Fuente: La Capital
Denunciaron la existencia de un "boicot" contra la actividad de contenedores en Mar del Plata. Estibadores, prácticos y remolcadores no cobran por la falta de operatoria. Existe riesgo económico para la ciudad si se pierde la actividad.
Cámaras empresarias, cooperativas y gremio de estibadores, prácticos, remolcadores y administradores del consorcio portuario expresaron ayer su preocupación por las consecuencias que está teniendo la medida del SOMU de impedir que los barcos portacontenedores ingresen al puerto de Mar del Plata.
Todos los sectores coincidieron en señalar la gravedad de la situación y el riesgo económico que implica para la ciudad. Es que el sector de los trabajadores ya está afectado desde hace dos meses porque "si no trabajan no cobran" como los estibadores, prácticos y remolcadores, sino que está el riesgo de que las dos empresas navieras que operan a nivel local -Maersk y Hamburg Sud- decidan abandonar la actividad, dejando ociosa y sin posibilidad de recuperación a una enorme cantidad de inversiones que hicieron empresas y cooperativas de la ciudad junto al Estado provincial, para atraerlas.
Denuncias de boicot, amenazas de movilizaciones para hacer tomar conciencia y de despidos -por parte de las empresas pesqueras- debido a la merma de la actividad a que obliga esta situación, fueron los ingredientes de una conferencia de prensa que brindaron ayer en conjunto las entidades afectadas por esta medida, junto a un pedido unánime a las autoridades nacionales de tomar cartas en el asunto.
Como se recordará desde la conducción nacional el SOMU se resolvió la medida de impedir el ingreso de barcos portacontenedores al puerto de Mar del Plata bajo la amenaza a las navieras de impedirles la operatoria en otros puertos de mayor movimiento, como forma de presionar a las empresas pesqueras locales -que exportan desde el puerto local por un valor aproximado de 400 millones de dólares al año- a firmar un convenio colectivo de trabajo.
Esta medida, que ya lleva 2 meses, está impidiendo trabajar a estibadores, prácticos y remolcadores que en este tiempo han visto totalmente limitados sus ingresos.
Ayer, el primero en hablar fue el presidente del Consorcio, Eduardo Pezzati, quien indicó que en estos dos meses son más de 8 los barcos portacontenedores que no pudieron entrar a traer o a llevarse mercadería. "El problema es muy grave, primero porque afecta a muchos marplatenses y si continúa va a convertirse en un problema económico para la ciudad". Asimismo está resultando un problema logístico para las empresas pesqueras "que tuvieron que cambiar en estos meses la forma en que se habían habituado a trabajar hace casi 8 años después de un gran esfuerzo del consorcio en impulsar el tema de la carga, que no existía entonces y que fue evolucionando año a año".
Según el funcionario, todos los esfuerzos, incluso las intensas gestiones para conseguir los fondos para el dragado del canal principal del puerto y las inversiones privadas de logística están en peligro de caer en saco roto, si las navieras resuelven el problema dejando de operar con Mar del Plata, cosa que tampoco resolverá la cuestión gremial del SOMU con las pesqueras.
"Hay falta de trabajo por un conflicto que tiene al puerto de rehén" indicó Pezzati, tras señalar que desde el consorcio, el intendente Gustavo Pulti, la ministro de la Producción de la Provincia Débora Giorgi se han realizado gestiones ante el gremio y ante las autoridades, pero "los barcos siguen sin venir".
En representación del intendente, el secretario de Gobierno, Juan Guiñazú, pidió "el diálogo y la búsqueda de consenso" para tratar de resolver rápidamente este conflicto.
"Mar del Plata no se merece otro conflicto y menos uno económico que golpea básicamente a los trabajadores, Mar del Plata necesita ir para adelante" aseguró.
Boicot
Fue el representante de la UTE de cooperativas que se formó con estibadores para la operación de la naviera Hamburg Sud, Emilio Bustamante, el que indicó que "pensamos que es un boicot hacia el puerto de Mar del Plata para que no crezca y desarrolle otras actividades".
"Las empresas no entran por una amenaza del Somude que si entran van a tener problema con los barcos grandes de estas mismas navieras en Buenos Aires y estas firmas, que son europeas no quieren problemas por eso no ingresan" a pesar que la UTE no tiene nada que ver con el conflicto y que el consorcio, con el aval de Prefectura les dio garantías para operar con alternativas.
"Estamos evaluando las pérdidas para ir a la Justicia contra el Somu, porque no hay conflicto y ha amenazado involucrando a muchos sectores con esto", señaló Bustamente, agregando que "no se puede actuar como mafia".
A continuación el capitán Smith, práctico del puerto de Mar del Plata, apuntó que "estamos ante un problema que nos lleva para atrás. Estamos hablando de las 5 empresas más grandes del mundo a las que no dejamos entrar después de tantos años de luchar para que lleguen. Tenemos un potencial enorme con los contenedores y no dejamos entrar a los barcos".
En el mismo tenor, el remolcador Sergio Di Napoli reclamó "una decisión política que tome las riendas en el asunto".
Por su parte el secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) Juan Carlos Ferreira, aseguró que los estibadores están analizando medidas de fuerza más intensas que la realizada el jueves para generar conciencia en la comunidad y a nivel nacional de "los problemas que está acarreando esto".
"Vimos con angustia pasar 50 días de inercia sin saber cuál era la salida" expresó el gremialista señalando que "Mar del Plata no se merece esto y los trabajadores tampoco nos lo merecemos. Si hay algo que se tiene que discutir debe ser en una mesa de negociaciones con la gente trabajando como debe ser".
Cadena de problemas
"Si las empresas pesqueras no pueden exportar los productos a través de los contenedores se van a encontrar con el problema del cumplimiento de los contratos, no van a poder recibir los pagos por las ventas que podrían haber efectuado y van a tener que reducir su actividad, con las consecuencias que eso implica" aseguró el abogado Fernando Rivera, representante de la Cámara de la Industria Pesquera Argentina y la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura.
"La industria pesquera exporta desde el Puerto de Mar del Plata 400 millones de dólares al año y la actividad afecta a 30 mil personas en forma directa o indirecta" aclaró el referente, quien lamentó que "El SOMU quiera dirimir una cuestión de puja sindical aplicando métodos que no son los correctos".
Tras aclarar que "la cámara de la industria y armadores están discutiendo todas las disposiciones legales y convencionales vigentes" advirtió que "el SOMU no puede decir que no hay convenios vigentes porque los hay. Se han firmado con los gremios que representan a la gente en Mar del Plata. El problema es que el SOMU no tiene gente que lo represente en Mar del Plata y lo que se está firmando con el Simape no lo quiere avalar".
Para Rivera la llave de la solución está en manos del ministro de Trabajo de la Nación que no ha tomado intervención en el tema a pesar de que se denunció la situación en dos oportunidades".
"Pedimos que tomen medidas y no se tomaron, ni se constituyó la paritaria, ni se intimó a levantar las medidas. Estamos viendo una inacción que genera un perjuicio muy grande que todavía no se trasladó a la gente, pero lo va a hacer porque si las empresas no exportan no cobran y no van a poder pagar los salarios" reconoció.
"Se está perjudicando a un montón de sectores en beneficio de un sindicato que lo único que ha hecho es amenazar a las navieras para que no entren en el puerto local. Si el sindicato tuviera representaión real de la gente hubiera hecho un paro a las empresas, pero evidentemente no la tiene y está inventando suterfugios para conseguir una situación como ésta" dijo para finalizar.
También el representante de la Cámara de Empresas Pesqueras Argentinas, Oscar Fortunato, entendió que "el conflicto no pasa por donde se dice" y que "estamos ante una situación en la que no existe entre las cámaras y ningún sindicato ninguna situación de conflicto. La prueba está en que todos los barcos pesqueros están trabajando y todas las empresas a través de sus representantes están sentados en las reuniones por el convenio colectivo de trabajo. La realidad es que en la mesa de negociaciones no apareció este conflicto".
Denunciaron la existencia de un "boicot" contra la actividad de contenedores en Mar del Plata. Estibadores, prácticos y remolcadores no cobran por la falta de operatoria. Existe riesgo económico para la ciudad si se pierde la actividad.
Cámaras empresarias, cooperativas y gremio de estibadores, prácticos, remolcadores y administradores del consorcio portuario expresaron ayer su preocupación por las consecuencias que está teniendo la medida del SOMU de impedir que los barcos portacontenedores ingresen al puerto de Mar del Plata.
Todos los sectores coincidieron en señalar la gravedad de la situación y el riesgo económico que implica para la ciudad. Es que el sector de los trabajadores ya está afectado desde hace dos meses porque "si no trabajan no cobran" como los estibadores, prácticos y remolcadores, sino que está el riesgo de que las dos empresas navieras que operan a nivel local -Maersk y Hamburg Sud- decidan abandonar la actividad, dejando ociosa y sin posibilidad de recuperación a una enorme cantidad de inversiones que hicieron empresas y cooperativas de la ciudad junto al Estado provincial, para atraerlas.
Denuncias de boicot, amenazas de movilizaciones para hacer tomar conciencia y de despidos -por parte de las empresas pesqueras- debido a la merma de la actividad a que obliga esta situación, fueron los ingredientes de una conferencia de prensa que brindaron ayer en conjunto las entidades afectadas por esta medida, junto a un pedido unánime a las autoridades nacionales de tomar cartas en el asunto.
Como se recordará desde la conducción nacional el SOMU se resolvió la medida de impedir el ingreso de barcos portacontenedores al puerto de Mar del Plata bajo la amenaza a las navieras de impedirles la operatoria en otros puertos de mayor movimiento, como forma de presionar a las empresas pesqueras locales -que exportan desde el puerto local por un valor aproximado de 400 millones de dólares al año- a firmar un convenio colectivo de trabajo.
Esta medida, que ya lleva 2 meses, está impidiendo trabajar a estibadores, prácticos y remolcadores que en este tiempo han visto totalmente limitados sus ingresos.
Ayer, el primero en hablar fue el presidente del Consorcio, Eduardo Pezzati, quien indicó que en estos dos meses son más de 8 los barcos portacontenedores que no pudieron entrar a traer o a llevarse mercadería. "El problema es muy grave, primero porque afecta a muchos marplatenses y si continúa va a convertirse en un problema económico para la ciudad". Asimismo está resultando un problema logístico para las empresas pesqueras "que tuvieron que cambiar en estos meses la forma en que se habían habituado a trabajar hace casi 8 años después de un gran esfuerzo del consorcio en impulsar el tema de la carga, que no existía entonces y que fue evolucionando año a año".
Según el funcionario, todos los esfuerzos, incluso las intensas gestiones para conseguir los fondos para el dragado del canal principal del puerto y las inversiones privadas de logística están en peligro de caer en saco roto, si las navieras resuelven el problema dejando de operar con Mar del Plata, cosa que tampoco resolverá la cuestión gremial del SOMU con las pesqueras.
"Hay falta de trabajo por un conflicto que tiene al puerto de rehén" indicó Pezzati, tras señalar que desde el consorcio, el intendente Gustavo Pulti, la ministro de la Producción de la Provincia Débora Giorgi se han realizado gestiones ante el gremio y ante las autoridades, pero "los barcos siguen sin venir".
En representación del intendente, el secretario de Gobierno, Juan Guiñazú, pidió "el diálogo y la búsqueda de consenso" para tratar de resolver rápidamente este conflicto.
"Mar del Plata no se merece otro conflicto y menos uno económico que golpea básicamente a los trabajadores, Mar del Plata necesita ir para adelante" aseguró.
Boicot
Fue el representante de la UTE de cooperativas que se formó con estibadores para la operación de la naviera Hamburg Sud, Emilio Bustamante, el que indicó que "pensamos que es un boicot hacia el puerto de Mar del Plata para que no crezca y desarrolle otras actividades".
"Las empresas no entran por una amenaza del Somude que si entran van a tener problema con los barcos grandes de estas mismas navieras en Buenos Aires y estas firmas, que son europeas no quieren problemas por eso no ingresan" a pesar que la UTE no tiene nada que ver con el conflicto y que el consorcio, con el aval de Prefectura les dio garantías para operar con alternativas.
"Estamos evaluando las pérdidas para ir a la Justicia contra el Somu, porque no hay conflicto y ha amenazado involucrando a muchos sectores con esto", señaló Bustamente, agregando que "no se puede actuar como mafia".
A continuación el capitán Smith, práctico del puerto de Mar del Plata, apuntó que "estamos ante un problema que nos lleva para atrás. Estamos hablando de las 5 empresas más grandes del mundo a las que no dejamos entrar después de tantos años de luchar para que lleguen. Tenemos un potencial enorme con los contenedores y no dejamos entrar a los barcos".
En el mismo tenor, el remolcador Sergio Di Napoli reclamó "una decisión política que tome las riendas en el asunto".
Por su parte el secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) Juan Carlos Ferreira, aseguró que los estibadores están analizando medidas de fuerza más intensas que la realizada el jueves para generar conciencia en la comunidad y a nivel nacional de "los problemas que está acarreando esto".
"Vimos con angustia pasar 50 días de inercia sin saber cuál era la salida" expresó el gremialista señalando que "Mar del Plata no se merece esto y los trabajadores tampoco nos lo merecemos. Si hay algo que se tiene que discutir debe ser en una mesa de negociaciones con la gente trabajando como debe ser".
Cadena de problemas
"Si las empresas pesqueras no pueden exportar los productos a través de los contenedores se van a encontrar con el problema del cumplimiento de los contratos, no van a poder recibir los pagos por las ventas que podrían haber efectuado y van a tener que reducir su actividad, con las consecuencias que eso implica" aseguró el abogado Fernando Rivera, representante de la Cámara de la Industria Pesquera Argentina y la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura.
"La industria pesquera exporta desde el Puerto de Mar del Plata 400 millones de dólares al año y la actividad afecta a 30 mil personas en forma directa o indirecta" aclaró el referente, quien lamentó que "El SOMU quiera dirimir una cuestión de puja sindical aplicando métodos que no son los correctos".
Tras aclarar que "la cámara de la industria y armadores están discutiendo todas las disposiciones legales y convencionales vigentes" advirtió que "el SOMU no puede decir que no hay convenios vigentes porque los hay. Se han firmado con los gremios que representan a la gente en Mar del Plata. El problema es que el SOMU no tiene gente que lo represente en Mar del Plata y lo que se está firmando con el Simape no lo quiere avalar".
Para Rivera la llave de la solución está en manos del ministro de Trabajo de la Nación que no ha tomado intervención en el tema a pesar de que se denunció la situación en dos oportunidades".
"Pedimos que tomen medidas y no se tomaron, ni se constituyó la paritaria, ni se intimó a levantar las medidas. Estamos viendo una inacción que genera un perjuicio muy grande que todavía no se trasladó a la gente, pero lo va a hacer porque si las empresas no exportan no cobran y no van a poder pagar los salarios" reconoció.
"Se está perjudicando a un montón de sectores en beneficio de un sindicato que lo único que ha hecho es amenazar a las navieras para que no entren en el puerto local. Si el sindicato tuviera representaión real de la gente hubiera hecho un paro a las empresas, pero evidentemente no la tiene y está inventando suterfugios para conseguir una situación como ésta" dijo para finalizar.
También el representante de la Cámara de Empresas Pesqueras Argentinas, Oscar Fortunato, entendió que "el conflicto no pasa por donde se dice" y que "estamos ante una situación en la que no existe entre las cámaras y ningún sindicato ninguna situación de conflicto. La prueba está en que todos los barcos pesqueros están trabajando y todas las empresas a través de sus representantes están sentados en las reuniones por el convenio colectivo de trabajo. La realidad es que en la mesa de negociaciones no apareció este conflicto".
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