Fuente: AFP
SANTIAGO (AFP) — Expertos chilenos estudiaban este lunes los efectos contaminantes sobre la Antártida del crucero Explorer, que el viernes se hundió tras chocar con un iceberg con 154 ocupantes a abordo, los que fueron rescatados sanos y salvos.
El buque se halla sumergido a unos 1.500 metros de profundidad, con un tanque de 185.000 litros de diesel, según señaló la Comisión Nacional del Medio Ambiente de Chile (Conama).
El derrame podría no ocurrir pero el escenario más probable es que el combustible salga lentamente desde el fondo del mar, según expertos chilenos.
"La presión que está ejerciendo el agua no necesariamente tiene que hacer colapsar el tanque como una explosión. Es probable que más bien genere una fisura y eso empezaría a derramar petróleo, pero de forma muy lenta", dijo el teniente de la Marina chilena Italo Solari.
La profundidad en que se halla el buque impide que el tanque de combustible sea sellado o que se haga una eventual extracción del diesel.
"A profundidades menores es factible, por ejemplo, sellar los tanques, soldarlos o ubicar válvulas que permitan extraer combustible, pero a esa profundidad es muy difícil", señaló por su parte el gobernador marítimo de la ciudad de Punta Arenas, Ricardo Bendel.
Un punto a favor es que el buque estaba cargado con diésel, un combustible ligero que se diluye con facilidad, lo que evitaría un daño ambiental mayor.
Según las normas de la Organización Marítima Internacional en la zona de navegación antártica sólo se puede usar este tipo de combustible debido a que es menos dañino para el medio ambiente que otros más pesados como el petróleo.
"El diesel que emana (del Explorer) es amarillento y tornasolado, difícil de percibir a simple vista. La acción del viento y el sol sobre él produce una evaporación bien rápida", agregó el teniente Solari.
El daño ambiental está siendo estudiado por una comisión integrada por miembros de la Gobernación Marítima de Punta Arenas, expertos del Instituto Nacional Antártico, la Conama y un representante de la empresa armadora del buque.
Los investigadores visitaron el domingo la zona de hundimiento con el fin de ver la evolución del derrame, que al momento de desaparecer el Explorer, dejó una mancha de 180 por 20 metros de superficie.
"El tema no es si se ve o no la mancha, porque en la profundidad, puede estar generando daños, independientemente del tipo de petróleo del que estemos hablando", dijo a medios locales el investigador de la Universidad Austral, Sandor Mulsow.
El crucero de lujo Explorer fue golpeado por un iceberg en la madrugada del viernes, lo que obligó a la evacuación de sus pasajeros y causó su posterior hundimiento. Los náufragos fueron rescatados horas más tarde y debieron pasar la noche en bases militares de la Antártida a la espera de poder ser llevados de vuelta al continente suramericano.
Los 154 tripulantes arribaron luego a la ciudad chilena de Punta Arenas, unos 2.000 km al sur de Santiago, una de las poblaciones más cercanas a la Antártida, desde donde comenzaron a emprender el regreso a casa.
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lunes, 26 de noviembre de 2007
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