El negocio del transporte por mar va a pique y México no tiene planes integrales a corto o mediano plazo para rescatarlo. El sector vive la peor crisis de su historia
Fuente: Rumbo de México
Omar Aguilar García
En presencia del presidente Felipe Calderón, el pasado 1 de junio, Día de la Marina, Luis Téllez Kuenzler, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) señaló que es conveniente “reconocer que hoy un área en la que tenemos que enfrentar grandes retos y debemos de concentrar esfuerzos para que juntos, autoridades, inversionistas privados y navieros mexicanos, propiciemos la generación de las fuentes de empleo que requieren nuestros marinos mercantes”.
Sin embargo, un día antes y a pesar de que hubo varias reuniones en la SCT para recoger opiniones de los integrantes del sector, en el Palacio Nacional el Ejecutivo federal excluyó a la marina mercante del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2007-2012, lo que provocó el enfado de varias organizaciones del ramo. Más aún, el gobierno federal también dejó fuera este tema de su Proyecto Visión México 2030.
Por lo que el presidente de la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados, José Manuel del Río Virgen, luego de este “olvido”, envío un oficio al secretario de Comunicaciones en donde le reclama la exclusión del tema de la marina mercante del PND, a pesar de que el 22 de mayo fueron convocados para presentar su propuesta para el impulso de este sector. No obstante, le solicita encarecidamente incluir las opiniones en los planes sectoriales de desarrollo.
Urge un programa emergente
El capitán Ysmael García Muñoz, secretario general de la Orden de Capitanes y Pilotos Navales de la República Mexicana, Similares y Conexos lamentó la exclusión y señaló que se trata de una clara política para desmantelar a la marina y entregarla a los inversionistas extranjeros.
El presidente del Frente Unido de Marinos Mercantes A.C. (FUMMAC), Víctor Martínez Rodríguez, asociación compuesta por unos 10 organismos nacionales e internacionales, denunció la supresión de los planes de desarrollo gubernamentales y manifestó su preocupación al señalar que si la actual administración no implementa un programa emergente de impulso al sector, éste desaparecerá. Enrique Pacheco, secretario general de la Asociación Sindical de Oficiales de Máquinas de la República Mexicana, anunció la conformación de un bloque con asociaciones que integran el FUMMAC quienes concentran esfuerzos para ser escuchados por la administración federal. “Es hora de poner atención a este importantísimo sector de la economía nacional”.
Hace agua el transporte marítimo
Como política pública, el desarrollo marítimo de México se ha limitado a impulsar principalmente el desarrollo portuario, por este motivo la marina mercante nacional inició su naufragio en 1983, según denuncia la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameitram), que agrega que en esta fecha le fueron retirados todos los apoyos gubernamentales, perdiéndose poco a poco la competitividad internacional, en comparación a los países miembros de la OCDE y nuestros socios del TLC, que no retiraron los recursos para desarrollar el crecimiento del ramo en sus respectivos países.
En general, nuestro país tiene un comercio por alrededor de 450 millones de dólares y sólo el 35 por ciento de éste se realiza vía marítima, pues contamos con aproximadamente 109 barcos de cabotaje con bandera nacional. En contraste con los más de 6 mil 500 barcos extranjeros que mueven la mayoría de las mercancías que llegan a los 16 puertos de altura.
De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México tiene que pagar por flete de barcos extranjeros para transportar mercancías cerca de 15 mil 400 millones de dólares, más el pago que realiza Petróleos Mexicanos por el transporte de sus productos, constituye una fuga de divisas de alrededor de 30 mil millones dólares anuales, que es mucho mayor a los 23 mil millones de dólares anuales que en el 2006 enviaron nuestros paisanos que trabajan en Estados Unidos como remesas.
Desde la administración del ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado, las empresas extranjeras invadieron nuestros mares.Según los especialistas, el inicio del desmantelamiento de la marina mercante mexicana comenzó desde 1980 y se acentuó en 1998 cuando el Gobierno Federal permitió que Transportación Marítima Mexicana (TMM) –que durante tres décadas recibió subsidios del gobierno– entregara el 67.73 por ciento de sus acciones a la Americana Ships, filial de la CP Ships, y vendiera también sus terminales de carga para transporte de petróleo ubicadas en Coatzacoalcos, Manzanillo y Aguascalientes a la firma holandesa Royal Vopak.
Más adelante, por ejemplo en el año 2000, al finalizar la administración de Ernesto Zedillo se otorgaron 577 permisos especiales de navegación a 55 empresas y 262 embarcaciones; el 82 por ciento de estos se concentra en cuatro banderas: Estados Unidos, Panamá, Liberia y Vanuatu. El tráfico de cabotaje, reservado constitucionalmente a los mexicanos se realiza significativamente por extranjeros.
Desmantelamiento hormiga
Los trabajadores agremiados en el Frente Unido de Marinos Mercantes denuncian que en la administración de Pedro Cerisola, la SCT en acción hormiga inició el desmantelamiento de los bienes primordiales de la marina mercante, como el Buque-Escuela Náuticas México, que era manejado por el Fideicomiso de Formación y Capacitación para personal de la marina mercante, y fue vendido como chatarra.
Además, las Administraciones Portuarias Integrales (API´s), que tenían en su poder los barcos remolcadores, argumentaron que éstos no eran rentables y los vendieron a la empresa chilena Saam Remolques y a la española Grupo Boluda. Estos mismos remolques son ahora rentados por ambas empresas a Pemex y a las (API´s).
Las organizaciones de marinos mercantes dicen que el panorama se observa en el reducido padrón de navieros registrados ante la Cameintram: 30 empresas armadoras, 10 operadoras, y 20 prestadoras de servicios, incluida PMI (Comercio Internacional de Pemex). La mayoría opera en sociedad con empresas extranjeras y opta por incluir entre su flota pabellones de conveniencia.
Actualmente 11 países ofrecen a los navieros el uso de su pabellón de conveniencia: Antigua y Barbuda, Bahamas, Chipre, Filipinas, Hong Kong, Islas Marshall, Liberia, Malta, Panamá, San Vicente y Singapur. Ninguno exige requisito legal alguno, basta que pague la cuota. Las navieras mexicanas recurren a las banderas de conveniencia. Los armadores estiman que es 300 veces más caro utilizar una bandera mexicana (se paga el 1.8 por ciento de valor del activo), que una de conveniencia (60 mil dólares al año).
Además, evita obligaciones fiscales, laborales y ecológicas, no existe ningún supervisor de pabellón de uso que verifique las condiciones de la embarcación y la forma en que ésta trabaja.
Evaden impuestos con banderas extranjeras
Se simula que son empresas mexicanas, pero se trata de intermediarias de las extranjeras, lo que eleva los costos del servicio, de donde salen sobornos para los funcionarios, revelan diversos reportes recibidos por los Órganos Internos de Control.
Entre las empresas con membrete mexicano con este tipo de prácticas están: Naviera del Pacífico, Arrendadora Ocean Mexicana, Naviera Mexicana del Sureste, Oceanografía, (socio de Otto Candies LLC en México y que ha sido mencionada en investigaciones en contra de los hermanos Bribiesca, hijos de Martha Sahagún de Fox) y Náutica Saltamar (representante de Tidewater Inc. en México, el operador más grande de buques abastecedores costa afuera a nivel mundial); Stolt-Nielsen Transportation Group Ltd., Empresa Marítima del Sureste; Saam Remolques y Boluda Internacional, S.A.
Se calcula que la administración de Vicente Fox recibió la marina mercante mexicana con 109 barcos que manejaban un millón 100 mil toneladas de registro bruto. Al final del sexenio se cuenta con 89 barcos y con 783 mil 305 toneladas de registro (0.1 por ciento de la marina mercante mundial).
Países como Brasil, Chile o Venezuela, tras impulsar sus marinas con políticas nacionalistas, vieron reflejadas sus ganancias en millones de dólares. Por ejemplo, Venezuela, tan sólo por fletes (de su propia venta de petróleo) obtiene una derrama anual de 800 millones de dólares.
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domingo, 19 de agosto de 2007
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