Fuente: El Universal
Nombres, nombres... y nombres
Alberto Aguilar
ALBERTO AGUILAR
aguilaralberto@prodigy.net.mx
UNO DE LOS grandes proyectos de infraestructura previstos para la actual administración es puerto Colonet, en BC, que implicaría una inversión de hasta 7 mil millones de dólares.
La administración de Felipe Calderón lo ha retomado en su portafolio de obras prioritarias, luego de que en el sexenio pasado quedó atrapado en intereses particulares.
Amén de la riqueza que una obra así implica, puerto Colonet es importante porque captaría el negocio portuario relacionado con Asia, aprovechando la saturación de Long Beach, en EU.
A estas alturas y luego de las intenciones frustradas del sexenio pasado, muchos de los posibles interesados han vuelto a levantar la mano en diversas reuniones sostenidas en lo que va del año con Luis Téllez, titular de SCT.
Obviamente el panorama se ha transformado porque en el ínter, por ejemplo, Hutchinson Port Holdings (HPH) de John E. Meredith y que lleva aquí Jorge Magno Lecona, y Union Pacific (UP) a cargo de Juan Manuel Carreón, rompieron su alianza prevista para ese proyecto.
Al igual que muchos de los condicionamientos que intentaban imponer éstos y algunos otros, se han diluido tras las entrevistas con el subsecretario Manuel Rodríguez Arregui.
La última firma que mostró interés en participar en puerto Colonet es Marine Terminals Corporation (MTC) que lleva Miguel Fabela Galindo con sede en Oakland y que es una de las más añejas en el manejo de puertos en la costa oeste de EU.
Sin embargo, apunte a otros muchos en la lista. Además de HPH o UP, estarían la compañía de Seattle Stevedoring Services of America (SSA) que lleva Gene Smith; Burlington Santa Fe, representada aquí por Víctor Valdés, que es el operador ferroviario más grande de EU, así como otras empresas de Singapur.
Considere también a algunas mexicanas como Ideal, de Carlos Slim, quizá ICA y GMéxico, de Germán Larrea, propietario de Ferromex.
Un paso importante para destrabar el tema de puerto Colonet está en lo jurídico, máxime el rol que han jugado los empresarios locales Gabriel Chávez y Adolfo Rodríguez, quienes en septiembre del 2005 obtuvieron en Economía un título de concesión minera en la zona.
Aprovecharon la falta de coordinación, común denominador de la administración de Vicente Fox, para obtenerla y ya con ella encajarse o bien quedarse con el millonario proyecto.
Economía, ahora con Eduardo Sojo, notificó no hace mucho a los pequeños empresarios la revocación de su permiso, quienes en el plazo de 60 días establecido tenían la posibilidad de presentar un recurso administrativo.
Según esto lo hicieron, pero aparentemente Chávez y Rodríguez utilizaron una compañía denominada Grupo Minero Lobos, que según los abogados del gobierno no tiene interés jurídico, de tal forma que habrían cometido un yerro que a la postre sería definitivo.
En ese sentido hay vientos favorables para que las bases relacionadas con el puerto Colonet estén listas a fines de este año, para iniciar al arranque del 2008 una licitación que a la postre deberá generar mucha riqueza, al insertar al país en el manejo de los enormes flujos comerciales provenientes de Asia.
Habrá que esperar.
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martes, 7 de agosto de 2007
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