Fuente: ADN Sureste
México, D.F..- El 1 de junio se celebra en México el Día de la Marina –celebrada por primera vez en 1942-. ...
El 1 de junio se celebra en México el Día de la Marina –celebrada por primera vez en 1942-. La fecha es consignada en el decreto que emitió el presidente Ávila Camacho. Es una de las muchas efemérides cívicas que pasan sin mucha atención, generalmente sale alguna nota en los medios de información en donde se narra alguna discreta ceremonia; por ejemplo, el año pasado, Calderón inauguró unas instalaciones navales en Isla Mujeres, Quintana Roo, la prensa reseñó: “acompañado por su esposa Margarita, y por los secretarios Mariano Francisco Saynez Mendoza, de Marina, y Guillermo Galván Galván, de la Defensa Nacional, …. en su visita también lo acompañaron el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el procurador Eduardo Medina Mora, abanderó patrullas interceptoras y rindió honores a los marinos caídos”.
Su discurso en esa ocasión versó sobre su política antinarco y defendió la estrategia que seguía al respecto, es decir, el Día de la Marina lo aprovechó como escenografía para decir que su política de seguridad frente al crimen organizado era la mejor de todos los mundos posibles e –implícitamente- ubicaba a la Marina mexicana como engranaje de esta política y reforzaba esta posición al hacerse acompañar por el gabinete de seguridad. No hay duda que la Marina mexicana juega un papel importante en una tarea de seguridad como es la lucha contra los cárteles de la droga, sin embargo, ¿es pertinente que en la celebración de su día ése haya sido su único filón?
La Marina que una nación se da a sí misma tiene que ver, en primera instancia, con su visión del mar y en segunda instancia con cómo se concibe en su relación con el resto de los países. Es decir, ¿México ha considerado importante tener una marina mercante y una armada acorde con las naciones importantes del mundo?, ¿Ha considerado importante tener 11 mil kilómetros de costa y –por ende- desarrollar una fuerte actividad pesquera?, ¿tiene astilleros nacionales?, en virtud de poseer uno de los mares únicos en el mundo, como es el Golfo de Baja California, en cuanto a sus características ecológicas y geológicas, ¿ha desarrollado una importante tarea de investigación y desarrollo marítimo?, ¿tenemos una importante flota marítima que transporte los millones de barriles de petrolíferos que comerciamos cotidianamente?, ¿tenemos barcos de exploración que recorran los mares del mundo haciendo investigación para nuestro país?, a estas y otras preguntas similares podemos contestar casi sistemáticamente que no.
No es nuevo el hecho de considerar que los miles de kilómetros de costa son un recurso que no hemos aprovechado, el mar ha constituido para nosotros más una barrera que una vía de comunicación con el mundo. Los recursos institucionales que teníamos para atender sólo la actividad pesquera, como la Secretaría de Pesca o Productos Pesqueros Mexicanos, ya no existen. Hemos constreñido la actividad de la Secretaría de Marina casi exclusivamente a guardacostas en contra del tráfico de drogas, como se puede apreciar en el discurso de Calderón antes mencionado.
El uso más generalizado de nuestros mares sea probablemente el turístico, lugares como Acapulco, Cancún o Huatulco son conocidos en todo el mundo, sin embargo, para ello nos hemos encargado de depredar muchas costas, destruir manglares y otros recursos bióticos, además de proyectar el turismo, en lo fundamental, para el turista internacional y dejando la mejor parte del negocio a las empresas trasnacionales.
El mar mexicano está lleno de barcos extranjeros que llegan a pescar en nuestros territorios patrimoniales y la Secretaría de Marina no cuenta con los recursos –ni el gobierno federal con la voluntad- para enfrentar y resolver esta problemática, junto a ello, se ha agregado el factor de las drogas que, hasta ahora, parece interesarle al gobierno central.
Por si esto fuera poco, nos hemos encargado de contaminar los ríos –que desembocan en el mar- y las costas directamente con millones de litros de aguas negras que cotidianamente envenenan uno de nuestros principales recursos.
Haría falta reconstituir nuestra visión del mar y sus recursos para –entonces sí- tener una Marina concordante con nuestras capacidades y posibilidades, así que en este día de la Marina la pregunta sería, afrontaremos los problemas relativos a nuestras costas y las grandes rutas internacionales o, como siempre, nos quedaremos en la orillita.
*Sub Secretario de Políticas Públicas Ciudad de México
México, D.F..- El 1 de junio se celebra en México el Día de la Marina –celebrada por primera vez en 1942-. ...
El 1 de junio se celebra en México el Día de la Marina –celebrada por primera vez en 1942-. La fecha es consignada en el decreto que emitió el presidente Ávila Camacho. Es una de las muchas efemérides cívicas que pasan sin mucha atención, generalmente sale alguna nota en los medios de información en donde se narra alguna discreta ceremonia; por ejemplo, el año pasado, Calderón inauguró unas instalaciones navales en Isla Mujeres, Quintana Roo, la prensa reseñó: “acompañado por su esposa Margarita, y por los secretarios Mariano Francisco Saynez Mendoza, de Marina, y Guillermo Galván Galván, de la Defensa Nacional, …. en su visita también lo acompañaron el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el procurador Eduardo Medina Mora, abanderó patrullas interceptoras y rindió honores a los marinos caídos”.
Su discurso en esa ocasión versó sobre su política antinarco y defendió la estrategia que seguía al respecto, es decir, el Día de la Marina lo aprovechó como escenografía para decir que su política de seguridad frente al crimen organizado era la mejor de todos los mundos posibles e –implícitamente- ubicaba a la Marina mexicana como engranaje de esta política y reforzaba esta posición al hacerse acompañar por el gabinete de seguridad. No hay duda que la Marina mexicana juega un papel importante en una tarea de seguridad como es la lucha contra los cárteles de la droga, sin embargo, ¿es pertinente que en la celebración de su día ése haya sido su único filón?
La Marina que una nación se da a sí misma tiene que ver, en primera instancia, con su visión del mar y en segunda instancia con cómo se concibe en su relación con el resto de los países. Es decir, ¿México ha considerado importante tener una marina mercante y una armada acorde con las naciones importantes del mundo?, ¿Ha considerado importante tener 11 mil kilómetros de costa y –por ende- desarrollar una fuerte actividad pesquera?, ¿tiene astilleros nacionales?, en virtud de poseer uno de los mares únicos en el mundo, como es el Golfo de Baja California, en cuanto a sus características ecológicas y geológicas, ¿ha desarrollado una importante tarea de investigación y desarrollo marítimo?, ¿tenemos una importante flota marítima que transporte los millones de barriles de petrolíferos que comerciamos cotidianamente?, ¿tenemos barcos de exploración que recorran los mares del mundo haciendo investigación para nuestro país?, a estas y otras preguntas similares podemos contestar casi sistemáticamente que no.
No es nuevo el hecho de considerar que los miles de kilómetros de costa son un recurso que no hemos aprovechado, el mar ha constituido para nosotros más una barrera que una vía de comunicación con el mundo. Los recursos institucionales que teníamos para atender sólo la actividad pesquera, como la Secretaría de Pesca o Productos Pesqueros Mexicanos, ya no existen. Hemos constreñido la actividad de la Secretaría de Marina casi exclusivamente a guardacostas en contra del tráfico de drogas, como se puede apreciar en el discurso de Calderón antes mencionado.
El uso más generalizado de nuestros mares sea probablemente el turístico, lugares como Acapulco, Cancún o Huatulco son conocidos en todo el mundo, sin embargo, para ello nos hemos encargado de depredar muchas costas, destruir manglares y otros recursos bióticos, además de proyectar el turismo, en lo fundamental, para el turista internacional y dejando la mejor parte del negocio a las empresas trasnacionales.
El mar mexicano está lleno de barcos extranjeros que llegan a pescar en nuestros territorios patrimoniales y la Secretaría de Marina no cuenta con los recursos –ni el gobierno federal con la voluntad- para enfrentar y resolver esta problemática, junto a ello, se ha agregado el factor de las drogas que, hasta ahora, parece interesarle al gobierno central.
Por si esto fuera poco, nos hemos encargado de contaminar los ríos –que desembocan en el mar- y las costas directamente con millones de litros de aguas negras que cotidianamente envenenan uno de nuestros principales recursos.
Haría falta reconstituir nuestra visión del mar y sus recursos para –entonces sí- tener una Marina concordante con nuestras capacidades y posibilidades, así que en este día de la Marina la pregunta sería, afrontaremos los problemas relativos a nuestras costas y las grandes rutas internacionales o, como siempre, nos quedaremos en la orillita.
*Sub Secretario de Políticas Públicas Ciudad de México
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