Fuente: El Mercurio de Santiago
Disponer de una flota de buques de alta capacidad -de aproximadamente seis mil a ocho mil Teus- es el objetivo de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) con miras a abastecer una demanda de transporte marítimo creciente en los próximos años. Las proyecciones de mayor actividad que realiza la naviera controlada por el grupo Claro se basan en un repunte de la industria post crisis y de los mejores resultados de la compañía, que dejaría atrás las pérdidas del año pasado y se acercaría a números azules en próximos ejercicios.
Para concretar la incorporación de buques, CSAV está viendo algunas alternativas directamente con los astilleros que podrían construir los barcos, cuyo número todavía está en análisis. Esto dejaría a la compañía con una flota compuesta de buques propios, arrendados a largo plazo, y arrendados a plazos más cortos. Eso es considerado al interior de la firma como menos riesgoso y como una condición necesaria para tener una estructura de costos competitiva.
Un paso importante para concretar el plan es la aprobación de un aumento de capital por cerca de US$ 400 millones, el que se acordará en una junta de accionistas programada para el próximo 27 de agosto en Valparaíso. En todo caso, la compra de buques involucraría más recursos, por lo que seguramente CSAV requerirá de créditos para complementar el financiamiento.
Aumento de capital
Tras culminar durante el primer semestre con su plan de fortalecimiento financiero, el miércoles CSAV anunció que realizará un aumento de capital por US$ 400 millones, el que deberá ser suscrito y pagado en un plazo de hasta tres años a contar de la fecha de la junta de accionistas que realizará, señaló la firma.
Las mejores perspectivas para CSAV se relacionan también con el ingreso de un grupo de armadores a la propiedad de la compañía, como parte de un plan de fortalecimiento financiero que consideró varios aumentos de capital y que en el mercado se interpretó como una señal de confianza de parte de los acreedores en el devenir de la firma.
A principios del segundo trimestre, CSAV culminó su plan de fortalecimiento financiero con el ingreso de un grupo de armadores alemanes -liderados por el naviero Jochen Döhle y el fondo KG Fonds- a su propiedad. Estos últimos, entre otros grupos, adquirieron en la oportunidad un 17,52% de la firma, comprando las acciones en un remate y a un precio de $586,04 por papel, es decir, más de $100 el valor en que se cotizaron las acciones el día de la subasta ($432).
Con esta operación -que totalizó unos US$ 360 millones- terminó el programa de fortalecimiento de las finanzas de la compañía, tras las pérdidas que registró durante la crisis. Así, el plan totalizó unos US$ 750 millones, considerando los aumentos de capital por US$ 395 millones de 2009.
Demanda al alza
El momento para encargar la construcción de buques es el adecuado, según el mercado. Las naves pueden demorar dos años en estar operativas, por lo que en vista de la mayor demanda proyectada, el momento para encargar buques sería el propicio. "Puede ser un buen minuto para potenciar la flota con barcos propios, sobre todo si se considera el rezago con que llegan las naves una vez que se encargan. Por lo anterior, podría ser demasiado tarde y más caro si se retrasa el pedido para cuando se estima que el mercado va a estar con mayor actividad", dice Carlos Ebensperger, analista de riesgo del área finanzas corporativas de Humphreys.
La decisión de abastecerse de naves comprando y no arrendando significa un cambio en la estrategia que viene desarrollando la compañía, asegura Cristina Acle, directora de estudios de Renta Variable de CorpResearch.
"Vapores tiene una proporción de buques propios muy inferior al promedio de la industria, que es de 50%", dice. La opción de encargar barcos de mayor capacidad es una tendencia en el mercado, que permite reducir costos, explica Acle.
En la bolsa, en tanto, tras conocerse el miércoles la noticia del aumento de capital de CSAV, la acción de la compañía redujo su cotización en 2,71%, para finalizar en $535,91. La analista asegura que la caída del papel de la naviera no se puede interpretar como una señal negativa.
Explica que el retroceso de los títulos es normal entre compañías que anuncian aumentos de capital, pues implica un aumento futuro en la oferta de acciones.
Disponer de una flota de buques de alta capacidad -de aproximadamente seis mil a ocho mil Teus- es el objetivo de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) con miras a abastecer una demanda de transporte marítimo creciente en los próximos años. Las proyecciones de mayor actividad que realiza la naviera controlada por el grupo Claro se basan en un repunte de la industria post crisis y de los mejores resultados de la compañía, que dejaría atrás las pérdidas del año pasado y se acercaría a números azules en próximos ejercicios.
Para concretar la incorporación de buques, CSAV está viendo algunas alternativas directamente con los astilleros que podrían construir los barcos, cuyo número todavía está en análisis. Esto dejaría a la compañía con una flota compuesta de buques propios, arrendados a largo plazo, y arrendados a plazos más cortos. Eso es considerado al interior de la firma como menos riesgoso y como una condición necesaria para tener una estructura de costos competitiva.
Un paso importante para concretar el plan es la aprobación de un aumento de capital por cerca de US$ 400 millones, el que se acordará en una junta de accionistas programada para el próximo 27 de agosto en Valparaíso. En todo caso, la compra de buques involucraría más recursos, por lo que seguramente CSAV requerirá de créditos para complementar el financiamiento.
Aumento de capital
Tras culminar durante el primer semestre con su plan de fortalecimiento financiero, el miércoles CSAV anunció que realizará un aumento de capital por US$ 400 millones, el que deberá ser suscrito y pagado en un plazo de hasta tres años a contar de la fecha de la junta de accionistas que realizará, señaló la firma.
Las mejores perspectivas para CSAV se relacionan también con el ingreso de un grupo de armadores a la propiedad de la compañía, como parte de un plan de fortalecimiento financiero que consideró varios aumentos de capital y que en el mercado se interpretó como una señal de confianza de parte de los acreedores en el devenir de la firma.
A principios del segundo trimestre, CSAV culminó su plan de fortalecimiento financiero con el ingreso de un grupo de armadores alemanes -liderados por el naviero Jochen Döhle y el fondo KG Fonds- a su propiedad. Estos últimos, entre otros grupos, adquirieron en la oportunidad un 17,52% de la firma, comprando las acciones en un remate y a un precio de $586,04 por papel, es decir, más de $100 el valor en que se cotizaron las acciones el día de la subasta ($432).
Con esta operación -que totalizó unos US$ 360 millones- terminó el programa de fortalecimiento de las finanzas de la compañía, tras las pérdidas que registró durante la crisis. Así, el plan totalizó unos US$ 750 millones, considerando los aumentos de capital por US$ 395 millones de 2009.
Demanda al alza
El momento para encargar la construcción de buques es el adecuado, según el mercado. Las naves pueden demorar dos años en estar operativas, por lo que en vista de la mayor demanda proyectada, el momento para encargar buques sería el propicio. "Puede ser un buen minuto para potenciar la flota con barcos propios, sobre todo si se considera el rezago con que llegan las naves una vez que se encargan. Por lo anterior, podría ser demasiado tarde y más caro si se retrasa el pedido para cuando se estima que el mercado va a estar con mayor actividad", dice Carlos Ebensperger, analista de riesgo del área finanzas corporativas de Humphreys.
La decisión de abastecerse de naves comprando y no arrendando significa un cambio en la estrategia que viene desarrollando la compañía, asegura Cristina Acle, directora de estudios de Renta Variable de CorpResearch.
"Vapores tiene una proporción de buques propios muy inferior al promedio de la industria, que es de 50%", dice. La opción de encargar barcos de mayor capacidad es una tendencia en el mercado, que permite reducir costos, explica Acle.
En la bolsa, en tanto, tras conocerse el miércoles la noticia del aumento de capital de CSAV, la acción de la compañía redujo su cotización en 2,71%, para finalizar en $535,91. La analista asegura que la caída del papel de la naviera no se puede interpretar como una señal negativa.
Explica que el retroceso de los títulos es normal entre compañías que anuncian aumentos de capital, pues implica un aumento futuro en la oferta de acciones.
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