Fuente: 5 de Septiembre
La mayor naviera de Japón, Nippon Yusen, asegura que pronto va a instalar paneles solares en uno de sus barcos más grandes, que a finales de este año ya surcará los mares movidos parcialmente por esta fuente de energía. La capacidad de esos paneles será de 40 kw y permitirá un ahorro de más del 6 por ciento en combustible, así como entre un 1 y un 2 por ciento de emisiones contaminantes a la atmósfera (20 000 toneladas de C02 al año).
El planteamiento de la Nippon Yusen supone una novedad, ya que hasta ahora la energía solar sólo se usaba en los barcos para alimentar el sistema eléctrico de las instalaciones de la tripulación.
El planteamiento de la Nippon Yusen supone una novedad, ya que hasta ahora la energía solar sólo se usaba en los barcos para alimentar el sistema eléctrico de las instalaciones de la tripulación.
La inversión total de este proyecto será de 1,4 millones de dólares y los paneles serán construidos por Nippon Oil. Desde el punto de vista técnico, los ingenieros tendrán sobre todo que enfrentarse con la acción del salitre y las vibraciones a la hora de fabricar e instalar los paneles.
Las condiciones respecto al transporte terrestre son muy diferentes -aseguran en Nippon Yusen-, dado que existe el riesgo de que el sistema se moje y, además, está sujeto a un constante movimiento.
Se espera que el sistema esté instalado y en funcionamiento a finales de año. En total, los paneles solares (hasta un total de 328) proporcionaran el 0,2 por ciento de la energía eléctrica del barco. La idea de la naviera es que ese porcentaje suba hasta el 2 por ciento de aquí a dos años. En 2010, Nippon Yusen tiene contemplado tener un segundo barco con esa capacidad.
Nippon Oil espera poder comercializar totalmente esta tecnología especialmente ideada para grandes buques de carga en los próximos tres o cinco años.
MÁS ALTERNATIVAS
El transporte de mercancías alrededor del mundo por barco es costoso energéticamente. Sin embargo, es capital para el comercio global. Por ese motivo, algunas navieras han empezado a adoptar medidas para reducir estos costes, para lo cual se han fijado en fuentes de energía alternativas.
La energía eólica ya ha sido probada con éxito. En Alemania, la empresa Beluga Skysail probó recientemente la instalación de una gran vela capaz de generar el 20 por ciento de las necesidades energéticas de un barco de 10 000 toneladas, permitiendo un ahorro de hasta 1 500 dólares al día. El tiempo estimado para la recuperación de la inversión que supuso su desarrollo es de unos tres años.
El uso de energías limpias no es, sin embargo, la única opción a la que han recurrido las navieras para ahorrar combustible y, en consecuencia, reducir las emisiones de CO2. Otra alternativa está siendo hacer barcos más grandes.
Según anunció el Wall Street Journal, la empresa coreana STX ha desarrollado el barco de mercancías más grande del mundo. Tiene la capacidad de transportar el equivalente a 22 000 TEU (acrónimo de la expresión inglesa Twenty-feet Equivalent Unit. Un TEU equivale a 6,096 metros de largo x 2,438 metros de ancho x 2,591 metros de altura), es decir, cuatro veces el mayor barco de transporte de mercancías construido hasta la fecha, el Emma Maersk, que tenía una capacidad de 13 500 TEU.
El nuevo barco, alimentado con motores diesel, permitirá ahorrar un 40 por ciento de combustible por TEU. El problema surgirá cuando tenga que pasar por ciertos puertos, ya que sus increíbles medidas (460 metros de largo y 60 de ancho) no le permitirán atracar en cualquier espigón.
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