Fuente: Diario la primera Peru
Durante siglos el hombre ha surcado y explorado los mares en su afán de conocer nuevos mundos. Aprovecha su prodigiosa, pero agotable riqueza. En los últimos 100 años la contaminación de las aguas se ha agravado dramáticamente. Hay países que contaminan y fomentan ensayos nucleares convirtiendo al mar en depósito de chatarra.
Solo el 2000 más de 46 millones de bolsas de plástico y otros materiales químicos difícil de destruir flotaban en cada 1.5 Km. de los océanos del planeta. Al año por comer estos objetos tóxicos 100 mil grandes mamíferos y un millón de aves acuáticas murieron envenenados.
Botadero
El material inservible que a diario arrojan a los mares, no sólo proviene de la filtración del oro negro (formado por descomposición de restos de animales y algas microscópicas acumuladas millones de años), la rotura de ductos y la explosión de plataformas, sino también cada minuto son arrojados toneladas de residuos sólidos y tóxicos que tardan en disolverse.
¿Por qué suceden los derrames? El 13% de la dispersión de petróleo en el mar se debe a accidentes de los barcos en condiciones inadecuadas de transporte y la negligencia de los que controlan el tráfico.
El 32% de la contaminación proviene del lavado de tanques que altera el equilibrio del mar y modifica la cadena nutritiva del entorno. Afecta la pesca, navegación y el uso de las playas con fines recreativos.
La militarización de los océanos también es una cruel realidad, los combates dejan desastres ecológicos como en la I y II guerra mundial, de Indochina, Las Malvinas, Golfo Pérsico, etc. Además de barcos en las honduras marinas cargados de combustible, suministros bélicos explosivos y venenosos. El poderío guerrero de las superpotencias tiene otro efecto devastador. Medio siglo atrás el gobierno galo realizó pruebas atómicas aéreas y subterráneas en el Atolón de Muroroa (Polinesia francesa) que levantó polvareda mundial por propagar sustancias radiactivas de plutonio.
“Siete hermanas”
Las poderosas petroleras privadas llamadas “siete hermanas” predominan en el negocio del petróleo: ExxonMobil, Gulf, Texaco, Mobil, Standard Oil de California, British Petroleum, BP, y Royal Dutch Shell. En la década del 50’ y 70’ controlaban el 98% de la producción de los Hidrocarburos y el mercado mundial.
En el 2005 Exxon Mobil, RD/Shell y BP alcanzaron ventas cercanas al billón de dólares (el 60% fuera del país de origen) y empleaban a más de 300.000 personas. También interfieren en cuanto foro mundial se realiza sobre defensa, conservación y previsión sobre el cambio climático. A través de sus agentes presionan a los gobiernos y vulneran los fallos del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, PNUMA.
Efectos ambientales
La marea negra (petróleo compuesto de Carbón e hidrógeno) se produce por accidente o práctica inadecuada, es altamente inflamable que afecta a todo ser vivo, incluida la pesca artesanal.
La limpieza y recuperación de la zona contaminada se realiza con esponjas largas que absorben el espeso líquido. Se levanta con palancas que raspan el agua que la recoge en un estanque el petróleo. También se utiliza detergente para dispersar o deshacer los microorganismos. Cuando ocurre en alta mar y está calmado y con poco viento se quema el aceite.
El fuel es un químico viscoso, volátil e insoluble, tiene efecto tóxico por el alto contenido en azufre (2,58%) que mata a la flora y fauna. Es más contaminante que el petróleo crudo, y se emplea como combustible para barcos y centrales térmicas.
Cuando un barco se hunde con carga de petróleo en algunos casos no se dispersa en el momento sino años después, como sucedió en la costa de California en 1990 empezó a emerger el líquido de una nave que se precipitó en 1953.
Nueva legislación
Tras el accidente del Exxon Valdez (1989), la Organización Marítima Internacional adoptó medidas específicas en 1992 mediante el Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques (MARPOL por sus siglas en inglés). El acuerdo exige que los petroleros con peso mayor de 600 tn. entregados a partir de julio de 1996 están obligados a tener doble casco para reducir los riesgos de contaminación en caso de colisión.
De acuerdo a datos que maneja la UE, sólo el 20% de los petroleros utilizan el nuevo diseño (unos 1.300 barcos). Hasta 1999 había unos 7.000 petroleros registrados en el mundo (unos 289 Mlls./tn. de peso), equivale al 38,5% del tonelaje mundial de la marina mercante. El tiempo promedio de uso de los barcos era de 18 años, lo que significa que ahora cerca de 3.000 petroleros tienen más de dos décadas.
Tragedia en el Golfo de México
Durante 83 días de zozobra del 20 de abril al 15 de julio último el mundo estuvo en vilo por la catástrofe del Golfo de México por el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon (propiedad de BP, con sede en Londres) que explotaba petróleo y gas a 1.5 km de profundidad.
Dejó como saldo 11 muertos y varios operarios heridos. La marea negra se extendió por la costa de Louisiana, Mississippi, Alabama, Texas y Florida (EE.UU.) y mexicana. La causa del estrago se originó por la rotura y desplome de la plataforma que contenía 2,6 millones de litros de petróleo en depósito y extraía cerca de 1,27 millones de litros al día. Las pérdidas materiales fluctúan más de 200 mil millones de dólares, que zarandeó la alicaída economía norteamericana que todavía no sale de la crisis financiera.
Leyenda negra
La historia de BP comenzó hace 60 años. Se llamaba Anglo-Iranian Oil Co. (AIOC), de capital inglés que operaba en el país islámico. Ante los enormes ingresos, el gobierno a nombre del pueblo iraní, pidió a la petrolera que comparta más sus ganancias, el consorcio se negó, precipitando su nacionalización.
Decisión que disgustó a EE.UU. (accionista en la empresa), y organizó un golpe de Estado contra el primer ministro Mohammed Mossadegh. En su lugar instaló a Mohammad Reza Pahlevi, convertido en el Sha de Irán. Allanado el camino la AIOC cambió su nombre a British Petroleum, recuperó antiguos privilegios hasta 1979, cuando se encendió la mecha de la revolución islámica que desencadenó la “crisis de los rehenes”.
En el 2000 la empresa, abrevió su nombre original por la sigla de BP y comenzó una ofensiva publicitaria jamás vista. Ilustró su logotipo con llamativas flores verdes y amarillas bajo el lema de “más allá del petróleo”.
Ensanchó su poderío económico, pero su historial de desastres siguió crucial. El 2005, la refinería de Texas explotó y dejó 15 muertos y 170 heridos, le sancionan con US$ 87 millones. El 2006, un oleoducto en Alaska derramó 200.000 galones de crudo, la multa asciende a 60 millones de dólares.
“BP es una de las empresas más poderosas que operan en Estados Unidos. Sus ingresos de 327 mil millones de dólares en el 2009 son suficientes para clasificarla como la tercera empresa más grande del país. Gasta mucho dinero en influir en la política de Estados Unidos y en la supervisión del cumplimiento de las normas”. Razón no le falta a la periodista norteamericana Amy Goodman, porque el primer trimestre de este año sus utilidades sumaron más de seis mil millones de dólares.
Willy Rojas
Colaborador
Solo el 2000 más de 46 millones de bolsas de plástico y otros materiales químicos difícil de destruir flotaban en cada 1.5 Km. de los océanos del planeta. Al año por comer estos objetos tóxicos 100 mil grandes mamíferos y un millón de aves acuáticas murieron envenenados.
Botadero
El material inservible que a diario arrojan a los mares, no sólo proviene de la filtración del oro negro (formado por descomposición de restos de animales y algas microscópicas acumuladas millones de años), la rotura de ductos y la explosión de plataformas, sino también cada minuto son arrojados toneladas de residuos sólidos y tóxicos que tardan en disolverse.
¿Por qué suceden los derrames? El 13% de la dispersión de petróleo en el mar se debe a accidentes de los barcos en condiciones inadecuadas de transporte y la negligencia de los que controlan el tráfico.
El 32% de la contaminación proviene del lavado de tanques que altera el equilibrio del mar y modifica la cadena nutritiva del entorno. Afecta la pesca, navegación y el uso de las playas con fines recreativos.
La militarización de los océanos también es una cruel realidad, los combates dejan desastres ecológicos como en la I y II guerra mundial, de Indochina, Las Malvinas, Golfo Pérsico, etc. Además de barcos en las honduras marinas cargados de combustible, suministros bélicos explosivos y venenosos. El poderío guerrero de las superpotencias tiene otro efecto devastador. Medio siglo atrás el gobierno galo realizó pruebas atómicas aéreas y subterráneas en el Atolón de Muroroa (Polinesia francesa) que levantó polvareda mundial por propagar sustancias radiactivas de plutonio.
“Siete hermanas”
Las poderosas petroleras privadas llamadas “siete hermanas” predominan en el negocio del petróleo: ExxonMobil, Gulf, Texaco, Mobil, Standard Oil de California, British Petroleum, BP, y Royal Dutch Shell. En la década del 50’ y 70’ controlaban el 98% de la producción de los Hidrocarburos y el mercado mundial.
En el 2005 Exxon Mobil, RD/Shell y BP alcanzaron ventas cercanas al billón de dólares (el 60% fuera del país de origen) y empleaban a más de 300.000 personas. También interfieren en cuanto foro mundial se realiza sobre defensa, conservación y previsión sobre el cambio climático. A través de sus agentes presionan a los gobiernos y vulneran los fallos del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, PNUMA.
Efectos ambientales
La marea negra (petróleo compuesto de Carbón e hidrógeno) se produce por accidente o práctica inadecuada, es altamente inflamable que afecta a todo ser vivo, incluida la pesca artesanal.
La limpieza y recuperación de la zona contaminada se realiza con esponjas largas que absorben el espeso líquido. Se levanta con palancas que raspan el agua que la recoge en un estanque el petróleo. También se utiliza detergente para dispersar o deshacer los microorganismos. Cuando ocurre en alta mar y está calmado y con poco viento se quema el aceite.
El fuel es un químico viscoso, volátil e insoluble, tiene efecto tóxico por el alto contenido en azufre (2,58%) que mata a la flora y fauna. Es más contaminante que el petróleo crudo, y se emplea como combustible para barcos y centrales térmicas.
Cuando un barco se hunde con carga de petróleo en algunos casos no se dispersa en el momento sino años después, como sucedió en la costa de California en 1990 empezó a emerger el líquido de una nave que se precipitó en 1953.
Nueva legislación
Tras el accidente del Exxon Valdez (1989), la Organización Marítima Internacional adoptó medidas específicas en 1992 mediante el Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques (MARPOL por sus siglas en inglés). El acuerdo exige que los petroleros con peso mayor de 600 tn. entregados a partir de julio de 1996 están obligados a tener doble casco para reducir los riesgos de contaminación en caso de colisión.
De acuerdo a datos que maneja la UE, sólo el 20% de los petroleros utilizan el nuevo diseño (unos 1.300 barcos). Hasta 1999 había unos 7.000 petroleros registrados en el mundo (unos 289 Mlls./tn. de peso), equivale al 38,5% del tonelaje mundial de la marina mercante. El tiempo promedio de uso de los barcos era de 18 años, lo que significa que ahora cerca de 3.000 petroleros tienen más de dos décadas.
Tragedia en el Golfo de México
Durante 83 días de zozobra del 20 de abril al 15 de julio último el mundo estuvo en vilo por la catástrofe del Golfo de México por el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon (propiedad de BP, con sede en Londres) que explotaba petróleo y gas a 1.5 km de profundidad.
Dejó como saldo 11 muertos y varios operarios heridos. La marea negra se extendió por la costa de Louisiana, Mississippi, Alabama, Texas y Florida (EE.UU.) y mexicana. La causa del estrago se originó por la rotura y desplome de la plataforma que contenía 2,6 millones de litros de petróleo en depósito y extraía cerca de 1,27 millones de litros al día. Las pérdidas materiales fluctúan más de 200 mil millones de dólares, que zarandeó la alicaída economía norteamericana que todavía no sale de la crisis financiera.
Leyenda negra
La historia de BP comenzó hace 60 años. Se llamaba Anglo-Iranian Oil Co. (AIOC), de capital inglés que operaba en el país islámico. Ante los enormes ingresos, el gobierno a nombre del pueblo iraní, pidió a la petrolera que comparta más sus ganancias, el consorcio se negó, precipitando su nacionalización.
Decisión que disgustó a EE.UU. (accionista en la empresa), y organizó un golpe de Estado contra el primer ministro Mohammed Mossadegh. En su lugar instaló a Mohammad Reza Pahlevi, convertido en el Sha de Irán. Allanado el camino la AIOC cambió su nombre a British Petroleum, recuperó antiguos privilegios hasta 1979, cuando se encendió la mecha de la revolución islámica que desencadenó la “crisis de los rehenes”.
En el 2000 la empresa, abrevió su nombre original por la sigla de BP y comenzó una ofensiva publicitaria jamás vista. Ilustró su logotipo con llamativas flores verdes y amarillas bajo el lema de “más allá del petróleo”.
Ensanchó su poderío económico, pero su historial de desastres siguió crucial. El 2005, la refinería de Texas explotó y dejó 15 muertos y 170 heridos, le sancionan con US$ 87 millones. El 2006, un oleoducto en Alaska derramó 200.000 galones de crudo, la multa asciende a 60 millones de dólares.
“BP es una de las empresas más poderosas que operan en Estados Unidos. Sus ingresos de 327 mil millones de dólares en el 2009 son suficientes para clasificarla como la tercera empresa más grande del país. Gasta mucho dinero en influir en la política de Estados Unidos y en la supervisión del cumplimiento de las normas”. Razón no le falta a la periodista norteamericana Amy Goodman, porque el primer trimestre de este año sus utilidades sumaron más de seis mil millones de dólares.
Willy Rojas
Colaborador
No hay comentarios.:
Publicar un comentario