por Mauricio Flores
La adquisición mayoritaria del Astillero Hijos de J. Barreras por Pemex, lejos de un rescate a la empresa española encabezada por José García Costas, es una pieza clave de la estrategia de Emilio Lozoya para que la paraestatal mexicana reduzca costos estratégicos en extracción y transporte, asimilar tecnología y articular nuevamente la industria naval mexicana.
El astillero gallegos costó a la filial de Pemex, PMI, la ganga de 5.1 millones de euros y asumir una deuda de otros 20 millones que se calcula podrán pagarse en dos o tres años. Si bien Hijos de J. Barreras tiene tres años sin trabajar, cuenta con diseños propios para construcción de floteles y de buques sísmicos y oceanográficos, así como décadas de experiencia en construcción y en servicio a clientes como de British Petroleum, Daewo, Shell y Schlumberger. En México hoy no existen astilleros de esa magnitud... pero el objetivo es en un par de años transferir tecnología y habilidades hispanas para construir en México y lograr competitividad internacional.
Por otra parte, la asociación que Pemex realizó este año con KeppelFels, que conduce TongHeong, construirá en Altamira, Tamaulipas, plataformas sumergibles y supertanques, y se complementa con el acuerdo de la paraestatal con la Secretaría de Marina, al mando de Vidal Soberón, para construir pequeños barcos de servicios. Así, con la línea completa de servicios marítimos, que representan hasta 70 por ciento del costo de cada barril de petróleo, es fácil prever que Pemex podría abatir sus costos totales 15 por ciento.
Descobijados. Los que ya tiemblan, y no de frío, son Eduardo Sánchez Navarro, Laura Diez Barroso y sus socios hispanos de AENA y Abertis que lideran, quienes ven que pueden perder un ingreso anual de unos 50 millones de dólares derivado del fantasmal, pero jugoso, contrato de asistencia técnica y transferencia con el Grupo Aeroportuario del Pacífico que se paga a costillas de los demás accionistas. Y es que el próximo 3 de diciembre se someterá a votación en la asamblea de accionistas (por iniciativa de los inconformes socios de Grupo México, de Germán Larrea) la cancelación de ese contrato, ya que desde hace dos años GAP ya cuenta con la experiencia certificada para operar sus 12 aeropuertos sin necesidad de asesoría de terceros.
Movistar, expediente Mony. Tras conocerse que Mony De Swaan, en su faceta de asesor privado de Virgin Mobile y Tresalia, criticaba agriamente el servicio de carrier de Movistar, en su cuarto de guerra las huestes de Francisco Gil y Francisco Abellán analizaron las repercusiones de ello. Aunque por el momento no se ha decidido cómo proceder ante el ex presidente de Cofetel, se sabe que pronto habrá definiciones puntuales.
La onda con Honda. Y Ferromex, que dirige Rogelio Vélez,firmó con Honda para mover más de 70 por ciento de la producción de la nueva planta de Honda en Celaya hacia EU y Canadá. Ferromex suma a la armadora que comanda Isamu Yamaki a su lista de clientes, como Chrysler, Ford, GM, Mazda, Nissan, Toyota y VW.
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