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Fuente: Pescare
Hacia finales de septiembre ingresó el último buque portacontenedores al puerto local antes de que el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu) decida iniciar medidas de protesta.
Desde entonces, el movimiento de cargas quedó literalmente interrumpido, afectando principalmente a las empresas pesqueras que envían sus productos al mundo desde esta terminal.
Según expresaron desde el gremio, la acción está ligada al reclamo de un convenio colectivo de trabajo para sus afiliados que operan a bordo de buques pesqueros congeladores.
“Queremos que en el convenio no se hable de pesos, sino de dólares como moneda de referencia”, ejemplificó Néstor María, responsable de la delegación marplatense del Somu.
La discusión está instalada en el Ministerio de Trabajo; pero apenas en una fase inicial que por el momento no permite visualizar acuerdos. Además, los plazos en este terreno son siempre laxos.
“No hay conflicto, es un ataque”
Sin embargo, desde el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (Cepa) argumentan que más allá de lo expresado, no hay un conflicto gremial, sino un ataque al puerto de Mar del Plata.
“Recién estamos iniciando las paritarias, no podemos hablar de conflicto. Acá hay intención de que Mar del Plata deje de ser un puerto de contenedores”, expresó Oscar Fortunato, presidente de Cepa.
Las propias navieras Maersk y Hamburg Süd reconocieron que están recibiendo presiones para que no ingresen a la ciudad. De lo contrario, revelaron, recibirían represalias en el puerto de Buenos Aires.
Mientras tanto, personal de remolcadores (en principio, forzados por el gremio, habían adherido al paro), estibadores, cooperativistas relacionados y otros tantos sectores permanecen como rehenes.
“Tememos que si esto se extiende, las navieras dejen de operar definitivamente acá. Ellos tienen todo un diagrama de trabajo muy estricto que no pueden alterar fácilmente”, coincidieron sus representantes.
Por otra parte, los empresarios pesqueros alertaron: “De nada servirá tener un dragado integral como el que prometió la presidenta, si dejamos de ser una opción para los pportacontenedores".
Desde entonces, el movimiento de cargas quedó literalmente interrumpido, afectando principalmente a las empresas pesqueras que envían sus productos al mundo desde esta terminal.
Según expresaron desde el gremio, la acción está ligada al reclamo de un convenio colectivo de trabajo para sus afiliados que operan a bordo de buques pesqueros congeladores.
“Queremos que en el convenio no se hable de pesos, sino de dólares como moneda de referencia”, ejemplificó Néstor María, responsable de la delegación marplatense del Somu.
La discusión está instalada en el Ministerio de Trabajo; pero apenas en una fase inicial que por el momento no permite visualizar acuerdos. Además, los plazos en este terreno son siempre laxos.
“No hay conflicto, es un ataque”
Sin embargo, desde el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (Cepa) argumentan que más allá de lo expresado, no hay un conflicto gremial, sino un ataque al puerto de Mar del Plata.
“Recién estamos iniciando las paritarias, no podemos hablar de conflicto. Acá hay intención de que Mar del Plata deje de ser un puerto de contenedores”, expresó Oscar Fortunato, presidente de Cepa.
Las propias navieras Maersk y Hamburg Süd reconocieron que están recibiendo presiones para que no ingresen a la ciudad. De lo contrario, revelaron, recibirían represalias en el puerto de Buenos Aires.
Mientras tanto, personal de remolcadores (en principio, forzados por el gremio, habían adherido al paro), estibadores, cooperativistas relacionados y otros tantos sectores permanecen como rehenes.
“Tememos que si esto se extiende, las navieras dejen de operar definitivamente acá. Ellos tienen todo un diagrama de trabajo muy estricto que no pueden alterar fácilmente”, coincidieron sus representantes.
Por otra parte, los empresarios pesqueros alertaron: “De nada servirá tener un dragado integral como el que prometió la presidenta, si dejamos de ser una opción para los pportacontenedores".
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