Fuente: El País
Incidente. Era remolcado y no llevaba tripulación; fue frente a Portezuelo
MALDONADO MARCELO GALLARDO
El hundimiento de un remolcador de bandera mexicana a pocas millas de la costa fernandina, abrió paso a una investigación naval. En el momento del siniestro no había tripulación a bordo: no hay lesionados.
La Prefectura Nacional Naval investiga las causas del hundimiento del remolcador "Bandama", de bandera mexicana ocurrido alrededor de las 4 de la madrugada de la víspera en el Río de la Plata, a unas 10 millas náuticas de la costa de Portezuelo al sur del aeropuerto de Laguna del Sauce.
El barco siniestrado era remolcado en el momento del incidente marítimo por el remolcador "Oxmal", también de bandera mexicana.
El incidente ocurrió poco antes de que un remolcador de pabellón uruguayo, el "Anglian Warrior", se hiciera cargo de la maniobra, tal como lo señala la normativa imperante para el Río de la Plata.
La dotación del barco se encuentra en la zona del hundimiento, a bordo del "Anglian Warrior". Fuentes de la Prefectura Nacional Naval indicaron ayer que la tripulación se encontraba en buen estado de salud y que no se había reportado ningún lesionado como consecuencia del incidente.
El barco siniestrado había partido días atrás desde un puerto brasileño y se dirigía hacia el Puerto de Montevideo, en una operación considerada de rutina como las que generalmente se registran en esta parte del continente.
Al mismo tiempo, marinos del Grupo de Buceo de la Armada procedieron ayer a cortar las lingas de acero empleadas para el remolque y proceder a señalar la presencia del casco hundido con la baliza correspondiente para marcar el sitio preciso del siniestro.
Los buzos bajaron hasta el barco a los efectos de determinar la posición en que quedó en el fondo del río. La postura del barco en el fondo debe ser conocida y advertida a los navegantes. En ese lugar existe, en promedio, una profundidad de unos 23 metros. Cerca de esa zona transitan barcos de más de 10 metros de calado, según se informó, por lo que es necesario conocer la posición del barco en el fondo.
Ayer el escenario del naufragio fue sobrevolado por helicópteros de la Aviación Naval. En su hundimiento el barco dejó una estela de combustible de unos 800 metros de largo.
SIN RIESGO. Se estima que el incidente marítimo produjo un derrame de unos 8.000 litros de combustible ligero. Si bien la cantidad puede parecer muy grande, dada la amplitud del estuario y su volumen de agua resulta en realidad irrelevante.
"Apenas se supo del incidente se dispuso, como es de rigor en estos casos, la intervención de la Aviación Naval. Un helicóptero naval sobrevoló la zona del incidente y constató que no había un derrame de relevancia", explicó por su parte el capitán Anselmo Borges, vocero oficial de la Armada Nacional.
La aeronave naval realizó dos vuelos de monitoreo ayer, el primero durante las primeras horas de la mañana y luego un segundo en las primeras horas de la tarde.
Sobre la base de la información recogida hasta entonces, la Armada descartó que el derrame ocasionado pudiera ser un factor de riesgo ambiental.
De todos modos, los trabajos en la zona del siniestro continuarán en procura de rescatar el buque hundido y determinar los peligros que represente para la navegación.
Rescate médico para un tripulante filipino
Horas antes del siniestro, la Armada debió intervenir en un rescate médico en alta mar. Se trataba de un marino filipino que presentaba un cuadro respiratorio agudo y alucinaciones.
El problema fue radiado al Centro de Control de la Prefectura Naval del Puerto de Punta del Este desde el buque de bandera panameña "Sunny Glory", que solicitaba una consulta radio médica. El médico del Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate en el Mar (SAR) recomendó la inmediata evacuación del tripulante luego de recibir los detalles de su estado. Ello motivó que zarpara el buque ROU 01 de la Armada, que se dirigió al encuentro del buque mercante.
El marino fue desembarcado a un bote auxiliar, a bordo del cual se le proporcionaron primeros auxilios y oxígeno. Una vez en la fragata naval el tripulante fue llevado a Punta del Este y desde el puerto llevado en una unidad de emergencia móvil al Sanatorio Mautone.
El tripulante fue identificado como Dennys L. Ty (35), de nacionalidad filipina, que se desempeñaba como segundo oficial de a bordo en el "Sunny Glory", que navegaba desde Rosario (Argentina) al puerto de Santos (Brasil).
El caso fue informado a la Justicia, que dispuso la revisión del marino por parte de un médico forense y el registro de los datos del capitán de la nave, tras lo cual se permitió al buque mercante continuar con su travesía.
MALDONADO MARCELO GALLARDO
El hundimiento de un remolcador de bandera mexicana a pocas millas de la costa fernandina, abrió paso a una investigación naval. En el momento del siniestro no había tripulación a bordo: no hay lesionados.
La Prefectura Nacional Naval investiga las causas del hundimiento del remolcador "Bandama", de bandera mexicana ocurrido alrededor de las 4 de la madrugada de la víspera en el Río de la Plata, a unas 10 millas náuticas de la costa de Portezuelo al sur del aeropuerto de Laguna del Sauce.
El barco siniestrado era remolcado en el momento del incidente marítimo por el remolcador "Oxmal", también de bandera mexicana.
El incidente ocurrió poco antes de que un remolcador de pabellón uruguayo, el "Anglian Warrior", se hiciera cargo de la maniobra, tal como lo señala la normativa imperante para el Río de la Plata.
La dotación del barco se encuentra en la zona del hundimiento, a bordo del "Anglian Warrior". Fuentes de la Prefectura Nacional Naval indicaron ayer que la tripulación se encontraba en buen estado de salud y que no se había reportado ningún lesionado como consecuencia del incidente.
El barco siniestrado había partido días atrás desde un puerto brasileño y se dirigía hacia el Puerto de Montevideo, en una operación considerada de rutina como las que generalmente se registran en esta parte del continente.
Al mismo tiempo, marinos del Grupo de Buceo de la Armada procedieron ayer a cortar las lingas de acero empleadas para el remolque y proceder a señalar la presencia del casco hundido con la baliza correspondiente para marcar el sitio preciso del siniestro.
Los buzos bajaron hasta el barco a los efectos de determinar la posición en que quedó en el fondo del río. La postura del barco en el fondo debe ser conocida y advertida a los navegantes. En ese lugar existe, en promedio, una profundidad de unos 23 metros. Cerca de esa zona transitan barcos de más de 10 metros de calado, según se informó, por lo que es necesario conocer la posición del barco en el fondo.
Ayer el escenario del naufragio fue sobrevolado por helicópteros de la Aviación Naval. En su hundimiento el barco dejó una estela de combustible de unos 800 metros de largo.
SIN RIESGO. Se estima que el incidente marítimo produjo un derrame de unos 8.000 litros de combustible ligero. Si bien la cantidad puede parecer muy grande, dada la amplitud del estuario y su volumen de agua resulta en realidad irrelevante.
"Apenas se supo del incidente se dispuso, como es de rigor en estos casos, la intervención de la Aviación Naval. Un helicóptero naval sobrevoló la zona del incidente y constató que no había un derrame de relevancia", explicó por su parte el capitán Anselmo Borges, vocero oficial de la Armada Nacional.
La aeronave naval realizó dos vuelos de monitoreo ayer, el primero durante las primeras horas de la mañana y luego un segundo en las primeras horas de la tarde.
Sobre la base de la información recogida hasta entonces, la Armada descartó que el derrame ocasionado pudiera ser un factor de riesgo ambiental.
De todos modos, los trabajos en la zona del siniestro continuarán en procura de rescatar el buque hundido y determinar los peligros que represente para la navegación.
Rescate médico para un tripulante filipino
Horas antes del siniestro, la Armada debió intervenir en un rescate médico en alta mar. Se trataba de un marino filipino que presentaba un cuadro respiratorio agudo y alucinaciones.
El problema fue radiado al Centro de Control de la Prefectura Naval del Puerto de Punta del Este desde el buque de bandera panameña "Sunny Glory", que solicitaba una consulta radio médica. El médico del Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate en el Mar (SAR) recomendó la inmediata evacuación del tripulante luego de recibir los detalles de su estado. Ello motivó que zarpara el buque ROU 01 de la Armada, que se dirigió al encuentro del buque mercante.
El marino fue desembarcado a un bote auxiliar, a bordo del cual se le proporcionaron primeros auxilios y oxígeno. Una vez en la fragata naval el tripulante fue llevado a Punta del Este y desde el puerto llevado en una unidad de emergencia móvil al Sanatorio Mautone.
El tripulante fue identificado como Dennys L. Ty (35), de nacionalidad filipina, que se desempeñaba como segundo oficial de a bordo en el "Sunny Glory", que navegaba desde Rosario (Argentina) al puerto de Santos (Brasil).
El caso fue informado a la Justicia, que dispuso la revisión del marino por parte de un médico forense y el registro de los datos del capitán de la nave, tras lo cual se permitió al buque mercante continuar con su travesía.
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