La industria naval y el país productivo

Fuente: Ultimas Noticias

Se está gestando en nuestro país el resurgimiento de una actividad que una vez, hace tiempo, fue importante, la construcción de barcos. Existen en Uruguay múltiples ejemplos de pequeños y medianos astilleros diseminados, sobre todo, en el litoral oeste y en la capital del país. Muchos de ellos parados totalmente o con su actividad disminuida al mínimo.

Pero la coyuntura internacional, de la mano de la crisis energética, ha dado como resultado que los grandes astilleros del mundo y de la región estén totalmente ocupados, sobre todo, en la construcción de barcos complejos y de gran porte dedicados al transporte de gas licuado. A esto se le suma que la empresa Botnia tiene la necesidad de construir cuatro barcazas para el transporte de la celulosa desde Fray Bentos a Nueva Palmira.

Esto motivó que tanto operadores públicos como privados se lanzaran al desafío de la construcción de estas naves. Es así que el Dique Nacional que opera la Armada y la empresa Tsakos están, en estos momentos, construyendo dos barcazas, cada una de ellas estará pronta en el momento que la empresa lo requiera para comenzar la producción y el transporte de la celulosa. No es menor para nuestra casi desaparecida industria naval este dato, sin ir más lejos, ya se ha sabido que la pastera española Ence está pidiendo cotización en el país para la construcción de doce barcazas para el transporte de rolos de eucaliptos. No se puede escatimar esfuerzos, y se deben facilitar todos los recursos humanos y materiales para que estos negocios no se pierdan.

Estas construcciones, que no son de las más sofisticadas, son a mi entender la puerta que se abre para avanzar más en el futuro en la construcción de naves más complejas para nuestra Marina Mercante y nuestra Marina de Guerra.

No es ninguna utopía soñar con que en un futuro, y si apostamos fuerte, podamos estar preparados para abastecernos de algunos modelos de buques, adaptados a nuestra realidad y construidos con materiales regionales. Esto es efectivamente trabajo para los uruguayos y además trabajo calificado y por ende bien remunerado, y además puede, con la debida coordinación, dar empleo en el interior de nuestro país, que tanto lo necesita.