Fuente: Critica
La huelga de los capitanes de ultramar pone en riesgo el abastecimiento del servicio eléctrico. Según la cámara empresarial, Buenos Aires podría quedarse “a oscuras” a partir del sábado por la no entrega de gasoil para las centrales. Los trabajadores reclaman un 40% de aumento salarial y los empresarios denuncian que desoye la conciliación obligatoria dictada por Trabajo el 4 de septiembre.
Desde esa fecha, según las firmas que trasladan el combustible, tres veces incumplió la medida oficial. Ayer, dos barcos no movieron mercadería. La destinataria de los embarques es Cammesa, Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico.
Esta empresa requiere la utilización del combustible para la generación de energía eléctrica en las usinas que abastecen los principales polos industriales del país y a los hogares.
De sostenerse la situación, también entra en riesgo el suministro de gasoil para las estaciones de servicio a partir de la semana próxima. Este combustible debe importarse, ya la producción nacional no alcanza para satisfacer la demanda nacional.
Consultados los dirigentes del gremio de capitanes de ultramar, no respondieron a los llamados de este diario.
El conflicto arrancó a comienzos de septiembre. La medida de fuerza intensifica el conflicto creado a fines de 2008 por la incidencia del Impuesto a las Ganancias, pues pretende cambiar la mejora salarial obtenida –del 16% sobre los elevados salarios de los capitanes– por un mayor porcentaje que incluya francos compensatorios por cada día de navegación. El año pasado llegaron a pedir un plus especial de $ 17 mil para que el pago de ganancias no absorba la mayoría de su salario.
El sueldo de un capitán de abordo ronda los 25 mil pesos.
La huelga de los capitanes de ultramar pone en riesgo el abastecimiento del servicio eléctrico. Según la cámara empresarial, Buenos Aires podría quedarse “a oscuras” a partir del sábado por la no entrega de gasoil para las centrales. Los trabajadores reclaman un 40% de aumento salarial y los empresarios denuncian que desoye la conciliación obligatoria dictada por Trabajo el 4 de septiembre.
Desde esa fecha, según las firmas que trasladan el combustible, tres veces incumplió la medida oficial. Ayer, dos barcos no movieron mercadería. La destinataria de los embarques es Cammesa, Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico.
Esta empresa requiere la utilización del combustible para la generación de energía eléctrica en las usinas que abastecen los principales polos industriales del país y a los hogares.
De sostenerse la situación, también entra en riesgo el suministro de gasoil para las estaciones de servicio a partir de la semana próxima. Este combustible debe importarse, ya la producción nacional no alcanza para satisfacer la demanda nacional.
Consultados los dirigentes del gremio de capitanes de ultramar, no respondieron a los llamados de este diario.
El conflicto arrancó a comienzos de septiembre. La medida de fuerza intensifica el conflicto creado a fines de 2008 por la incidencia del Impuesto a las Ganancias, pues pretende cambiar la mejora salarial obtenida –del 16% sobre los elevados salarios de los capitanes– por un mayor porcentaje que incluya francos compensatorios por cada día de navegación. El año pasado llegaron a pedir un plus especial de $ 17 mil para que el pago de ganancias no absorba la mayoría de su salario.
El sueldo de un capitán de abordo ronda los 25 mil pesos.
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