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martes, 27 de febrero de 2007

Mafia en Pemex opera millonarios contratos




El controvertido contrato suscrito entre Pemex y la trasnacional Bergesen –que involucra recursos públicos por al menos 758 millones de dólares, destinados al arrendamiento del primer barco tipo FPSO– oculta una red de corrupción encabezada por funcionarios públicos y directivos de las empresas Subtec, Blue Marin, Arrendadora Ocean y Oceanografía

Fuente: Revista Fortuna
Nancy Flores


Con la llegada del primer barco FPSO (Floating Production, Storage and Offloading) a la zona petrolera Ku Maloob Zaap -ubicada en el Golfo de México-, la trasnacional noruega Bergesen inicia la relación de negocios con Petróleos Mexicanos (Pemex), que durará al menos 15 años.

Más allá del avance tecnológico que se logra en materia de producción de crudo, el arrendamiento de la embarcación descubre una supuesta red de corrupción que involucra a altos funcionarios de la paraestatal y a empresarios privados, actualmente investigados por la Secretaría de la Función Pública.

Fuentes de primer nivel revelan a Fortuna que la presunta mafia opera desde la administración de Carlos Salinas de Gortari y que en los pasillos de Pemex se presume que entre los contratistas implicados estarían Antonio Juan Marcos, alias el Ciego; su yerno, Juan Reynoso Durand, y su hermano, Alfredo; así como Amado Omar Yáñez Osuna.

En forma irregular y por intermediación de las empresas Subtec, Arrendadora Ocean y Blue Marin –propiedad de los tres primeros–, así como de Oceanografía –de Yañez Osuna, vinculado a la familia Bribiesca Sahagún–, los empresarios han conseguido millonarios contratos para sí o para terceros.

Según las fuentes informativas, en complicidad con funcionarios de Pemex, a cambio de importantes comisiones -que van desde el 20 hasta el 40 por ciento del monto del contrato-, se agencian licitaciones de obras y de adquisición de bienes y servicios por cientos de millones de dólares. En su mayor parte, aseguran los funcionarios consultados, son contrataciones fuera de presupuesto.

Por si no fuera poco, las compañías contratadas bajo este esquema de corrupción son solapadas si incumplen los tiempos fijados en el convenio, y en algunos casos llegan a recibir ampliaciones presupuestales en vez de que la paraestatal proceda a sancionar con penas económicas las irregularidades.

De acuerdo con la información obtenida -y de la cual Petróleos Mexicanos, a través de su unidad de prensa, negó hacer pronunciamiento alguno- los intermediarios habrían beneficiado a empresas y consorcios privados, mexicanos y extranjeros, pues dicen que “todo se puede en Pemex”.

Antonio Juan Marcos -quien durante el sexenio de Ernesto Zedillo se desempeñó como coordinador de asesores del entonces director general de Pemex, Rogelio Montemayor Seguy, ahora bajo proceso penal por el desvío de recursos públicos de la petrolera a la campaña presidencial del priísta Francisco Labastida Ochoa- es identificado como el líder del grupo de cabilderos.

La influencia de Juan Marcos no es menor. También fue asesor de los ex directores de la paraestatal Raúl Muñoz Leos y Luis Ramírez Corzo, y al parecer se prepara para asesorar a Jesús Reyes Heroles, actual director general de Pemex.

Bergesen entra al negocio

Entre los contratos supuestamente logrados por influencia de este grupo de funcionarios y contratistas, destaca el celebrado con la empresa noruega Bergesen, la cual alquilará a Pemex el barco FPSO por 15 años

El costo de este convenio asciende a por lo menos 758 millones de dólares, cifra revelada en los estados financieros correspondientes al ejercicio 2006 de Bergesen Worldwide Offshore Limited, aunque fuentes de primer nivel detallan que el monto convenido asciende a mil 500 millones de dólares.

La cifra está en entredicho, pues la paraestatal ha omitido hacer público este contrato, a pesar de la obligatoriedad impuesta por la Ley de Transparencia y Acceso a la Información. Además, un ex funcionario de nombre Iván Enrique Rosenberg Vitorica, quien participó directamente en la traducción de cláusulas del contrato, en contacto directo con los directivos de la trasnacional, revela en su blog que el monto ascendería a mil 150 millones de dólares.

El ex funcionario -quien describe como “agónico” el proceso de contratación del barco de flotación, producción, almacenaje y descarga- dice: “La pregunta obligada del lector es ¿qué tiene de sobresaliente este contrato de Pemex? Primero, es un contrato a 15 años para adquirir, operar y dar mantenimiento a dicha embarcación. Segundo, es un contrato cuyo monto asciende a aproximadamente mil 150 millones de dólares, y si lo prorrateamos a 15 años hablamos de una tarifa diaria de aproximadamente 207 mil dólares”.

Agrega que “representa un salto tecnológico para Pemex. Este tipo de barcos llevan operando 20 años [en el mundo], pero Pemex nunca los había utilizado. Este barco producirá crudo para exportación ya refinado, aproximadamente 200 mil barriles al día, y se dice que Pemex incluso canceló plataformas y otros proyectos por éste. Estos barcos son muy útiles para la exploración en aguas profundas y como se sabe las reservas en aguas someras de México se están agotando. Pemex requiere urgentemente comenzar la exploración profunda”.

Rosenberg Vitorica, egresado de la Universidad Panamericana, advierte que entre los beneficios destaca el incremento en la curva de producción de la paraestatal, debido a la logística, producción y refinación del crudo costa afuera.

El ex funcionario añade que la llegada de la embarcación, en marzo de 2007, transformará la forma de trabajar de Pemex en las próximas décadas. Encargado de atender a los ejecutivos de Bergesen durante sus visitas a México y de investigar las cuestiones aduanales del barco, Rosenberg Vitorica augura que, a partir de este contrato, “Bergesen desarrollará grandes negocios con Pemex: barcos de gas, muy desaprovechado en México, y de nitrógeno”.

Pero no todo es positivo para la trasnacional. De acuerdo con la Administración General de Aduanas, el 27 de noviembre de 2006 Bergesen Worldwide México, filial de Bergesen Worldwide Offshore Ltd, fue rechazada del padrón general de importadores porque sus datos de identificación no corresponden a los registrados.

El contrato

La historia de este controvertido convenio, en el que se supone participó como intermediario Juan Marcos, se signó el 13 de julio de 2005, cuando el director general de Pemex era Luis Ramírez Corzo. Ese día, Pemex Exploración y Producción (PEP) adjudicó a la compañía Bergesen Worldwide el contrato de arrendamiento del barco tipo FPSO. Se espera que la embarcación llegue a aguas mexicanas a fines de febrero o principios de marzo. El buque tanque será utilizado para la producción temprana de petróleo crudo.

La contratación de este barco se hizo mediante un concurso internacional que, según denuncian trabajadores de la paraestatal que han pedido el anonimato, se logró mediante tráfico de influencias, abuso de poder, fraude, soborno y un cuantioso daño patrimonial en perjuicio del erario público.

Y es que, dicen los servidores públicos de primer nivel, el director de Administración de la empresa paraestatal, Rafael Bracho, organizó la contratación de dicho barco con un presupuesto de 300 millones de dólares. Agregan que las abundantes restricciones en las bases de licitación dejaron fuera a varias empresas extranjeras y nacionales, por lo que sólo concursaron el grupo japonés Model, filial del poderoso consorcio Mitsui y que cuenta con buques de tales características, y la empresa noruega Bergesen.

De los 300 millones de dólares que se habían presupuestado en Pemex para solventar dicho contrato de arrendamiento, la paraestatal petrolera elevó el costo hasta mil 500 millones de dólares, es decir 400 por ciento.

Para los trabajadores de la petrolera mexicana resulta extraño que Bergesen -trasnacional que mantiene relaciones muy cercanas con Arrendadora Ocean, propiedad de Luis Juan Reynoso Durand, especialista en operaciones financieras de la paraestatal, y Juan Antonio Marcos, quien ha trabajado con los últimos tres directores generales de Pemex- ganara la licitación.

Las fuentes indican que Arrendadora Ocean es la administradora del millonario contrato otorgado a Bergesen, función que le permitirá obtener una ganancia de hasta 225 millones de dólares.

Contrario a lo que ordena la Ley de Transparencia, Pemex Exploración y Producción mantiene bajo reserva el contrato y los convenios modificatorios al monto, por lo que se desconoce la cifra oficial que pagará la paraestatal por este arrendamiento.

Sin embargo, Bergesen ha hecho pública la primera versión del convenio signado en junio de 2005. El documento en poder de Fortuna establece que el valor nominal total asciende a 758 millones de dólares, que deberán ser liquidados por PEP en el siguiente orden: “en 2006, menos de 272 millones de dólares por concepto de gastos de inversión; en 2007, menos de 50 millones de dólares por gastos de inversión, más 280 millones de dólares por costos e impuestos”.

Es decir que de 2006 a 2007 Pemex habrá liquidado a la empresa, por lo menos, 602 millones de dólares.

Sin embargo, durante los 15 años que dure el contrato, PEP deberá cubrir una cuota anual de 24.9 millones de dólares, cifra tasada con impuestos pero que no incluye intereses, según una nota a pie de página del propio documento. Con este esquema, la paraestatal más importante de México realizará 15 pagos diferidos que dan un total de 373 millones 500 mil dólares.

Esta última cifra y los gastos de 2006 y 2007 suman 975 millones 500 mil dólares, sin contar los intereses. De acuerdo con el contrato, Petróleos Mexicanos tiene la opción de comprar la embarcación por un monto similar al que saldará por el arrendamiento: en este ejercicio fiscal podría liquidar 379 millones de dólares a Bergesen y con ello obtener la titularidad total del FPSO.

Entre las cláusulas del documento destaca la correspondiente a la cancelación: “El cliente [PEP] puede terminar el contrato y demandar los daños si, en un plazo de 180 días después de programar la fecha de aceptación de dicho contrato, Bergesen no emite su conformidad ni garantiza las operaciones del FPSO. Posterior a este plazo, el cliente puede terminar el contrato en cualquier momento, si paga los servicios rendidos hasta la terminación del plazo convenido o si ejercita la opción de compra”.

En cuanto a la opción de la compra, el convenio establece que “Pemex tiene derecho a comprar la unidad después de aceptar el pago del precio, descontando el pago correspondiente a la fecha del ejercicio. El precio de opción se basa en el valor nominal convenido del FPSO, que asciende a 758 millones de dólares”.

Si Pemex decidiera comprar el barco en el 2022, cuando vence dicho convenio, tendría que saldar a Bergesen 77.6 millones de dólares que, sumados a los 975 millones 500 mil dólares que para entonces ya habría liquidado, totalizaría un gasto de mil 53 millones de dólares.

Sobre la estructura de la garantía sobre los pagos, el documento asegura que “el contrato fue signado directamente por Pemex Exploración y Producción, entidad gubernamental mexicana”.

Ante la opacidad en el primer negocio de Bergesen con Pemex, así como la denuncia de tráfico de influencias y daño patrimonial, en los próximos días los trabajadores de Pemex solicitarán formalmente a la Secretaría de la Función Pública para que investigue y castigue los hechos.

Este no es el primer expediente que se abre en contra de las empresas Subtec, Arrendadora Ocean, Blue Marin y Oceanografía, y de sus dueños. La dependencia encabezada por Germán Martínez Cazares analiza más casos de corrupción como la contratación ilegal de las compañías y la entrega extemporánea de obras.

Para la elaboración de este trabajo se solicito entrevista con el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, y con el secretario de la Función Pública, Martínez Cazares, pero la “centralización de la información en la Presidencia de la República” impidió cualquier información oficial.

Oceanografía incumple millonarios contratos

Con la complicidad de la nueva administración de Petróleos Mexicanos (Pemex), Oceanografía –la empresa acusada de sobornar a los hermanos Manuel y Jorge Bribiesca Sahagún y a su tío Guillermo Sahagún– incumple contratos por más de 2 mil millones de pesos, revelan informes oficiales.

Jesús Reyes Heroles González Garza, nombrado director general de Pemex por el presidente Felipe Calderón, inicia su gestión con graves problemas en la subsidiaria Exploración y Producción. De acuerdo con el Informe mensual de obras y proyectos estratégicos, fechado en diciembre pasado, varias empresas, entre las que destaca Oceanografía, incumplen con los tiempos de entrega de ductos.

Los documentos oficiales en poder de Fortuna descubren que Pemex Exploración y Producción (PEP), a través de la Subdirección de Ingeniería y Desarrollo de Obras Estratégicas, apenas sanciona las infracciones que superan los plazos programados en más del ciento por ciento y en ocasiones ni siquiera aplica medidas coercitivas. Ello a pesar de que Oceanografía tiene una larga lista de contratos incumplidos con la empresa petrolera (Contralínea 72).

El convenio PEP-O-IE-504/05 signado desde 2005 por Cosemarte, Allseas, Oceanografía y la paraestatal –y que involucra recursos por mil 475 millones 115 mil 528 pesos destinados a la construcción de un oleogasoducto para la plataforma conocida como Pol-A–, presenta un atraso de un año.

El informe oficial entregado a Reyes Heroles en diciembre pasado señala que las tres empresas debían entregar las obras en enero de 2006, desde ese entonces Pemex aplica “penas convencionales por retraso en la fecha de terminación de la obra. Actualmente –puntualiza el documento– se ha cobrado el 10 por ciento del valor del contrato”.

Y es que a unos días del cambio de administración en la petrolera estatal, la sociedad encabezada por Oceanografía aún mantenía una dilación en el avance físico real del 5.19 por ciento. A pesar de la sanción económica, que hasta noviembre ascendió a poco más de 100 mil pesos, el contrato no fue revocado.

Por el contrario, la empresa de Amado Omar Yañez Osuna obtuvo tres millonarios contratos en 2006. Datos públicos de Compranet, portal supervisado por la Secretaría de la Función Pública, descubren que en mayo, junio y septiembre Oceanografía se agenció las licitaciones 18575106-003-06, 18575106-009-06 y18575106-021-06, que en suma comprometen recursos públicos por 3 mil 157 millones 841 mil pesos.

El segundo caso de incumplimiento, documentado por PEP y del que ya fue enterado Reyes Heroles, es el correspondiente al contrato 420846805, cuyo monto asciende a 724 millones 217 mil pesos.

En esa ocasión se trató de la sociedad establecida entre Oceanografía y Corporación de Servicios Marítimos y Terrestres para la construcción de ductos. Al 27 de noviembre de 2006 las obras convenidas presentaban un avance físico real de 47.56 por ciento, del 88.01 por ciento acordado.

Tras la solicitud de prórroga hecha por ambas empresas, la paraestatal más importante de México fijó el 26 de marzo de 2007 como nueva fecha para la entrega de los trabajos. Bajo el argumento de diferir los plazos “principalmente por las malas condiciones climatológicas”, las autoridades de PEP omitieron sancionar a las compañías privadas.

Para la elaboración de este trabajo se solicitaron entrevistas con Jesús Reyes Heroles, director general de Pemex; Carlos Morales Gil, director de PEP, y Amado Yañez Osuna, dueño de Oceanografía. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

1 comentario:

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