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lunes, 9 de junio de 2008

"Lo del barco regasificador es mal remiendo y muy caro"

Fuente: Nuestromar
Jorge Lapeña y la emergencia energética.

El consultor especializado afirma que la operación con el "Excelsior" no es transparente, que sólo mitiga la emergencia y que no representa una solución de fondo al gravísimo problema de nuestro país.

Mientras el buque regasificador "Excelsior" cumple 10 días en las aguas del estuario bahiense y se multiplican las protestas y las advertencias sobre su tarea, desde Buenos Aires, Jorge Lapeña asevera que se trata de un recurso al que apela el gobierno porque no fue capaz de planificar y de ejecutar acciones para afrontar la escasez de gas con la suficiente anticipación.

Según este consultor especializado en cuestiones energéticas, la importantísima reserva gasífera, descubierta por la empresa YPF y que la Argentina tenía en la década de 1980, alcanzaba para 30 años, pero se dilapidó de manera irracional por una mala política; hoy, alcanza para sólo siete años.

Y alerta que las penurias actuales se van a intensificar, porque el gas natural es la columna vertebral del sistema energético nacional.

"El buque regasificador en White es un mero paliativo. Un mal remiendo y muy caro", insiste.

Lapeña explica que, cuando un país decide importar gas natural licuado (GNL), en general lo hace con un contrato de largo plazo, negociado con anticipación, con proyectos y estudios de factibilidad debidamente completados y con todas las autorizaciones ambientales requeridas.

"Estas operaciones se realizan contando con instalaciones criogénicas fijas para el almacenamiento; se transporta con grandes buques metaneros (140.000 toneladas o aun mayores) y con un precio del orden de los 9 dólares por millón de BTU. Aquí, tratándose de una solución de emergencia, de pequeña escala (aunque no se lo diga claramente) se hará con un costo mucho mayor".

Ante esta situación, según puntualiza, se acude a barcos de sólo 36 mil toneladas y se habla de cuatro o cinco hasta fin de año, lo que prueba, aseguró, que todo se está haciendo muy a las apuradas.

Poco claro

De paso por Bahía Blanca, en agosto último, Lapeña había anticipado la necesidad de que la Argentina comenzara a reemplazar parcialmente el gas natural, en su matriz energética, por otras formas de energía.

Por entonces, advirtió sobre la necesidad de evaluar la posible importación de GNL como una opción a desarrollar desde diversos productores (Trinidad y Tobago es el más cercano, en nuestra región), para ser regasificado en el país e inyectado en la red de gasoductos.

Al tanto de las inquietudes e incertidumbres de los whitenses, Lapeña cree que el gobierno también fue poco transparente con los alcances de esta operación y que no ha informado debidamente a los interesados directos.

"Las comunidades técnicas, de negocios o de la política, no recibieron las explicaciones sobre cómo es el proyecto y sus implicancias. La falta de comunicación no se limitó sólo a la gente de White o de Bahía Blanca, sino que fue general", indicó.

El tiempo perdido

Al remontarse al principio de esta historia, Lapeña asegura que nuestro problema energético se presentó en 2004.

"Empezamos a ver que la demanda de todos los productos energéticos crecía y que la oferta (nuevas refinerías, gasoductos, yacimientos o centrales eléctricas) no crecía de la misma forma. Fatalmente, como el gobierno no hizo caso a las advertencias, llegamos al punto en que el sistema, hoy, no puede abastecer los requerimientos. Se perdió, por incapacidad o incredulidad, un tiempo precioso".

Todo lo contrario a lo que sucede en Chile, que pondrá en marcha, en 2009, una planta de GNL que pensó con "gran criterio y rigurosidad técnica", cuando la Argentina le empezó a cortar el gas, en 2004.

Lapeña también dice que Brasil proyectó, a largo plazo, almacenamientos e instalaciones de regasificación, con estudios muy completos, que pronto entrarán en operación.

En cambio, concluye que nuestro país enfrenta la emergencia con una medida que tendrá poco impacto en la resolución de un dilema energético que se agiganta.

Estimación

14,40 dólares por millón de BTU (unidad internacional de medida del gas en grandes volúmenes) debe pagar nuestro país por el fluido que llegará en barco, desde Trinidad y Tobago, según los cálculos de especialistas.

Ya está en operaciones

El "Excelsior", nave de 277 metros de largo, 43,40 de ancho y 12,32 de calado (la más grande que haya ingresado al puerto whitense) amarró, el viernes 30 de mayo, en el muelle de la empresa Mega, y ya comenzó a inyectar gas al sistema. Aguarda al "Madrid Spirit", el primer metanero que lo reabastecerá con 138 mil metros cúbicos de GNL.

El protagonista

* Consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Comisión de Comunidades Europeas, Jorge Edgardo Lapeña egresó como ingeniero industrial de la Universidad de Buenos Aires, en 1972. Desde 1985, preside el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi.

* En su trayecto por el sector público, presidió y dirigió la Comisión Nacional de Energía Atómica (2000-2001), al igual que Yacimientos Petrolíferos Fiscales (1987-1988). Entre 1986 y 1988, fue secretario de Energía de la Nación.

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