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Fuente: Xornal
El pleito que España mantiene con la sociedad norteamericana ABS por el caso del buque Prestige –que en 2002 sufrió una avería frente al cabo Fisterra y derramó miles de toneladas de fuel en la costa gallega– será un juicio muy difícil.
La abogada del Estado-jefe de Galicia, Consuelo Castro, destacó, en la Escuela de Verano del Ministerio Fiscal que se celebra en el Pazo de Mariñán, que será complicado ganar a la sociedad de clasificación ABS. La labor de este tipo de entidades es inspeccionar los barcos comprobar el cumplimiento de los estándares de calidad de los sistemas.
“Nos enfrentamos a un auténtico gigante de la industria marítima; no ha perdido nunca un caso y está asesorado por una legión de abogados de altísimo nivel”, señaló Castro respecto a ABS, de la que dependían las inspecciones del Prestige. La representante estatal insistió: “Ganarles un pleito representaría un éxito jurídico internacional sin precedentes ya que en un sistema legal como el norteamericano la sociedad de clasificación no suele salir perdiendo”.
Mejoras legislativas
El profesor de Derecho Mercantil Fernando Cachafeiro, que también participó en las jornadas, recalcó que la normativa reguladora de las mareas negras necesita mejorar algunos artículos. Entre ellos destacó el de “la responsabilidad del propietario negligente y la mejora de las relaciones entre derecho nacional e internacional”.
“El principio de que quién contamina paga sería aplicable al vendedor de los hidrocarburos, al fletador y al propietario del buque”, explicó. Sin embargo, Cachafeiro dejo claro que, normalmente, se recurre a complejos entramados societarios para eludir responsabilidades.
El pleito que España mantiene con la sociedad norteamericana ABS por el caso del buque Prestige –que en 2002 sufrió una avería frente al cabo Fisterra y derramó miles de toneladas de fuel en la costa gallega– será un juicio muy difícil.
La abogada del Estado-jefe de Galicia, Consuelo Castro, destacó, en la Escuela de Verano del Ministerio Fiscal que se celebra en el Pazo de Mariñán, que será complicado ganar a la sociedad de clasificación ABS. La labor de este tipo de entidades es inspeccionar los barcos comprobar el cumplimiento de los estándares de calidad de los sistemas.
“Nos enfrentamos a un auténtico gigante de la industria marítima; no ha perdido nunca un caso y está asesorado por una legión de abogados de altísimo nivel”, señaló Castro respecto a ABS, de la que dependían las inspecciones del Prestige. La representante estatal insistió: “Ganarles un pleito representaría un éxito jurídico internacional sin precedentes ya que en un sistema legal como el norteamericano la sociedad de clasificación no suele salir perdiendo”.
Mejoras legislativas
El profesor de Derecho Mercantil Fernando Cachafeiro, que también participó en las jornadas, recalcó que la normativa reguladora de las mareas negras necesita mejorar algunos artículos. Entre ellos destacó el de “la responsabilidad del propietario negligente y la mejora de las relaciones entre derecho nacional e internacional”.
“El principio de que quién contamina paga sería aplicable al vendedor de los hidrocarburos, al fletador y al propietario del buque”, explicó. Sin embargo, Cachafeiro dejo claro que, normalmente, se recurre a complejos entramados societarios para eludir responsabilidades.
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