Fuente: Redacción elgolfo.info/ Adrián Sandoval
La falta de una política de Estado para el sector marítimo nacional provocó que se perdieran más de 40 mil empleos directos en la industria naval y la marina nacional.
Y es que la paraestatal Petróleos Mexicanos compró recientemente 10 buques petroleros al extranjero, cuando originalmente se habló de construirlos en astilleros del país.
Antonio Rodríguez Fritz, secretario regional Interamericano de la ITF, señaló lo anterior y dijo que es urgente la aplicación de la Ley de Fomento a la Marina Mercante y una política de Estado a favor de este sector.
Citó como ejemplo el caso de Brasil, donde el gobierno respalda al sector naval y marítimo con apoyos y recursos que estimulen el abanderamiento de naves brasileñas.
En contraste, México cada vez tiene más buques navegando con banderas de conveniencia.
Por su parte, Enrique Lozano, inspector de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), expresó que el problema del asunto es mayor, considerando que esos barcos signan convenios con sindicatos blancos, contratos de protección que avala la propia Secretaría del Trabajo y Previsión Social, con los que los marinos no cuentan con las prestaciones de ley y están prácticamente desprotegidos.
En conferencia de prensa, los integrantes de la ITF comentaron que tan sólo en la Sonda de Campeche hay 54 mil marinos mexicanos trabajando en estas condiciones.
Hay unos 300 embarcaciones operando así y la cifra se duplicará en sólo unos años, precisaron.
Con estos contratos de protección con sindicatos blancos, los trabajadores del mar laboran sin prestaciones, con menores salarios y en condiciones inaceptables.
Lamentablemente, manifestaron, la Secretaría del Trabajo solapa este situación y hasta la estimula.
La falta de una política de Estado para el sector marítimo nacional provocó que se perdieran más de 40 mil empleos directos en la industria naval y la marina nacional.
Y es que la paraestatal Petróleos Mexicanos compró recientemente 10 buques petroleros al extranjero, cuando originalmente se habló de construirlos en astilleros del país.
Antonio Rodríguez Fritz, secretario regional Interamericano de la ITF, señaló lo anterior y dijo que es urgente la aplicación de la Ley de Fomento a la Marina Mercante y una política de Estado a favor de este sector.
Citó como ejemplo el caso de Brasil, donde el gobierno respalda al sector naval y marítimo con apoyos y recursos que estimulen el abanderamiento de naves brasileñas.
En contraste, México cada vez tiene más buques navegando con banderas de conveniencia.
Por su parte, Enrique Lozano, inspector de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), expresó que el problema del asunto es mayor, considerando que esos barcos signan convenios con sindicatos blancos, contratos de protección que avala la propia Secretaría del Trabajo y Previsión Social, con los que los marinos no cuentan con las prestaciones de ley y están prácticamente desprotegidos.
En conferencia de prensa, los integrantes de la ITF comentaron que tan sólo en la Sonda de Campeche hay 54 mil marinos mexicanos trabajando en estas condiciones.
Hay unos 300 embarcaciones operando así y la cifra se duplicará en sólo unos años, precisaron.
Con estos contratos de protección con sindicatos blancos, los trabajadores del mar laboran sin prestaciones, con menores salarios y en condiciones inaceptables.
Lamentablemente, manifestaron, la Secretaría del Trabajo solapa este situación y hasta la estimula.
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