Acusa POR ESTO a mafia de Miami por asesinato de empresario

Fuente: Por Esto / Granma

Testigos vecinos vieron al Cadillac azul del empresario en diversas ocasiones, estacionado frente a la conocida "casa de seguridad" de los cubanos, en el fraccionamiento San Antonio de la Región 93.

No perdonaron que quisiese dejar la colaboración con los traficantes de humanos.

Bajo el disfraz de lanchas de recreo y deportivas, "en sus narices" opera una de las bandas criminales en la Laguna Macax o puerto de abrigo. En ese sitio en abril del 2003 se resguardó al terrorista internacional de origen cubano Luis Posada Carriles.

Tomado de POR ESTO

Se confirmó lo que los diarios POR ESTO! habían adelantado en torno a que fue la mafia cubano-americana la que mandó a ejecutar al empresario local Francisco Javier Fernández.

Ramírez, por negarse a seguir colaborando con esa organización criminal, luego de que se obtuvieran datos sobre las reiteradas ocasiones en que acudió a una casa de seguridad ubicada en el fraccionamiento San Antonio de la Región 93, uno de sus centros de operaciones.

El vehículo Cadillac de color azul, propiedad del empresario Francisco Javier Fernández Ramírez, el mismo que conducía cuando fue ejecutado de un balazo en la cabeza la madrugada del jueves pasado, fue visto estacionado en reiteradas ocasiones en la calle 14 del fraccionamiento San Antonio II, justo frente al lote 5 de la manzana 29, mismo lugar que fue utilizado como una casa de seguridad por los traficantes de cubanos indocumentados y con ello, se reafirma que la mafia cubano-americana (FNCA) es la que se encuentra detrás de la muerte de dicho personaje.

Y justo el día del crimen, de manera coincidente varios vehículos que ahí permanecían estacionados fueron removidos de inmediato; incluso un automóvil que estaba descompuesto fue sacado de manera apresurada con una grúa y todos trasladados a sitio desconocido.

Lo anterior fue revelado por testigos presenciales, quienes señalaron que el vehículo Cadillac azul marino, con placas de circulación UVK 3166 de Quintana Roo, en el que circulaba (a eso de las 0:50 horas por el bulevar Luis Donaldo Colosio) y en donde fue ejecutado el empresario naviero, Francisco Javier Fernández Ramírez, visitó en repetidas ocasiones el domicilio marcado con el número 5, manzana 29 de la calle 14, que ha sido utilizado como una casa de seguridad de la mafia cubano-americana, perteneciente a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) por varios meses.

Con esta situación, se confirma lo publicado en la edición del lunes en los diarios POR ESTO! sobre la participación directa de esta organización delincuencial en la muerte del reconocido personaje y los posibles vínculos, que pudo haber tenido con estos criminales, quienes lo mandaron ejecutar luego de que se habría negado a seguir colaborando en la introducción de indocumentados cubanos a Cancún.

Como parte de las investigaciones periodísticas de los diarios POR ESTO! se acudió hasta la calle 14 del fraccionamiento San Antonio II, ubicado en la Región 93, donde testigos presenciales confirmaron la utilización de la casa marcada con el número 5 de la manzana 29, como un "refugio de indocumentados cubanos" (casa de seguridad) operada por Humberto Febles Santana y Manuel Santana Rodríguez (a) "El Iván" desde el pasado mes de diciembre, sólo que en estos momentos se encuentra desocupada.

Dicha vivienda que es color amarilla con un enrejado blanco y un "vistoso" tinaco rotoplas casi en la puerta, en apariencia es propiedad de la señora María de los Angeles Lechuga Brito, o al menos, a nombre de ella es que llegan los recibos de agua potable.

A decir de los testigos, desde que la comenzaron a habitar unos cubanos, a la vivienda se le hicieron varias remodelaciones, principalmente en el interior al grado de cambiarle los mosaicos del piso por unos de marmol de fina calidad.

En plática con varios de ellos, revelaron que a raíz de la ejecución de Manuel Duarte Díaz (a) "El Maní" y/o "Nelson Yeo Mayer" ocurrida el martes 10 de julio en la ciudad de Mérida, la actividad en la vivienda número 5 del fraccionamiento San Antonio II, prácticamente se "alteró", y dos días después de dicho crimen, ésta fue desocupada y abandonada, aunque dejaron algunos vehículos que como se explica en las primeras líneas fueron retirados justo el día de la ejecución del empresario Francisco Javier Hernández Ramírez.

De hecho, comentaron que un electricista, que les hizo algunas instalaciones en la casa de seguridad, no terminó su trabajo, porque los cubanos le argumentaron que se tenían que ir urgentemente, debido a que "habían matado al de Mérida", sin darle más detalles.

Al preguntarles qué tipo de movimientos eran frecuentes en dicha vivienda, los testigos que omitieron sus nombres por temor a represalias, hicieron memoria y recordaron que además del Cadillac, muchos vehículos de lujo llegaban frecuentemente al domicilio y que la gente que estaba en el interior eran grupos de hasta 15 personas (en su mayoría hombres), hablando con acento cubano.

Entre los autos de lujo que lograron recordar y que frecuentaban la vivienda, está una camioneta Hummer color rojo con placas V-587-RR de Miami Florida, una Toyota con placas de Yucatán, una Silverado dorada doble cabina con placas TA-21838, una Suburban del año con placas de Quintana Roo y un automóvil Chrysler 300 color negro o azul placas UVN-4368 también de Quintana Roo.

Del mismo modo, un auto tipo Lincoln color beige con placas de la Florida que se les descompuso y estuvo "tirado" varias semanas frente al domicilio, y que al momento de que desocuparon la vivienda, contrataron una grúa para remolcarlo.

Es importante aclarar que lo grave de esto, es que la Agencia Federal de Investigación (AFI) o algún otro cuerpo policial, realizó un operativo en dicha vivienda a raíz de una denuncia ciudadana hace algunas semanas, pero ninguna autoridad lo ha revelado hasta el momento.

De hecho, de acuerdo a los informantes hubo personas detenidas y entre ellas unos menores y una mujer que se había escondido en el interior del closet de la vivienda.

Persiste el manto de impunidad La Capitanía Regional de Puerto, sabe quién o quiénes fueron los que ejecutaron al empresario naviero Francisco Javier Fernández Ramírez, porque tolera y permite las operaciones de la Mafia Cubano-Americana con embarcaciones ilegales en su jurisdicción, y además conoce a las personas que manejan este turbio negocio, que envolvió al inversionista de quien usaron sus instalaciones y propiedades tanto en Isla Mujeres como en Cancún.

Esta actividad que predomina en Isla Mujeres (donde tiene su base de operaciones), se mantiene activa y frente a la presencia de las autoridades de la Capitanía de Puerto local, en donde se observa la embarcación LP027 matrícula 2301177315-3 del propio resguardo marítimo, flanqueando la entrada del Puerto de Abrigo, en donde se ubican numerosas lanchas de lujo de tres y cuatro motores fuera de borda, usados por la Mafia-Cubano Americana. No hay que olvidar que en este sitio en abril del 2003, se resguardó al terrorista internacional de origen cubano Luis Posada Carriles, mientras esperaba su rescate por parte del delincuente cubano-americano, José Pujol a bordo del barco Santrina, y que siempre negaron las autoridades federales sobre la presencia del delincuente internacional en tierras quintanarroenses.

Posada Carriles, salió en el Santrina, para la Florida, apoyado por el manto de impunidad que desde siempre le han brindado a estas bandas delictivas autoridades de los tres niveles de gobierno.

Inclusive, esa zona es utilizada de igual forma para la recepción y envío de cargamentos de droga, gracias a la complicidad de las autoridades federales, quien a través de la Capitanía Regional de Puertos, permite el accionar de estas bandas delictivas, quienes operan sin ser molestadas ni con el pétalo de una rosa.

Y lo anterior se confirma dada la ubicación de las instalaciones de la Capitanía de puerto, tanto la de Cancún como la de Isla Mujeres, se encuentran en una zona privilegiada donde se pueden observar la gran mayoría de los movimientos de embarcaciones que entran y salen de la jurisdicción.

En Isla Mujeres, la mayor parte de las operaciones de esta organización criminal se desarrolla por la Laguna Macax o Puerto de Abrigo, en las cuales se han descubierto un sin número de lujosas embarcaciones con dos, tres y hasta cuatro motores fuera de borda y muchas de ellas sin matrícula alguna, lo que deja en evidencia el grado de complicidad de las Capitanías de Puerto que dirige a nivel regional Vicente Arturo Martínez Morales.

Lo curioso, es que pese a las evidencias que se han dado a conocer ya públicamente, ningún operativo se ha realizado en esta área y tampoco se ha llevado a cabo aseguramiento alguno de cubanos.

Las autoridades competentes han hecho "oído sordos" de esta situación que en Isla Mujeres no es más que un secreto a voces, pero que nadie se atreve a denunciar.

De acuerdo a la Ley de Navegación y Comercio Marítimo, establece que todo tipo de actividad en alta mar es la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) por medio de las Capitanías de Puerto y por ende, tiene la obligación de poner en orden a las embarcaciones que realicen operaciones ilegales.

En el artículo 48 de esta ley, se señala que para hacerse a la mar a realizar determinada actividad, toda embarcación requerirá de un despacho de salida del puerto, misma que es otorgada por la Capitanía de Puerto, instancia a la cual se le tiene que reportar el nombre del capitán y el tipo de la embarcación, la actividad que va a realizar y la zona a la que se va a dirigir.

Sin embargo, tal parece que las embarcaciones utilizadas por esta organización criminal cuentan con un "manto de impunidad" de las Capitanías de Puerto, pues además les permiten el constante cambio de matrículas y lo más grave, las dejan operar sin contar con esta numeración que se supone es obligatoria.

Mayormente, las embarcaciones relacionadas al servicio de la Mafia Cubano-Americana , son operadas bajo el disfraz de lanchas de recreo y deportivas de uso particular y la gran mayoría, son naves extranjeras que nunca reportaron su arribo a territorio mexicano.