; los dos últimos tienen vigencia hasta el próximo 31 de diciembre.

Según el reporte de la ASF, en los dos primeros casos “los finiquitos de los contratos no se elaboraron dentro de los plazos establecidos en los contratos”, y éstos tuvieron como objeto “realizar la inspección, mantenimiento y protección anticorrosiva a las monoboyas de exportación de petróleo en la terminal marítima de Dos Bocas, Tabasco”. Oceanografía no presentó las estimaciones el día convenido.

Esta empresa, que junto con Blue Marine Technology Group ha sido señalada en indagaciones que realiza la Secretaría de la Función Pública por recibir licitaciones “a modo”, actualmente se encuentra implicada en el fatal accidente del 23 de octubre en la Sonda de Campeche, en la plataforma Usumacinta.

El pasado 25 de octubre, el priísta Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, involucró a Oceanografía en el accidente donde perdieron la vida 22 trabajadores de empresas contratistas.

Dijo: “Por cierto, es una evidencia más sobre esta empresa, Oceanográfica (sic), que parece estar ligada, nuevamente, a los negocios de la familia de la señora Sahagún”.

En respuesta, ese mismo día y al siguiente, el Centro Fox emitió un comunicado para defender a los hijos de Marta Sahagún, quienes, dice, “nada” tienen que ver con la empresa Oceanografía. Afirma incluso que los diputados de la comisión especial encargada de investigar el presunto tráfico de influencias de Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, “tienen en su poder toda la información comprobatoria (de) que no hay nexo alguno de dicha empresa”.

Por su parte, Oceanografía se deslindó del accidente del 23 de octubre mediante un comunicado:

“A raíz de diversas declaraciones y especulaciones que vinculan a Oceanografía, S.A. de C.V. con las embarcaciones salvavidas que se hundieron el día de ayer en el lamentable accidente registrado en la plataforma Usumacinta al servicio de Pemex en Campeche, la empresa expresa que no es dueño, ni opera, ni tiene relación alguna con dicha plataforma”.

La empresa omite que este año fue beneficiada en la licitación 18575108-031-07 de Pemex por 351 millones 162 mil 475.10 pesos (sin IVA) para llevar a cabo la “inspección estructural de plataformas marinas localizadas en la Sonda de Campeche y región norte”. La revisión de las plataformas debió comenzar el pasado 8 de octubre y tiene un plazo de ejecución de mil 157 días naturales; es decir, el contrato vence en diciembre de 2010.

De acuerdo con las bases de la licitación, Oceanografía se encarga de revisar las pequeñas plataformas, propiedad de Pemex, que se encuentran a un lado de los pozos y contiguas a las plataformas mayores que renta a las empresas contratistas.

En el caso del accidente en cuestión, la plataforma rentada a Pemex es la Usumacinta, propiedad de Perforadora Central y ubicada a un lado del pozo Kab-101. éste, a su vez, tiene una pequeña plataforma llamada también Kab-101, que le corresponde inspeccionar a Oceanografía.

De acuerdo con la relación de plataformas marinas para inspección 2007-2010, Oceanografía debe comprobar el correcto funcionamiento de 46 plataformas en tan sólo tres meses, de octubre a diciembre de este año.

Ese listado, que maneja la empresa Oceanografía, registra la plataforma Kab-101, con el servicio de “recuperador de pozos”, en la categoría sea pony, ubicada en “litoral”, es decir, la Sonda de Campeche.

En 2008 Oceanografía debe inspeccionar 130 plataformas de este tipo; en 2009 revisará 102, y en 2010 otras 130. La revisión de las plataformas se realizará cada dos años. A la Kab-101 le corresponderá otra vez en 2009.

Por lo tanto, es cierto que Oceanografía no es dueña de la plataforma Usumacinta. Pero es falso que no “tiene relación alguna con dicha plataforma”, ya que la sea pony que debe o debió haber inspeccionado, es donde tuvieron que estar ubicados los trabajadores de Pemex encargados de cerrar las válvulas (lo que se hizo tardíamente) para evitar que el gas sulfhídrico escapara. (Jesusa Cervantes/Rosa Santana/Proceso)

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