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Fuente: El Comercio Digital
Vulcano, propietario del astillero gijonés Juliana, está a punto de quedarse sin un barco de 100 millones de euros por la crisis financiera y la restricción de crédito. La armadora noruega ha cancelado el encargo que le había hecho a la factoría viguesa y que consistía en un buque hotel de apoyo a plataformas petrolíferas, dotado con 300 camas y valorado en 100 millones de euros.
El problema, según publicó ayer el diario 'La Voz de Galicia', es que las dificultades para obtener financiación se han vuelto insalvables para Polycrest. Al menos, de momento. Desde hace varios meses, la armadora y el astillero buscan una salida a la paralización de este pedido.
Una solución podría ser encontrar a otro armador interesado en el proyecto y la segunda, intentar subsanar los problemas de liquidez de la compañía escandinava. Polycrest ya había entregado a Vulcano 10 millones de euros y ahora está dispuesta a perderlos antes de proseguir con la construcción de un barco que no cuenta con el suficiente respaldo crediticio.
Próxima construcción
Para Vulcano, la cancelación de este pedido supone un problema, puesto que ya había iniciado los primeros trabajos de corte de chapa y prefabricados. Según añadía ayer el diario gallego, el hecho de que se trate de una estructura especializada está dificultando su colocación en el mercado.
El barco era uno de los próximos en entrar en la cadena de producción y, ante la nueva situación que se plantea, se ha visto obligado a anular sus pedidos a las empresa proveedoras del buque, a la espera de una solución al bloqueo.
Noruega es el principal cliente de la construcción naval gallega.
Vulcano, propietario del astillero gijonés Juliana, está a punto de quedarse sin un barco de 100 millones de euros por la crisis financiera y la restricción de crédito. La armadora noruega ha cancelado el encargo que le había hecho a la factoría viguesa y que consistía en un buque hotel de apoyo a plataformas petrolíferas, dotado con 300 camas y valorado en 100 millones de euros.
El problema, según publicó ayer el diario 'La Voz de Galicia', es que las dificultades para obtener financiación se han vuelto insalvables para Polycrest. Al menos, de momento. Desde hace varios meses, la armadora y el astillero buscan una salida a la paralización de este pedido.
Una solución podría ser encontrar a otro armador interesado en el proyecto y la segunda, intentar subsanar los problemas de liquidez de la compañía escandinava. Polycrest ya había entregado a Vulcano 10 millones de euros y ahora está dispuesta a perderlos antes de proseguir con la construcción de un barco que no cuenta con el suficiente respaldo crediticio.
Próxima construcción
Para Vulcano, la cancelación de este pedido supone un problema, puesto que ya había iniciado los primeros trabajos de corte de chapa y prefabricados. Según añadía ayer el diario gallego, el hecho de que se trate de una estructura especializada está dificultando su colocación en el mercado.
El barco era uno de los próximos en entrar en la cadena de producción y, ante la nueva situación que se plantea, se ha visto obligado a anular sus pedidos a las empresa proveedoras del buque, a la espera de una solución al bloqueo.
Noruega es el principal cliente de la construcción naval gallega.
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