Fuente: Faro de Vigo
Luisa Costas / A Coruña
El balance provisional de la campaña de inspecciones aleatorias a buques pesqueros promovida por la Dirección General de la Marina Mercante es "alarmante" para el jefe del servicio de Inspección de la Capitanía Marítima de A Coruña, Fernando Balbás, quien explicó que los datos que advierten de que dos de cada diez pesqueros han sido reformados a espaldas de la Administración demuestran el fracaso de la política desarrollada en los últimos años por la Dirección General de la Marina Mercante.
Balbás consideró insuficientes los controles que emplea este organismo, dependiente de Fomento, para vigilar las condiciones de estabilidad de los buques y controlar la actividad inspectora. "Se siguen expidiendo certificados a los barcos y no se controla si verdaderamente se han producido transformaciones importantes en ellos que alteren significativamente su estabilidad", explicó en declaraciones a una emisora local.
El jefe de los inspectores marítimos de A Coruña calificó de "alarmantes para las tripulaciones" los datos obtenidos por Marina Mercante en la campaña de revisiones a pesqueros iniciada en 2006, tras la sucesión de siniestros marítimos en pesqueros con decenas de fallecidos.
El informe advierte de que los planos incluidos en los libros de estabilidad de un 16% de los buques inspeccionados no recogen la estructura real de la embarcación ni la disposición de sus tanques de combustible y asegura que un 45% de los patrones no están familiarizados con los procedimientos para mantener la estabilidad de las naves que dirigen. La estadística también advierte de que casi cuatro de cada diez pesqueros no cumplen las prescripciones especiales que la Administración impone a cada buque para mejorar su estabilidad y seguridad. Fernando Balbás denunció hasta en cinco ocasiones entre 2003 y 2004 las irregularidades que él y sus compañeros apreciaron en el "Gallego José", el cerquero con base en Camariñas al que otros dos inspectores acaban de aconsejar detener por presentar graves deficiencias que comprometen su estabilidad y flotabilidad.
El buque, gemelo del O Bahía, que naufragó en 2004 frente a las islas Sisargas, fue expedientado en 2003 por la Capitanía Marítima de A Coruña, pero continuó faenando en aguas de Fisterra hasta que la Consellería de Pesca lo paralizó en diciembre por pescar supuestamente con explosivos.
La Dirección General de la Marina Mercante y el capitán marítimo de A Coruña recibieron varias denuncias sobre el mal estado de este buque antes y después de que naufragase el O Bahía, pero no intervinieron hasta ahora. Fuentes de la institución dicen que el buque será sometido a una nueva inspección para comprobar sus formas y mejorar su estabilidad.
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jueves, 14 de febrero de 2008
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